Pasaron más de 5.700 días desde que a Nora Dalmasso la mataron en su casa del country Golf de Río Cuarto, en Córdoba, y esta semana finalmente se conocerá el veredicto en el primer juicio por el crimen en más de 15 años. La cuenta regresiva comienza este martes, con los alegatos, y finalizará el jueves, cuando el jurado popular decida si Marcelo Macarrón es culpable o inocente de un delito aberrante: haber mandado a matar a su esposa, tal es la imputación por la que el viudo llegó al banquillo de los acusados.
A horas del veredicto, Macarrón recibió el apoyo de sus hijos, Facundo y Valentina, quienes siempre estuvieron a su lado. “Ojalá llegue la paz y podamos, al menos, empezar otra etapa en nuestras vidas, no exentas de dolor, pero con un poco de paz”, coincideron en su deseo los tres en la misma casa donde asesinaron a Nora el 26 de octubre de 2006, según confiaron a Infobae desde el entorno de la familia.
Este martes, a partir de las 9, comenzará la 39° audiencia en el juicio contra Macarrón, imputado del delito de “homicidio calificado por el vínculo, alevosía y precio o promesa remuneratoria”, que tiene una pena máxima de prisión perpetua.
El protagonista de esta jornada será el fiscal del juicio Julio Rivero. Será la hora de su alegato. Caben dos opciones: una es que pida la absolución del acusado; la otra, la más probable, es que sostenga que Macarrón contrató a sicarios y les ordenó que asesinaran a su esposa mientras él jugaba un torneo de golf en Punta del Este, Uruguay.
Este miércoles, en tanto, el protagonista será Marcelo Brito, el abogado de Macarrón, quien hará su alegato. Mientras que el jueves se escuchará el veredicto de los ocho jurados populares, quienes dirán si el viudo es culpable o no en el final del juicio en los Tribunales de Río Cuarto que encabezaron los jueces Daniel Antonio Vaudagna, Natacha Irina García y Gustavo José Echenique Estevez.
En este contexto, tanto el abogado Brito como los familiares de Macarrón aseguraron que no hubo ninguna prueba a lo largo del juicio, ni testimonio fundamental, que alcance para sostener la acusación contra el viudo. “Fueron dichos sobre rumores. Ni siquiera indicios”, sostuvo el defensor del viudo.
Además, el abogado volvió a criticar el desempeño de los fiscales de instrucción Daniel Miralles y Luis Pizarro: para el primero, el viudo se tomó un avión “fantasma” desde Uruguay para matar a su esposa y volvió en esa misma aeronave; para el segundo, el asesinato lo cometió un sicario contratado por el esposo de Nora.
Las motivaciones para la fiscalía están claras: desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas de la pareja. Por ello, se sostuvo, Macarrón acordó el plan delictivo. Y por ello también, en el juicio se refirió al patrimonio del acusado. Para eso, se apoyará en algunos testimonios, sobre todo de dos amigas de Nora -aunque para los hijos de la víctima no eran amigas de su madre-, que apuntaron contra el viudo.
El fiscal Rivero también cree que el asesino simuló un crimen de otra índole: por eso no usó arma y la estranguló. El funcionario sostiene que no hubo violación, pero sí se alteró la escena del crimen para que pareciera un ataque sexual. El ADN hallado en la víctima era de Macarrón.
Y la coartada del viudo, según la acusación, fue viajar a Punta del Este para jugar el torneo de golf, que terminó por ganar. El destino quiso que, mientras él celebraba el triunfo y la obtención de la copa, el asesino ahorcaba durante tres a cinco minutos a Nora con una fuerza de 15 kilos. El fiscal estima que recibió la noticia del sicario mientras estaba en Uruguay.
“El verdadero asesino está suelto”, repiten Facundo y el viudo. En la única entrevista que dio el hijo de Nora, ante Infobae, insistió en la inocencia de su padre.
- ¿Se te pasa por la cabeza que tu padre pueda ser condenado?
- No hay pruebas. Pero temo que esto sea aún más disparatado y eso pueda ocurrir. Que sea condenado es algo a lo que le tengo mucho miedo, sería matarlo en vida siendo inocente. Y tanto Valentina como yo quedaríamos huérfanos, de padre y madre. Por dos injusticias, un crimen y una mala praxis judicial.
“Marcelo siempre quiso un jurado popular porque piensa que la gente cree en su inocencia y vio de cerca las injusticias que se cometieron con su hijo, cómo se manchó el honor de su esposa y todas las mentiras que se dijeron. Incluso, lo han querido acompañar al cementerio a dejarle flores a ella”, reveló el abogado Brito.
En el juicio, que comenzó el 14 de marzo pasado, desfilaron unos 200 testigos durante tres audiencias semanales y se desmenuzó un expediente que tiene más de 7.000 fojas repartidas en 34 cuerpos, más ocho anexos de pruebas.
En la primera audiencia, Macarrón decidió declarar: “Pensé en suicidarme y si no lo hice fue por mis hijos, pero seguí de pie porque soy inocente”, dijo y exclamó: “Nadie pudo ubicarme en la escena del crimen, estuve a 1.300 kilómetros. Tampoco hallaron nada extraño con mis movimientos bancarios ni nada raro. Fui a jugar al golf, deporte que sigo practicando. Amaba a mi mujer. Su crimen me destruyó. Sólo quiero que se haga justicia y que encuentren al verdadero asesino”.
Esta semana se definirá su destino: culpable o inocente.
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