Federico Sáenz, el programador de 41 años asesinado el domingo por un ladrón que le ató un cable al cuello y lo arrojó a la pileta de su casa en la localidad bonaerense de Boulogne durante un robo, murió por asfixia por estrangulamiento a lazo. El delincuente quedó detenido.
El resultado preliminar de la autopsia realizada en la morgue de San Fernando, y que se conoció este lunes por la tarde, indicó que el asesino lo ahorcó con el cable, según informaron fuentes judiciales a la agencia de noticia Télam. En tanto, los forenses también tomaron distintas muestras para someterlas a una serie de estudios complementarios en procura de confirmar las conclusiones iniciales sobre la pericia al cuerpo de la víctima.
El caso es investigado por la fiscal María Paula Hertrig, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Boulogne, quien esperaba este estudio crucial, aunque ya le imputó a Mauricio Nahuel Fernández (30) los delitos de “robo y homicidio criminis causa”, -cuando se mata para ocultar otro delito y lograr la impunidad-, lo que prevé como única pena la prisión perpetua. Lo indagó este lunes y se negó a declarar.
”Lo que concluyan los forenses será clave para saber si el hombre fue estrangulado con el cable y arrojado muerto a la pileta, o si en realidad se terminó ahogando bajo el agua”, había señaló una de las fuentes del caso sobre la importancia del resultado de la autopsia.
La tragedia ocurrió a las 11.50 del domingo en casa de Aguado 1.251, en el barrio Santa Rita de San Isidro, una zona tranquila de chalets y casas bajas ubicada al Oeste de la colectora de la Panamericana. Allí estaba Sáenz junto a su pareja, médica, y sus dos sobrinas de 8 y 11 años cuando el ladrón sorprendió a la mujer mientras lavaba el coche en el patio delantero.
A partir de una serie de videos de cámaras de seguridad de esa zona de San Isidro, se pudo determinar que el detenido no estaba acompañado. ”Se lo ve cruzar la Panamericana y acercarse solo a la casa. Llegó solo caminando, no estaba acompañado por cómplices y tampoco lo esperaba algún vehículo de apoyo”, le dijo a la agencia de noticias Télam uno de los investigadores.
Lo cierto es que el delincuente saltó una reja y abordó a la médica, la agredió, la amenazó y le sacó las llaves de su casa. Luego, entró a la vivienda y cerró la puerta. La mujer quedó afuera y enseguida dio aviso a la persona de seguridad de la garita de la esquina.
Al volver, la mujer fue testigo del horror: vio por las ventanas que el sospechoso había atado a su pareja en el jardín trasero. Y volvió a pedir auxilio a gritos, por lo que el ladrón apareció para pegarle una trompada. Mientras que también amenazó a las sobrinas de la víctima, que estaban en el interior de la casa, y les dijo que se quedaran encerradas en su cuarto porque quería “robar una bicicleta”.
Lo cierto es que cuando la Policía llegó al lugar el delincuente todavía estaba en el interior de la propiedad de la víctima. Fue la pareja de Sáenz quien les indicó a los agentes cómo ingresar por una puerta trasera, y así pudieron reducirlo; rescatar a las nenas pero no lograron reanimar al programador.
“Lo sacaron del agua y tenía dos vueltas de un cable HDMI rodeándole el cuello. De inmediato, le hicieron maniobras de RCP, pero no lo pudieron reanimar. Todo indica que estuvo varios minutos en el agua”, aseguraron fuentes de la investigación citadas por la agencia de noticias Télam. Luego se sabría que cuando cayó al agua ya estaba muerto.
Detenido
Mauricio Nahuel Fernández (30) era indagado este lunes por la fiscal del caso que lo acusa del robo y el crimen. No es su primera vez ante la Justicia. La Policía le remitió a la fiscal un primer informe en donde aparece relacionado con, al menos, tres causas en el departamento judicial San Isidro por delitos contra la propiedad: una por robo calificado de 2011, otra por una moto con pedido de secuestro de 2016 y la última por encubrimiento agravado de 2018.
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