Mató a su ex y simuló un suicidio, pero la nena de la víctima lo vio y contó todo: le dieron perpetua

Gerardo Nievas fue condenado por un tribunal de Rosario por el femicidio de Noelia García. El crimen ocurrió en 2018 cuando la mujer pretendía llevarse a los hijos que tenían en común a vivir a Buenos Aires

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El veredicto se dictó ayer por la tarde y Nievas fue condenado a perpetua
El veredicto se dictó ayer por la tarde y Nievas fue condenado a perpetua

Un tribunal de Rosario condenó a prisión perpetua a Gerardo Nievas (32) por el femicidio de su ex pareja Noelia García. El crimen ocurrió en 2018 y, según quedó demostrado en el juicio, Nievas ahorcó a la víctima con un cable y luego intentó simular que la mujer se había suicidado. La declaración de la hija de 10 años de Noelia fue clave: la nena fue testigo del homicidio. Además, el fiscal del caso, Gastón Ávila, recolectó una serie de pruebas que desarmó el relato del femicida.

El tribunal integrado por los jueces José Luis Suárez, Hebe Marcogliese y Trinidad Chiabrera condenó este martes por la tarde a Nievas por el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. Con el veredicto condenatorio, los jueces le dieron la derecha al fiscal Ávila, quien había solicitado el 31 de mayo pasado, la pena de prisión perpetua por haber asesinado a quien su ex esposa y madre de sus tres hijos.

En el juicio, el fiscal demostró que Nievas esa noche del 23 de octubre de 2018 utilizó el cable de un ventilador y ahorcó a Noelia hasta matarla. Luego, llamó a la Policía y dijo que la mujer se había suicidado. Las pruebas en contra del femicida fueron contundentes. Como, por ejemplo, rastros de ADN en las uñas de la víctima y mensajes de WhatsApp que la mujer intercambiaba con amigos, donde les revelaba sus deseos de terminar la relación, irse a Buenos Aires y llevarse a sus hijos.

Centro Judicial Penal de Rosario
Centro Judicial Penal de Rosario

Esto último habría sido el motivo por el cual Nievas mató a su esposa. Tiempo atrás, el hombre había ejercido violencia género contra Noelia. Según quedó demostrado en el juicio, la había golpeado ferozmente en dos oportunidades y, por ese motivo, la víctima había tomado la decisión de dejarlo y llevarse a los chicos.

Sin embargo, la prueba que terminó por hundir el relato de Nievas fue el testimonio de la hija de 10 años de Noelia. La nena presenció el crimen y en Cámara Gesell relató cómo fue el asesinato de su madre. Tras acreditar que el relato era verosímil, sumado al resto del plexo probatorio en contra del imputado, ya no había muchas dudas de lo que había ocurrido aquella fatídica a madrugada de 2018.

Tras el fallo, el fiscal Ávila destacó durante conferencia de prensa que la clave para establecer que se había tratado de un femicidio fue el testimonio de la niña, “que vio cuando el hombre asesinó a su madre”. Y relató que “esa madrugada, Nievas mató a García porque ella quería llevarse a los tres hijos que tenían en común a Buenos Aires”.

“En ese contexto, el condenado montó una escena que quiso hacer lucir como un suicidio, pero además del testimonio de la hija menor, de médicos, de familiares y de otras pericias, pudimos derribar ese relato y probar que en realidad se había tratado de un femicidio”, señaló el fiscal.

Según lo que se ventiló durante el debate en el Centro de Justicia Penal de Rosario, ese 23 de octubre de 2018, cerca de las 4.45, en una vivienda ubicada sobre la calle Juan B. Justo al 5.800, Nievas ahorcó a quien era su ex esposa y madre de sus tres hijos, que por entonces tenían 5, 6 y 8 años.

Mientras la estrangulaba con el cable del ventilador, le colocó una almohada sobre el rostro. Una de las hijas de la víctima se levantó al escuchar los gritos de su madre, vio lo que sucedía y le dijo a Nievas “que la soltara”. El femicida le respondió a la nena que la estaba “ayudando a respirar”.

Posteriormente, fue él quien llamó a la Policía y les dijo a los agentes que, en un momento, se levantó para ir al baño y se topó con el cuerpo de Noelia, quien se había ahorcado con un cable atado a un ventilador.

Oriunda de la provincia de Buenos Aires, Noelia se había mudado Rosario en 2009, en ese entonces fue que conoció a Nievas. Ambos convivieron en la casa donde fue asesinada hasta el 2015, cuando ella pidió la exclusión de hogar.

Ante esto, Noelia regresó a Buenos Aires, donde volvió a formar una familia con dos hijas de parejas anteriores, aunque viajaba regularmente a Rosario para ver a sus hijos, que por ese entonces vivían con Nievas. Precisamente, en uno de esos viajes en el que la víctima fue acompañada por su nena de 10 años, el ahora condenado la mató, ya que se negaba a que se llevara los niños que tenían en común.

“La amenaza constante de impedir el vínculo con sus hijos es una forma de mantener su poder sobre ella. La violencia detallada se plasmó durante el tiempo de convivencia de la pareja y prosiguió una vez separados”, alegó el fiscal durante el juicio, en el que el tribunal por unanimidad falló contra Nievas imponiéndole en primera instancia la máxima pena.

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