Un hecho tan violento como insólito ocurrió primeras horas de la mañana de hoy lunes en el barrio porteño de Agronomía. Un hombre, que había protagonizado un accidente menor con su auto, se resistió a abandonar el vehículo ante la presencia policial, forcejeó con al menos seis agentes y rompió los vidrios de un patrullero a patadas.
El incidente ocurrió a las 6:43 en la avenida San Martín, justo en el cruce con la calle Morán, sobre la vía que conduce hacia el Cid Campeador. Una pareja a bordo de un Renault Megane azul chocó contra un poste de la vereda. El accidente no involucró a otros vehículos.
Minutos más tarde, dos efectivos de la Policía de la Ciudad le pidieron al conductor, -identificado como Cristian Ezequiel Becker, porteño, de 33 años, con domicilio en Villa Soldati- que saliera del vehículo por el aliento a alcohol evidente que tenía. El conductor se resistió y empezó un forcejeo que involucró al menos a seis policías.
“Nosotros veníamos de un boliche. Y sí, habíamos tomado. Habíamos ido a un boliche a pasarla bien y a divertirnos. Después, mi pareja hizo una mala maniobra y chocamos contra un poste”, comentó Sol, la pareja del joven, en declaraciones a C5N.
De acuerdo a la joven, su pareja se resistió a abandonar el auto debido al maltrato verbal recibido por los policías. “Le decían muchas cosas. Lo agarraron, le quisieron pegar, yo tuve que gritar y pedirles que no hagan nada. Yo veía que un policía le ponía la pierna en el pecho y decía que no le hicieran nada porque él es asmático. Y viendo lo que pasó en Estados Unidos, me asusté”, afirmó Sol.
Una vez que la policía logró esposar a Cristian, se procedió a trasladarlo entre cuatro agentes a un patrullero. Allí se produjo un nuevo forcejeo, ya que el detenido se rehusaba a ingresar al vehículo. Como si faltara poco, una vez que los efectivos lograron meterlo a la fuerza, Cristian empezó a romper las ventanillas de las dos puertas traseras del patrullero a patadas.
“Él tiene todo un tema con la policía. Nosotros teníamos un amigo policía, Isaías, que se suicidó en el shopping de Caballito por la presión de la policía. Nuestro amigo nos informó tanto pero tanto sobre la presión que recibía y él les decía a los policías que nuestro amigo se suicidó por culpa de ellos, porque lo presionaban tanto”, reveló Sol.
La novia del detenido también describió que uno de los agentes lo trató de “gil” a su novio, por haber chocado sólo contra un poste de luz y también denunció que durante el procedimiento fueron tratados de “negros”, por ser residentes del barrio de Villa Soldati.
El caso parecía haberse terminado con la detención y el inminente traslado, pero una hora después de la detención inicial volvió a producirse un forcejeo. Cerca de las 7:40, el mismo patrullero con las ventanillas rotas se dispuso a trasladar a Cristian a una comisaría cercana. Sin embargo, apenas 30 metros después de iniciado el recorrido, el propio joven sacó su cuerpo por una ventanilla e intentó arrojarse al asfalto para intentar evitar ser trasladado.
“¡Tengo miedo! No me revisó ningún médico del SAME. Tengo miedo de que me pase lo mismo que al chico de Barracas, no quiero que me pasé nada. Mi amigo comisario se tuvo que suicidar por esta policía”, gritaba Cristian ante las cámaras, mientras un grupo de agentes intentaba empujarlo hacia dentro del patrullero nuevamente. Cerca de las 8 de la mañana, Becker fue llevado a un destacamento policial cercano, imputado por los delitos de resistencia a la autoridad y daños.
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