Allanaron un local de juego clandestino y prostitución controlado por ciudadanos chinos: un gallo circulaba entre las mesas

El local estaba ubicado en el barrio de Balvanera y hay un detenido. Como fachada era un Karaoke, pero dentro se jugaba a la ruleta y con naipes. También había reservados para que los clientes mantuvieran encuentros sexuales con las trabajadoras sexuales en el lugar

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Video: así fue el allanamiento en el lugar

La Policía de la Ciudad allanó un karaoke en el barrio porteño de Balvanera donde funcionaba un casino clandestino y un prostíbulo. El dueño y los clientes en su mayoría eran de nacionalidad china. También, encontraron un gallo suelto que circulaba entre las mesas de apuestas y los reservados. El encargado del lugar quedó detenido.

El allanamiento ocurrió en un local llamado “Karaoke Oriental”, ubicado en Alsina al 1800. No era la primera vez que efectivos policiales llevaban a cabo un operativo en aquel comercio. Poco tiempo antes había sido clausurado debido a que ahí mismo vendían alimentos envasados de origen chino, entre ellos carne envasada al vacío, snacks y sopas, sin autorización de la ANMAT.

Así, una vez más, efectivos de la Policía de la Ciudad llegaron hasta el lugar. Adentro, el escenario decía todo: mesas de juego, ruletas chinas, naipes, dados, ceniceros repletos de filtros de cigarrillos apagados, botellas de alcohol, una barra, sillones amplios, mujeres deambulando entre los clientes, más habitaciones y hasta encontraron con un gallo suelto.

El local también contaba con reservados para que los clientes mantuvieron encuentros con las trabajadoras sexuales ahí mismo. Los oficiales secuestraron 721 dólares y 696.140 pesos.

Video: parte de los elementos que se secuestraron

De esta manera, el encargado del local, de nacionalidad china y con siete años de residencia en el país, fue detenido por los delitos de juego clandestino y facilitación de la prostitución.

Además, fueron identificados otros dos empleados, uno de ellos una mujer argentina de 22 años, pareja del detenido, 18 clientes, en su mayoría de la comunidad china, y ocho mujeres que ejercían la prostitución en el lugar.

El operativo fue ordenado por la Fiscalía Penal y Contravencional y de Faltas Nº13, los oficiales de la División Delitos contra la Salud y Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad y personal del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal

El gallo que se encontró
El gallo que se encontró en el lugar

Junto al personal policial y del CIJ, participó personal de la Unidad Operativa de Fiscalización Integral (UOFI) del Gobierno de la Ciudad, que determinaron que el lugar tenía una clausura administrativa vigente por falta de higiene, con lo cual, ampliaron la medida punitiva.

Por su parte, fue convocado personal de la Dirección Nacional de Migraciones, para establecer la situación migratoria de los ciudadanos extranjeros. Migraciones estableció que ninguna de las personas registra irregularidades ni impedimentos restrictivos de la libertad, por lo cual se retiraron del lugar.

Parte de los elementos secuestrados
Parte de los elementos secuestrados

También los oficiales de la Policía de la Ciudad y personal del CIJ solicitaron la presencia de personal de la Oficina de Rescate del Delito de Trata de Personas de la Nación, a fin de que se realicen entrevistan con las mujeres que se encontraban ejerciendo la prostitución.

Con respecto a la situación del gallo, los efectivos labraron un acta por maltrato animal y el ave fue dado a resguardo, por el momento, a la esposa del encargado.

El lugar por dentro
El lugar por dentro

No es la primera vez que ocurre un allanamiento en este tipo de prostíbulo combinado con karaoke, ya un clásico del hampa china local. El sábado 23 de junio, en la calle Suipacha al 1.200, una zona industrial de galpones de Sarandí, la división Trata de Personas de la Policía Federal ingresó tras romper la puerta del lugar.

Adentro, un escenario similar al que se encontraron los efectivos de la Policía de la Ciudad en el local de Balvanera: cuatro hombres jugaban al póker en una mesa y lanzaron sus cartas al aire al escuchar el estruendo. Había un pequeño escenario con luces, un poco deprimente, y gran cantidad de botellas de alcohol. También había en el lugar ocho mujeres, dos de nacionalidad china, una peruana y otras cinco argentinas; y 14 ciudadanos chinos. Uno, “el capo”, como dijeron los vecinos, terminó detenido. Se trata de un hombre de 35 años que vivía en Argentina desde hace cinco, sin actividad registrada en la AFIP y con domicilio en Avellaneda.

Casi todos los demás eran supermercadistas. Reconocieron domicilios en Capital Federal. Al fondo había una pieza, triste y despintada, con un colchón. Funcionaba cada sábado, con autos de alta gama que entraban y salían, y que, claramente, desentonaban con el barrio. Así, la causa está en manos del Juzgado Federal de Quilmes, a cargo del juez Luis Armella.

Los karaokes con sexo tienen una larga tradición en el submundo porteño y bonaerense ligado a las mafias chinas. Pi Xiu, la tríada más poderosa de la Argentina, regenteaba uno en el Bajo Flores seis años atrás, con mujeres brasileñas. Tenían sus armas más o menos a mano: dejaban sus rifles y revólveres en una Renault Kangoo estacionada en la vereda.

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