Erasmo Chukel, ex intendente de Garaví, una pequeña localidad del departamento de Santo Tomé, en la provincia de Corrientes, fue condenado en las últimas semanas por el abuso sexual de una nena de 12 años.
La investigación contra Chuquel comenzó en 2017 cuando la madre de la víctima -que hoy tiene 17 años- denunció al ex funcionario ante la Comisaría del Menor y la Mujer en la ciudad de Gobernador Virasoro, de donde es oriunda la adolescente y su familia, a quien el ex jefe comunal conoció a través de su pareja.
Si bien la defensa de Chukel logró dilatar el proceso, el fiscal Victor Facundo Daniel Cabral elevó la causa a juicio. Finalmente, el 12 de mayo pasado, en una sola audiencia, los jueces María Alejandra Petrucci de Oharriz, Rodrigo López Lecube y Manuel Horacio Pereyra del Tribunal Oral N°6 de Santo Tomé condenaron al ex funcionario a la pena de 6 meses de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple de una menor de 13 años.
Las pruebas que constan en la causa contra quien fue intendente de Garaví hasta 2021 -cuando fue reemplazado en el cargo por su hija, Paola Chukel- son la declaración de la víctima en Cámara Gesell, el informe psicológico que acreditó el impacto traumático de lo ocurrido en ella y las anotaciones de su propio diario íntimo.
Esta fue la prueba que su madre presentó en la comisaría al momento de hacer la denuncia. En esas páginas, según consta en la sentencia a la que tuvo acceso Infobae, la víctima había escrito de puño y letra una situación con Chukel que alertó a su mamá, que también encontró en su teléfono mensajes que el acusado le enviaba a su hija.
En ese cuaderno la nena indicó haber sentido “asco” tras haber besado al ex intendente, que estaba de visita en su casa. “Ahora me jode y yo no le quiero ni ver. Es horrible: él tiene 50 años y yo tengo solamente 12, y cuando le besé no sabía qué estaba haciendo y me re arrepiento. Le odio también”, escribió.
Si bien la niña ratificó esas acusaciones en la Cámara Gesell y añadió que el ex intendente y dirigente de ECO+Cambiemos la molestaba y, en una ocsaión, llegó a tocar sus piernas, los jueces consideraron que lo descripto en su diario íntimo es una prueba contundente de la veracidad de la denuncia.
Esto fue acompañado por el informe psicológico realizado a la víctima, que evidenció en su relato “retraimiento, inhibición de la espontaneidad, bloqueo emocional, tendencia a la depresión, protección escasa por parte de su grupo primario” e incluso autolesiones.
A su turno, la defensa del ex funcionario, encabezada por el abogado Tomás Silvano, pidió la absolución para Chukel bajo el argumento de que la frase “lo besé”, expresada por la víctima, deja lugar a interpretar que pueda haber sido en la mejilla, a modo de saludo. También que la “molestia” que sintió la menor cuando él la tocó en su pierna no puede ser considerada un abuso. Estos argumentos fueron desestimados por el tribunal.
Tras exhibir los distintos elementos de prueba de la causa y escuchar los testimonios de distintos familiares y allegados de la víctima y el acusado, la fiscal de juicio Anahí Tabacchi consideró por probado el comportamiento abusivo de Chukel sobre la menor y solicitó una pena de seis meses de prisión, de cumplimiento en suspenso que, finalmente, el tribunal concedió.
Se trata de la pena mínima para este delito que, sin agravantes, prevé penas de hasta cuatro años de prisión.
Chukel, que se declaró inocente y evitó declarar durante el juicio, alegó al momento de la acusación que la denuncia tenía un trasfondo político. “Confío plenamente en la Justicia, y a pesar de que es una acusación muy dura, vamos a esperar a que la Justicia haga su trabajo y le dé el tratamiento que corresponda a este caso”, manifestó el ex jefe comunal en su momento.
En su resolución, los jueces consideraron que la pena debe ser cumplida bajo la modalidad de ejecución condicional “atento la personalidad moral del imputado, no advirtiéndose mayor peligrosidad en el mismo más allá de lo ya enunciado, a las características del ilícito cometido y a que debe preservarse del cumplimiento efectivo de la pena en establecimientos penitenciarios en caso de primera condena teniendo en cuenta las gravosas consecuencias deteriorantes de la prisionización”.
El tribunal ordenó, además, a Chukel a fijar una residencia que no podrá variar sin dar aviso por el plazo de dos años, por el cual deberá además abstenerse a consumir bebidas alcohólicas y concurrir a lugares de expendio o consumo de alcohol. También deberá presentarse cada tres meses a un control frente a personal policial y evitar todo tipo de contacto y acercamiento con la víctima.
Finalmente, los jueces dispusieron también que la adolescente, que ya está próxima a cumplir la mayoría de edad, continué con asistencia de la Asesoría de Menores de Gobernador Virasoro para asegurar que cuente con apoyo psicológico y habitacional y garantizar su escolarización.
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