Luego de que se encontraran restos humanos en una calle de Villa Fiorito, efectivos policiales descubrieron que se trataba del herrero Daniel Tomás Silvero de 56 años. Su pareja Laura Marcela Campos (46) y sus dos hijos quedaron detenidos. En un principio la acusada confesó el crimen ante la policía y este viernes ratificó sus dichos ante la Justicia. Allí no solo confirmó que lo mató y descuartizó, sino que indicó era víctima de violencia de género. En el marco de la investigación, se descubrió que el hombre tenía dos denuncias por abuso sexual.
La aparición de dos piernas en Lomas de Zamora desencadenó una estremecedora historia. El miércoles pasado, una de las hijas de Silvero denunció la desaparición de su papá debido a que recibieron un presunto mensaje de él donde le indicaba que se iría a alquilar a otro domicilio y cambiaría el chip de su celular. De inmediato sospecharon y alertaron a la policía sobre su desaparición. Al día siguiente, empleados municipales dieron con los restos humanos en una esquina del barrio.
Al iniciar la investigación, se descubrió que el hombre tenía dos causas por abusos sexuales. La primera fue en 2010, donde lo denunciaron por violar a su hija biológica, pero el expediente quedó archivado. En 2019 se radicó la denuncia en su contra por el presunto abuso sexual contra la hija de Campos, quién en aquel momento tenía 12 años. La causa continúa en trámite y se estima que fue uno de los motivos que impulsó al homicidio.
El jueves, a pareja de la víctima fue detenida junto a sus dos hijos carniceros y confesó el crimen ante la policía. Sin embargo, este viernes ratificó sus dichos ante la fiscal de la causa, Marcela Juan a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 16 Especializada en Violencia de Género y Violencia Familiar del departamento judicial de Lomas de Zamora. Allí confirmó que fue la responsable de matar a su esposo y quedó imputada por “homicidio agravado por el vínculo y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
Si bien no trascendieron detalles sobre el vínculo que mantenían, voceros judiciales indicaron a Telam que más allá de la confesión del crimen, la mujer también remarcó que “era insoportable” vivir con Silvero y sostuvo que era un hombre “violento abusador”. De hecho, ante la denuncia que ya había radicado por la violación de su hija, consideró que no podía dejarla sola con él, de hecho, trascendió que los hermanos mayores de la nena se turnaban para cuidarla.
A poco de descubrirse el crimen trascendió que los dos hijos carniceros de la mujer habrían ayudado a desmembrar el cuerpo del hombre, sin embargo, Campos no los involucró. Aún así, la justicia definió imputarlos como “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” y se negaron a declarar ante la fiscal. De la audiencia la fiscal solicitó al Juzgado de Garantías interviniente convertir en detención la aprehensión de Campos y sus hijos.
Más allá de reafirmar ser la autora del hecho, como parte de la investigación se descubrió un video del pasado 1 de junio donde Silvero fue captado por una cámara de seguridad. Las imágenes resultaron significativas en la investigación dado que ese día a las 20 horas llegó en un auto blanco a la vivienda de su pareja y luego no se lo observó más en el lugar.
Al ser indagada por la policía, la mujer aseguró que mató a golpes a Silvero, luego descuartizó el cuerpo y arrojó el cadáver seccionado en distintas zonas de Lomas de Zamora. Al investigar sus dichos, se encontraron partes del cuerpo en un descampado como así también la cabeza de la víctima dentro de un balde de cemento que fue arrojado al río.
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