Será este lunes la audiencia imputativa en Rosario para los ocho presos que fueron recapturados tras protagonizar una de las fugas más violentas de la historia de Santa Fe, ocurrida el 27 de junio del año pasado en la cárcel de Piñero, en un asalto con ametralladoras y cercos cortados con amoladoras donde un detenido perdió la vida en el fuego cruzado.
En el marco de la audiencia todos serán objeto de una curiosa estrategia judicial: les imputarán la portación ilegal de armas de guerra, lo que conllevará a elevar la pena en expectativa de todos los reclusos. La idea del fiscal a cargo de la causa, Franco Carbone, es enviar un “mensaje” a todos los internos de que se endurecerán las condenas a quienes hayan escapado de una unidad penitenciaria, confirman fuentes de la causa a Infobae.
Sergio Martín Cañete, Joel Isaías Rojas, Alejandro Antonio Schmittlein, Ezequiel Rodolfo Romero, Alejandro Andrés Candia, Daniel David Piscione, Martín Alejandro Cartelli y el temible capo narco Claudio Javier “Morocho” Mansilla son los ocho internos que serán imputados en el Centro de Justicia Penal mediante videoconferencia, justamente, para evitar su traslado por el peligro de fuga.
También estarán Elisa Magdalena Álvarez, Rodrigo Leonel Gramajo y Franco Ezequiel Cantero -que no tiene relación con Los Monos, salvo el apellido–, todos presos por haber formado parte del grupo comando que entró a tiros al predio carcelario, rompió tejidos perimetrales con una amoladora y facilitó la evasión en distintos autos. Hubo otro delincuente que participó, Walter Soraire, que murió al ser baleado por agentes del Servicio Penitenciario.
Se presume que ese grupo comando vistió pasamontañas, capuchas y, al menos, uno de los integrantes utilizó una máscara de goma con la cara de un mono. De acuerdo a la investigación, los gatilleros portaron tres pistolas calibre 9 milímetros y otra, 11.25.
Los fiscales Franco Carbone y Aurelio Cicerchia atribuirán a los 11 el mismo delito, ya que se basarán en el contexto en el que se desarrolló la fuga. Es porque la portación ilegal de arma de guerra tiene una pena mínima de 3 años y 6 meses (de cumplimiento efectivo), mientras que la evasión tiene una condena que oscila entre un mes y un año.
En los casos de los reclusos Sergio Martín “Mono” Cañete y Joel Isaías Rojas, la situación es más compleja, porque además fueron recapturados a las pocas horas en barrio Cabín 9, de la localidad de Pérez, con tres armas en un Honda Civic: dos pistolas calibre 9 milímetros -una de ellas, de la Policía bonaerense- y un revólver calibre .38 largo.
Rojas, por ejemplo, estaba detenido por una imputación por robo calificado. Ahora, por la característica de la fuga, más las armas que portaba al momento de la recaptura, enfrenta una pena en expectativa que, como mínimo, tiene 26 años de prisión.
Por la información que ventilaron públicamente los fiscales sobre la osada evasión, el plan habría sido planificado por Sergio Cañete, un conocido hampón que fue condenado en 2018 a la pena de 19 años de prisión por asaltar tres bancos en 2015. Su organización, según aquella causa, tenía como sello distintivo el uso de armas largas para los robos y el uso de clavos “miguelitos” en la fuga para pinchar los neumáticos de los móviles policiales en plena persecución.
Desde un primer momento los fiscales sospecharon que todo fue una obra encargada por el temible “Morocho” Mansilla, otro de los evadidos, que fue recapturado el 16 de junio pasado, el último en caer. Se trata de un presunto jefe de una banda narco que opera en los barrios Santa Lucía y Godoy -zona Oeste de Rosario- y en la Zona Cero, en el distrito Noroeste.
Ahora, además de la causa por la evasión de Piñero, Mansilla deberá cumplir una pena de 25 años de prisión por un doble crimen en Villa Banana perpetrado en 2018 y afrontará posiblemente varias imputaciones por homicidios en los barrios en los que se considera que operaba con su organización.
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