Laura Marcela Campos (46), y sus dos hijos carniceros, Mariano Gabriel (18) y Fabián Alejandro (20), detenidos y acusados de asesinar y descuartizar a la pareja de la mujer, Daniel Tomás Silvero (56), en una vivienda de la localidad bonaerense de Villa Fiorito, fueron liberados tras considerar que “cometieron el crimen porque eran víctimas de violencia de género y familiar en todas sus formas”.
Fue la jueza de Garantías Laura Ninni quien decidió liberar a la mujer y a sus dos hijos, todos imputados de “homicidio agravado por el vínculo y por el concurso premeditado de dos o más personas”, luego de que la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción N°16 Especializada en Violencia de Género y Violencia Familiar del departamento judicial de Lomas de Zamora, Marcela Juan argumentaraa que “la familia Campos vivía en una situación de violencia desde 2014″.
Tras ordenar la libertad de los tres acusados, la jueza Ninni les impuso como condición notificar un domicilio de residencia, que fijaron en el partido bonaerense de Tigre. “Si bien están libres, continúan vinculados con la investigación por el homicidio de Silvero”, indicaron fuentes de la investigación a la agencia de noticias Télam.
Al momento de ser detenida, Campos confesó el crimen de su esposo y dijo que era insoportable vivir con Silvero, a quien definió como un violento abusador, al que no podía dejar a solas con su hija por temor a que le hiciera algo.
Es que, en 2019, el hombre había sido denunciado por la violación de la hija adolescente de Campos, ante UFI N°9 Especializada en delitos contra la Integridad Sexual. Casi una década antes, en 2010, Silvero había sido denunciado por otro abuso sexual, pero la causa quedó archivada.
En su declaración, la mujer contó que conocía a la víctima hacía aproximadamente 24 años y que el hombre había tenido otra esposa y 11 hijos. En tanto, Campos y Silvero se casaron en 2020 y tuvieron un hijo que es menor de edad.
El caso
Daniel Tomás Silvero fue visto por última vez el 1 de junio pasado, a las 20 horas, a través de una cámara de seguridad, cuando llegó a bordo de un auto blanco a la vivienda en la que convivía con su esposa.
Unos días después, una de las hijas del primer matrimonio de Silvero denunció su desaparición tras recibir un mensaje de texto, supuestamente, escrito por él, en el que le comunicaba que alquilaría otro domicilio y cambiaría el chip de su teléfono celular.
Tras la denuncia, efectivos de la comisaría 5ª de Villa Fiorito, luego de encontrar restos mutilados en un basural de las calles Necol y Darwin, fueron en busca de su esposa, quien confesó que lo había matado a golpes y que luego lo descuartizó y arrojó sus restos en distintos sitios del partido de Lomas de Zamora.
Ante esta situación, la fiscalía a cargo de Marcela Juan dispuso la aprehensión de la mujer y de sus dos hijos carniceros, como sospechosos del homicidio.
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