Siete detenidos, otros 12 sospechosos investigados y más de 160 dispositivos de almacenamiento secuestrados fue el resultado de una serie de allanamientos realizados por orden de la fiscal María Soledad Garibaldi en las últimas horas en la zona Sur de la región metropolitana de Buenos Aires: se desbarató una organización dedicada a la comercialización de material de abuso sexual infantil.
Según informaron fuentes policiales y judiciales, los movimientos ilegales de la red de pedófilos fueron advertidos como los de muchas otras investigaciones: a través del National Center of Missing and Exploited Children (NCMEC), un organismo establecido por el Congreso estadounidense que se encarga de detectar estos casos, y que recibe a su vez reportes de plataformas online como redes sociales o correos electrónicos.
Esta vez, la NCMEC hizo llegar a la Justicia argentina denuncias en las que alertaba que varios usuarios argentinos habían utilizado cuentas de Kik, WhatsApp, Facebook, Gmail, Microsoft y Twitter para distribuir una gran cantidad de archivos que mostraban a menores de 13 años siendo abusados.
En el caso tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 8 del Departamento de Lanús, a cargo de la fiscal Garibaldi, y la División Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia de la Policía Federal, todo en el marco de la Operación Infancia Segura.
La investigación encontró que durante 2020 y 2021 las personas investigadas habían hecho circular fotos y/o videos compatibles con representaciones de abuso sexual infantil, algunas de las cuales involucraban a bebés. Los responsables fueron identificados y los detectives llegaron así a sus 19 domicilios, en las localidades de Lanús, Remedios de Escalada, Valentín Alsina, Piñeyro, Villa Caraza, Gerli y Villa Fiorito.
En los allanamientos que hizo la Policía Federal este miércoles en simultáneo, los agentes detuvieron a siete hombres de entre 21 y 65 años. Dos de ellos, además de la tenencia y distribución de imágenes, están acusados de producirlas en las mismas viviendas donde fueron arrestados.
Los policías también secuestraron 46 teléfonos celulares, 5 tablets, 9 CPUs, 14 notebooks, 3 netbook, 2 monitores, 24 discos rígidos, 5 pendrives, 7 cámaras, 12 tarjetas de memoria, 3 PC de escritorio, 2 memorias, 4 tarjetas SIM, 1 diskette, 9 videocassettes, 3 dispositivos USB, 1 PlayStation 4, 1 Xbox, 2 módem de conexión y 1 placa madre.
Los procedimientos fueron autorizados por los jueces Brenda Madrid, Estela del Carmen Mollo, José Luis Arabito y Esteban Baccini, titulares de los Juzgados de Garantías 1, 2, 3 y 4 del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, respectivamente.
Los imputados detenidos fueron alojados en comisarías de Quilmes y Berazategui, a la espera de ser convocados a la audiencia de indagatoria con la fiscal Garibaldi.
Los delitos que se les imputan están contemplados en el artículo 128 del Código Penal de la Nación, que indica que “será reprimido con prisión de tres (3) a seis (6) años el que produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda representación de un menor de dieciocho (18) años dedicado a actividades sexuales explícitas o toda representación de sus partes genitales con fines predominantemente sexuales”.
En el artículo se aclara, además, que la escala penal “se elevará en un tercio en su mínimo y en su máximo cuando la víctima fuere menor de trece (13) años”, como en este caso.
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