Carlos Alberto Cáceres (43) el lunes por la noche robó un micro escolar en el barrio porteño de Villa Luro y escapó a toda velocidad por la avenida General Paz, Camino Negro y Camino de Cintura llevándose todo por delante y mientras lo perseguían 15 patrulleros: chocó 21 vehículos y cuando los policías se le acercaron, les disparó con un arma que luego, se sospecha, descartó en el camino. Fueron 22 kilómetros de locura que finalizaron la altura de la localidad de Luis Guillón, en el partido de Esteban Echeverría. Durante el violento episodio, el sospechoso sufrió algunas heridas y debió ser trasladado a un hospital de Monte Grande en calidad de detenido. Pero, según pudo saber Infobae, la Justicia bonaerense lo dejó en libertad.
En la investigación intervino la titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Esteban Echeverría, Verónica Cifarelli, quien, tras la aprehensión de Cáceres, dispuso iniciar actuaciones por el delito de lesiones culposas, según confirmaron fuentes del caso a Infobae. La fiscal, además, solicitó que se realice un inspección técnica de los vehículos involucrados, que el personal de Policía Científica haga las pericias correspondientes y que se releven las cámaras de seguridad que pudieron haber registrado el hecho.
Además, como parte de las primeras medidas, se averiguó el pasado de Cáceres y salieron a la luz sus antecedentes: en febrero de 2020 fue arrestado por una tentativa de robo en el ámbito de la Ciudad de la Ciudad de Buenos Aires. Pero eso no fue lo único: entre junio de 2018 y febrero de 2019 también estuvo detenido bajo control del Servicio Penitenciario Bonaerense por el delito de desobediencia.
Sin embargo, el sospechoso ahora está libre, por lo que la víctima del robo hará en las próximas horas la denuncia correspondiente dado que la Justicia no tuvo en cuenta ese delito al momento de imputar a Cáceres.
Según pudo saber este medio, de fuentes vinculadas a la causa, Damián, el dueño del micro escolar robado, “presentará la denuncia correspondiente contra el delincuente y pedirá un resarcimiento por los daños, porque se quedó sin trabajo al perder el vehículo”. Desde el estudio de Matías Morla, que patrocina a la víctima, avisaron que solicitarán la urgente la detención del sospechoso.
El caso
Cáceres había robado el micro en la esquina de las calles Zelada y Mozart, sin percatarse que el dueño del vehículo llegó a verlo y comenzó a seguirlo por su cuenta a bordo del auto de un amigo, no sin antes darle aviso al 911.
A través de las cámaras del Anillo Digital, la Policía de la Ciudad observó que el micro iba por la avenida General Paz, a la altura de Emilio Castro y en dirección a la provincia de Buenos Aires. Fue en ese momento que el personal de la Comisaría Vecinal 8C, junto a agentes de la unidad de Despliegue de Intervenciones Rápidas y Servicios Especiales (DIRySE), comenzaron la persecución.
El delincuente efectuó varios disparos y continuó hacia la autopista Juan Domingo Perón, comúnmente llamada Camino Negro, y obligó a la intervención de la Policía Bonaerense. Ya esa altura, la escena era insólita. Un micro escolar a toda velocidad y los patrulleros de dos de las fuerzas policiales más importantes del país detrás suyo. En el medio, cientos de vehículos que quedaron a merced del tiroteo.
El intento de fuga de Cáceres fue transmitido casi en vivo a través de las redes sociales de los testigos que observaron cómo el delincuente les pasaba a centímetros de distancia con el micro. Las imágenes que se viralizaron en segundos, mostrando la tensión, el ruido de las sirenas y el violento desenlace.
La fuga de Cáceres siguió en Camino de Cintura, donde el sospechoso chocó con una impresionante cantidad de vehículos en la esquina con San Martín, ya en Luis Guillón: embistió, al menos, 16 autos particulares, una ambulancia y cuatro patrulleros. Fue luego de que perdiera el control, a raíz de que los policías le seguían disparando a los neumáticos y al motor del colectivo robado.
La parte delantera del micro terminó completamente destruida.
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