Habían pasado unos minutos de la 1 y Ernesto Ramón Lemos, de 28 años y papá de una nena de 3, estaba solo en su coche, luego de que su mujer y su cuñado bajaran diversas cosas del auto frente a su casa del barrio Altos de Laferrere, en el partido de La Matanza. Fue en ese momento que cuatro ladrones lo sorprendieron para robarle el vehículo. Él se resistió, y uno de los delincuentes empezó a los tiros: lo mató.
Ernesto no fue el único que recibió un tiro esa fría madrugada del viernes pasado sobre la avenida Antártida Argentina al 6.500, entre Pedro M. Obligado y Zufriategui, en la localidad de Isidro Casanova. Uno de los delincuentes también fue impactado por uno de los balazos que hizo su cómplice en la lucha con el dueño del auto. El ladrón falleció en el acto: “Tenía 17 años y antecedentes penales”, aseguraron a Infobae fuentes de la investigación.
Según supo este medio, todo comenzó cuando Ernesto se encontraba frente a su domicilio junto a la madre de su hija y su cuñado. Estaban bajando algunas pertenencias del Honda Civic de la víctima, entre ellas, un televisor LCD. Él, mientras tanto, se había quedado al volante.
De acuerdo a la resconstrucción que hicieron los investigadores, cuando Ernesto se quedó solo en el coche, porque su mujer y su cuñado llevaron las cosas al interior de la casa, fue sorprendido por al menos cuatro delincuentes armados. Habían llegado hasta allí a bordo de un Peugeot 206 color gris del que descendieron con la intención de robarle el coche.
En ese momento, Ernesto, que seguía sentada en el asiento del lado del conductor del Honda, comenzó a forcejear con uno de los asaltantes. De pronto, el delincuente comenzó a disparar: fueron al menos tres las detonaciones.
“Uno de los proyectiles impactó en el abdomen de Lemos y lo hirió de gravedad. Otro alcanzó a uno de los presuntos integrantes de la banda, quien falleció al instante a causa del disparo que ingresó por el tórax”, confiaron a este medio fuentes con acceso al expediente.
Tras la balacera, los delincuentes huyeron en el Peugeot 207 y dejaron a su compañero baleado de 17 años tirado sobre el asfalto. Ernesto, en tanto, agonizaba. Así, la víctima fue trasladada enseguida al hospital General de Agudos Paroissien, de Isidro Casanova, donde lo operaron de urgencia. Falleció al día siguiente.
Para los investigadores el disparo que mató al delincuente fue efectuado por uno de sus compañeros, ya que ni la víctima ni sus familiares estaban armados. Lo cierto es que, en el interior del coche de Ernesto, se halló una vaina servida calibre 9 milímetros.
El crimen de Ernesto es investigado como “tentativa de robo y homicidio” por el fiscal Marcos Borghi, titular de la Unidad Funcional de Instrucción especializada en Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza.
El fiscal pidió relevar las cámaras de seguridad de la zona, ya sea municipales o privadas, para poder identificar a los delincuentes que escaparon, y que no llegaron a concretar el robo del auto de Ernesto.
Familiares, vecinos y amigos de Ernesto, a quien apodaban “Chucky”, lo despidieron en las redes sociales con mensajes conmovedores.
“Te amo mi amor. Vamos a ser los tres, como siempre. Me dejaste lo más lindo de la vida: nuestra princesa”, escribió la mujer de Ernesto en un posteo al que agregó un collage con fotos junto a la víctima.
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