El último martes, José Ricardo Gómez, un taxista bonaerese, fue víctima de una increíble estafa cuando completó un viaje desde la terminal de ómnibus de Retiro hasta la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe. Al arribar al Palacio de Tribunales rosarino, el pasajero de turno, Gonzalo Oviedo, empleado del Poder Judicial santafesino desde 2016, le solicitó al chofer que aguardara en el vehículo mientras él ingresaba a su lugar de trabajo y buscaba el dinero que precisaba para cancelar los $42.000 que habían acordado como valor del viaje: el hombre nunca apareció.
Fuentes policiales confirmaron a Infobae que Gómez, el conductor, tomó un viaje a las 2 de la madrugad con destino final los Tribunales de Rosario. Al completar el trayecto de 296 kilómetros, el chofer accedió al pedido del pasajero, para que aguardara en su taxi mientras él conseguía el dinero necesario para abonar el viaje.
Cuando eran las 5.25, y tras unos cinco minutos de espera, Gómez notó que el pasajero no regresaba y optó por ingresar al edificio ubicado en avenida Pellegrini y Balcarce para buscar ayuda y ubicar al presunto estafador. Gracias a la intervención policial y la ayuda de algunos testigos, Oviedo, de 30 años, fue encontrado en el sector de archivos, situado en el pasillo de la planta baja de la calle Balcarce, y vestido de manera distinta al momento de comenzar el viaje.
Así, fue detenido y puesto a disposición de la Justicia, acusado de estafa.
Fuentes judiciales del caso informaron que, durante la audiencia imputativa del último miércoles, el fiscal Franco Carbone le atribuyó los delitos de estafa, por los cuales solicitó la prisión preventiva efectiva. El juez de primera instancia, Dr. Florentino Malaponte, hizo lugar a la solicitud del fiscal y dispuso el encierro del acusado hasta el próximo 8 de julio.
“Dentro de todo, salió bien, porque va a poder recuperar dentro de un tiempo el importe”, indicó Cecilia Céspedes, operadora de la empresa de taxi para la que maneja Gómez, en diálogo con Cadena 3. La mujer también explicó que lo que le ocurrió a Gómez es una problemática que puede darse cuando el valor del viaje se arregla por fuera de la compañía: “Nosotros chequeamos los datos del pasajero, pedimos identificación y un adelanto del pago. Si se niega, el viaje no se hace”.
En tanto, la operadora de la empresa contó que cuentan con un sistema de rastreo satelital mediante el cual pueden detener electrónicamente el vehículo cuando no saben qué le ocurre al chofer o no contesta. “Esto es habitual. Pasa muchísimo. No sólo con viajes largos, sino con viajes cortos en los que dicen que no tienen dinero, van al cajero y dicen que les tragó la tarjeta. En Capital, el policía te dice que no es robo, no es hurto y no se cataloga como estafa porque son importes bajos”, lamentó Céspedes.
Además del delito de estafa, el imputado, quien reside en la ciudad de Funes, en el Gran Rosario, enfrenta otro cargo por encubrimiento, a raíz del auto robado marca Citroën C3, de color bordó. que encontraron los investigadores en su casa, que fue allanada tras el pedido del fiscal Carbone.
El pasado 19 de mayo, a las 15:20, unidades policiales fueron alertadas por personal de monitoreo de cámaras al observar que un automóvil circulaba por boulevard Oroño sentido al norte, sobre cuyo dominio pesaba un pedido de captura activo. En consecuencia, personal policial desplegado en las inmediaciones del lugar se dirigió hasta el lugar y divisó al vehículo descripto en el interior de la playa de estacionamiento de un hipermercado ubicado en Oroño y Ombú.
En ese momento, Oviedo se encontraba sentado en el interior del automóvil, más precisamente en el asiento del conductor, y al requerirse informes el operador de turno manifestó que la chapa patente colocada en el vehículo pertenecía a un Volkswagen T-Cross color gris oscuro, con pedido de captura desde el 4 de mayo de este año tras haber sido sustraído en un hecho de robo calificado el día anterior en calle Pasco al 800, de la ciudad de Rosario.
SEGUIR LEYENDO: