Una banda de boqueteros armados robó en el Club de Campo Hacoaj, ubicado en el partido bonaerense de Tigre. Los ladrones ingresaron al barrio privado por un túnel que cavaron desde el exterior hacia la zona del sector de las canchas de fútbol. Luego, sorprendieron a la dueña de una vivienda y a su empleada, las golpearon y se llevaron dinero: pesos, dólares y euros. Huyeron por el mismo pozo, de cinco metros de largo por 50 centímetros de ancho, por el que entraron. Hay dos detenidos.
El golpe sucedió el jueves pasado, después de las 20, pero se conoció este domingo. Según pudo saber Infobae, los delincuentes cavaron el pozo muy cerca de cerco perimetral externo, ubicado sobre la avenida Santa María de las Conchas al 4.000. Una vez en el interior del predio, los cuatro intentaron ingresar en tres casas. Mientras, un quinto cómplice los aguardaba en un Fiat Línea de color azul muy cerca de la salida del túnel.
Luego, se dirigieron al lote número 283, ubicado sobre la Ruta 27, entre Toscanelli y Camino de los Remeros. Allí, ingresaron a una propiedad por una ventana. A punta de pistola, redujeron, golpearon y maniataron con precintos a la empleada y a la dueña de casa, una mujer de 66 años. Luego, revolvieron el domicilio en busca de dinero. Se llevaron efectivo que aún no se pudo precisar, algunas tarjetas de crédito y salieron por el mismo túnel que cavaron. Subieron al coche y huyeron.
Cuando la dueña de la casa logró liberarse dio aviso al personal de seguridad del club de campo que, rápidamente, llamó a la Policía. Hay quienes aseguran que hubo testigos del ingreso de los ladrones al predio, quienes también dieron aviso a las autoridades y, según pudo conocer Infobae, “no se descarta que el boquete lo hubieran cavado con anterioridad”.
Fue la Sub DDI de Tigre la que visualizó al Fiat Línea de color azul sospechoso. Al intentar interceptar al auto, se generó enfrentamiento armado pero los delincuentes se dieron a la fuga. En el camino, además, descartaron una mochila con parte del botín, dos pistolas calibre .45, un revólver calibre .32, precintos, guantes de goma y destornilladores.
A través de un trabajo en conjunto, con la DDI de San Isidro y agentes del comando patrulla y de la Estación de Policía Departamental de Seguridad de Tigre lograron atrapar a Horacio Nicolás Martini (30), uno de los cuatro sospechosos de haber robado en el club de campo.
A Martini le incautaron una pistola calibre 9 milímetros, con un cargador y 15 proyectiles. Pero cuando pusieron sus datos en el sistema descubrieron mucho más.
Es que al momento de su captura, Martini no iba a bordo del Fiat azul sospechoso sino en un Volkswagen Voyage rojo con el que, el pasado 10 de mayo, robó y huyó de un local gastronímico ubicado sobre la avenida Liniers 1.700, también de Tigre. En aquella ocasión, según fuentes de la investigación, se llevó $ 224.000 pesos de la recaudación. El local quedaba a tan solo 15 cuadras de su domicilio. Quedó detenido.
Lo cierto es que, al día siguiente del robo tipo comando en el club de campo y cuando los peritos se acercaron a la zona para hacer algunas pruebas, en el lugar donde estaba el boquete apareció un llamativo mensaje idéntico al que escribieron los ladrones del Banco Río de Acassuso: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores”. También había un sobre verde. Mientras, la investigación seguía su curso.
Dos días después del robo, se concretó la segunda detención: Renzo Exequiel Salles (30). Lo arrestaron en su domicilio, en la calle Lago Argentino al 100 en el barrio Stone, del partido de Escobar. En el procedmiento le secuestraron un pistolón, un chaleco de transporte tipo táctico, un reloj y $9.100 pesos, además del Fiat azul sospechoso y la documentación de ese auto.
Tras el allanamiento en la casa de Salles, personal de la Estación de Policía Departamental de Seguridad de Tigre se dirigió al domicilio del detenido Martini. Allí, incautaron $ 75.000 mil, un cargador y municiones. Hasta el momento no pudieron dar con el resto de la banda y hay tres prófugos.
Según supo Infobae, uno de los dos prófugos se hace llamar “Sonry”. La investigación recayó en manos de la fiscalía de Rincón de Milberg, y la causa se investiga como robo calificado en poblado y en banda y portación ilegal de arma de guerra.
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