Una carnicería ubicada en el barrio San Lorenzo de la ciudad de Termas de Río Hondo, en la provincia de Santiago del Estero,, fue el escenario de un insólito robo el pasado sábado por la noche, cuando dos ladrones a bordo de una motocicleta llegaron al comercio, uno de ellos ingresó armado y le exigió a la propietaria que le diera chorizos y carne para asado. Además, se llevó el dinero correspondiente a la venta del día que había en la caja registradora.
“Me apuntaron con un revólver y yo estaba sola con mis dos hijos menores de edad”, dijo Valeria Mansilla, dueña de la carnicería “El Bastian” -ubicada en calle Maipú prolongación, de la mencionada ciudad santiagueña- en diálogo con Infobae.
Mansilla. víctima del violento robo, contó a este medio que el hecho ocurrió cerca de las 20.30. Según su testimonio, uno de los delincuentes “quedó afuera en la moto”, mientras que el acompañante “entró a comprar normalmente como todos los clientes”. Éste último le solicitó asado y chorizos, y la mujer se dispuso a armar el pedido correspondiente. Al completar la cantidad requerida, Mansilla le advirtió que ya se había pasado de los cinco kilos solicitados inicialmente, a lo que el ladrón le respondió: “Corta más o te quemo”. También sacó su arma y apuntó a la dueña.
Acto seguido, el individuo le pidió las llaves de un automóvil y otra moto que se encontraban estacionados fuera del comercio, pero Mansilla le dijo que no las tenía porque los rodados no eran de su propiedad. Ante el pedido para que entregara su teléfono celular, ella le solicitó a su hija que le diera el suyo. En ese momento, el delincuente quiso avanzar del otro lado del mostrador, pero Mansilla se negó y él quiso “manotear” el teléfono de la menor. Debido a que el aparato cayó debajo de una mesa, los ladrones desistieron y se marcharon del lugar. En tanto, Mansilla atinó a agarrar una cuchilla para amedrentar a los atacantes, pero uno de ellos la volvió a apuntar con un arma de fuego y ella se quedó “quieta y tranquila” por la presencia de sus hijos.
Al notar que ambos hombres armados se daban a la fuga, la carnicera se subió a su vehículo e inició una persecución por sus propios medios. “Los segui en mi auto y ellos iban en una moto 110 chica. En un momento veo un móvil policial y les pido ayuda porque los ladrones venían por detrás mío, y el policía y su acompañante no me ayudaron para nada. Me dijeron que fuera a la comisaría a hacer la correspondiente denuncia porque que ellos no podían volver”, detalló la damnificada a este medio.
Disconforme con la respuesta de la fuerza de seguridad, Mansilla aseguró que la policía “hace vista gorda” frente a los reiterados episodios de inseguridad. “Sólo hablan mucho pero no hacen nada para la seguridad. Andan robando mucho todos los días”, aseguró la mujer, quien además estimó que los cortes sustraídos por los delincuentes alcanzarían un valor de 10.000 pesos.
La investigación del caso quedó a cargo de la fiscal Melissa Deroy, quien dio intervención a la Brigada Interna y a efectivos de Robos y Hurtos de la mencionada dependencia. Además, la autoridad solicitó las filmaciones de cámaras de seguridad que filmaron el robo, las cuales ya se encuentran en manos de los investigadores.
En marzo de este año, pero en la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, se registró un increíble robo en la parte delantera de una casa. Allí, una cámara de seguridad registró el momento exacto en el que un hombre robó una tira de asado de una parrilla mientras el cocinero de turno estaba dentro de su casa con los invitados a la cena.
Gracias a la grabación casera, se puede observar cómo el delincuente se acerca caminando, levanta la tapa de la parrilla tipo chulengo, suena una alarma y se aleja. Sin embargo, eso no lo detuvo: segundos después volvió y logró su cometido; llevarse una tira de asado.
“Mi cuñado es el albañil que está trabajando en mi casa, y al final del día le dije que se quedara a comer”, contó Carlos, el dueño de la casa donde ocurrió el robo, cuando compartió el video a TN. Y completó: “La alarma que se escucha sonar es de la cámara de seguridad que tiene sensor de movimientos. En ese momento no le di bolilla. Lo que nunca me imaginé fue que me estaban robando un pedazo de carne. En la parrilla también había chorizos, y tapa de asado, pero eso no se lo llevó. En total, la compra de la carne me salió $5.000″.
Dos semanas antes de este episodio, pero en Bariloche, provincia de Río Negro, un hombre de 38 años fue detenido tras robar dos kilos de carne de un supermercado. A las pocas horas fue liberado, pero reincidió en el delito y se dirigió a robar una chocolatería de la misma ciudad.
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