Federico Javier Fernández (34), uno de los tres acusados del salvaje crimen de Guillermo Jara, el camionero que murió tras ser perseguido y atacado a piedrazos luego de eludir un un piquete de transportistas cerca de la ciudad de Daireaux, fue el único de los imputados que decidió hablar esta mañana en indagatoria ante el fiscal Fabio Arcomano, titular de la UFI Nº6 de Trenque Lauquen. Los otros dos sospechosos, Darío Javier Martín (46) y Fabián Paredes (44), se negaron a declarar.
Según revelaron fuentes judiciales a Infobae, la indagatoria comenzó después de las 9 de este jueves en la sede de la UFI Nº3, fiscalía que se encuentra vacante y es subrogada por Arcomano. La declaración de Fernández se extendió por más de tres horas. El acusado se desligó del ataque y aseguró que, al momento del hecho, viajaba en el asiento del acompañante.
En ese sentido, aseguró que, por su ubicación dentro del vehículo, no pudo observar nada de lo que ocurría en la caja de la camioneta, lugar desde el cual se habría arrojado la piedra que mató a Jara.
En diálogo con varios medios de comunicación a la salida de la fiscalía, Pedro Goldenberg, el abogado que defiende a Fernández, brindó detalles de la declaración de su cliente. “Contó que hubo una trifulca, un hecho violento, donde él simplemente intentó separar. En un momento, el conductor (de la camioneta) le pide que suba. Él creía que era para evitar un supuesto ilícito”, reveló el letrado.
Al respecto, Goldenberg afirmó que hay cámaras que acreditan lo que su defendido dijo. De acuerdo con información policial, la Fiat Strada era manejada por Paredes. Esto supone que, con su declaración, Fernández -si efectivamente estaba en el asiento del acompañante- quiso dejar en claro que la persona que arrojó el cascote fue Martín.
“Él fue en calidad de acompañante en la camioneta. Contestó las preguntas y colaboró en todo con el fiscal. Él no tiró piedras”, dijo el abogado, quien sin dar nombres, contó cómo fueron los hecho. “No hay manera de que como acompañante en la camioneta pueda ver lo que sucede en la caja. El fiscal le preguntó por su posición. A criterio de este defensor, entiendo que ni le cabe una participación como participe secundario. Habrá que ver qué dice el fiscal”, concluyó el letrado.
Los sospechosos de perseguir y arrojar la piedra que acabó con la vida del camionero están en calidad de aprehendidos, en una causa calificada como homicidio simple, que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión. Sin embargo, las fuentes judiciales consultadas por este medio adelantaron que el fiscal Arcomano pedirá en las próximas horas las detención formal de los imputados.
“Hay una serie de circunstancias que se deberán corroborar y, una vez que lo hagamos, seguiremos con la causa. En la declaración indagatoria la persona puede hasta mentir. Ahora, debemos corroborar lo que dijo (Fernández) con la prueba. Siguen en calidad de imputados”, explicó Arcomano.
De acuerdo con lo que explicaron las fuentes judiciales, una vez que la Justicia de Garantías convalide la detención, Arcomano tendrá 15 días prorrogables por otros 15 más para pedir prisión preventiva. “Entiendo que hubo una participación de cada uno de ellos que llevó a una serie de actos que derivaron en el acto criminal. La fiscalía tiene una hipótesis. Veremos si la jueza de garantías comparte lo mismo”, concluyó el fiscal.
Cómo avanzó la causa
Respecto a la investigación, ayer se completó la pericia del celular de la víctima para establecer si filmó parte o la totalidad de la persecución. Respecto a este elemento clave, el fiscal Arcomano señaló a la agencia de noticias Télam que las imágenes que se obtuvieron no son del todo concluyentes, pero aclaró que todavía están analizando más filmaciones.
Todos los acusados son camioneros y transportistas de la zona de Daireaux, quienes a criterio de la fiscalía participaron de la persecución y del ataque que culminó con la muerte de Guillermo. Según dijo el funcionario, ninguno cuenta con antecedentes. Antes de presentarse en la Fiscalía, cada uno fue alojado en distintas jurisdicciones: uno en Dudignac, partido de 9 de Julio, el otro la localidad de Guaminí, en jurisdicción de Los Toldos, y el tercero estaría General Pinto.
Tal como reconstruyó este medio en base a información policial, la víctima circulaba el lunes por la ruta 65, eludió el corte y siguió con su recorrido. Según testigos, en un momento, el hombre 45 años habría exhibido un rifle de aire comprimido a los manifestantes, aunque sin amenazar a nadie. Al respecto, Arcomano dijo ayer que se trata de otro elemento de la causa que aún tienen que verificar, aunque ya aclaró que para él no tiene relevancia en el resultado final del hecho. Reportes policiales posteriores no hablaban del rifle entre el material incautado.
En cuanto a la persecución, el funcionario detalló que la víctima primero fue perseguida por un Peugeot 208 y otros dos vehículos. Sin embargo, los que iban a bordo del primer vehículo desistieron y avisaron al destacamento policial de Guaminí que un camionero iba con un arma. En ese momento, dieron la vuelta. Esos mismos testigos -señaló Arcomano- revelaron ante la Justicia el momento en el que la camioneta Fiat Strada en la que viajaban los sospechosos cruzó al camión de Jara y, luego, cómo el hombre perdió el control hasta salirse de la ruta. Después se comprobaría que fue el piedrazo lo que ocasionó el accidente y el fallecimiento de la víctima.
La autopsia concluyó que la muerte de Jara fue producto de un “shock neurogénico, lesión de centros nerviosos vitales y traumatismo grave de cráneo por pérdida de masa encefálica”.
La investigación permitió establecer que desde la caja de la camioneta Fiat le arrojaron a Jara un cascote de gran tamaño que, según dijo el fiscal, “fue un misil” que viajó a una velocidad calculada en 150 kilómetros por hora que perforó el parabrisas del camión e impactó en la sien izquierda de la víctima. En ese momento, el chofer- oriundo de General Rodríguez- perdió el conocimiento, el control del camión y se accidentó.
Los restos de Jara fueron velados ayer en la localidad donde residía y serán inhumados hoy en un cementerio de su zona.
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