La justicia mendocina confirmó que el hijo de 9 años de un hombre que murió por envenenamiento en febrero en Guaymallén, provincia de Mendoza, falleció por la ingesta de la misma sustancia que su padre, cuya pareja se encuentra detenida acusada de doble homicidio.
La fiscal de Homicidios de Mendoza Claudia Ríos confirmó en las últimas horas que la pericia realizada sobre la historia clínica de Elías Aquino indica que murió como consecuencia de la ingesta de un líquido anticongelante para autos, el mismo que fue hallado en el cuerpo de su padre, Rolando Aquino, y que se le cree que le fue suministrado por su pareja, Karen Oviedo (31).
La pericia conocida hoy había sido requerida por la fiscal Ríos en marzo, cuando solicitó que se analizara detenidamente el historial clínico del niño cuando fue asistido en el hospital pediátrico Humberto Notti.
Tras la revisión realizada, especialistas del Cuerpo Médico Forense concluyeron que al niño también le suministraron etilenglicol, un líquido que contiene anticongelante para autos, indicaron las fuentes. Este informe confirmó la sospecha de los investigadores que apuntan a Oviedo como autora de los dos homicidios.
El caso comenzó a investigarse tras la muerte de Rolando Aquino, ocurrida el 9 de febrero en Guaymallén, a raíz de un cuadro de envenenamiento por el que fue imputada el 16 febrero Oviedo, a quien la fiscal le atribuyó el delito de homicidio agravado por el vínculo.
Tras esa muerte, la madre de Elías y ex pareja de Rolando Aquino, se presentó ante la Justicia y contó que años antes, en 2017, el hijo que ella había tenido con la víctima, Elías, había muerto también a pesar de que era un niño sano y muy activo.
Según la mujer, la muerte ocurrió tras pasar las vacaciones de invierno en la casa de su padre, cuando se descompensó de repente, entró en coma y no volvió a despertar.
Con la declaración de la madre de Elías, la fiscal Ríos inició una investigación, en el marco de la cual estableció que Oviedo había comprado mediante el sitio Mercado Libre una sustancia llamada etilenglicol, que se encuentra en los refrigerantes de autos.
Por tal motivo, Ríos imputó a la mujer por el delito de homicidio agravado por procedimiento insidioso de padre e hijo, añadieron las fuentes.
Todo comenzó el 8 de febrero pasado, cuando Aquino murió tras una intoxicación severa en la clínica donde estaba internado en la ciudad de Mendoza. Por tratarse de una muerte dudosa, los investigadores sospecharon de la mujer y, al ser indagada, notaron irregularidades en su declaración.
Oviedo aseguraba que su pareja estaba tomando un medicamento por un problema en la piel. Sin embargo, cuando le pidieron que entregue ese fármaco al que aludía, ella aseguró que una empleada lo había tirado a la basura. Si ya tenían sospechas sobre Oviedo, esa última respuesta terminó de convencerlos de que algo no andaba bien.
Pero cuando le preguntaron a la empleada sobre la afirmación que había dado Oviedo, según reconstruyó el diario local El Sol, la mujer lo negó rotundamente. Dijo que no había tirado el recipiente y que “su patrona” era quien le suministraba “jugo de una marca específica con la medicación para la enfermedad en la piel.
El mismo medio relató que el fin de semana antes del deceso, Aquino comenzó a vomitar y presentar convulsiones. Se negaba a ingerir lo que le daba su mujer y le pidió por favor que no lo hiciera más, escuchó la testigo.
Ante esto, la fiscal Ríos dispuso, en primera instancia, dejar demorada a la mujer, y así procedió a allanar la vivienda ocupada por ambos, ubicada en calle Manuel A. Sáez, de Villa Nueva, Guaymallén, donde además funcionaba un almacén. Luego, su detención.
SEGUIR LEYENDO