El nuevo juicio por el crimen de María Marta García Belsunce iba a comenzar el pasado 1° de junio pero se suspendió porque uno de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro dio positivo de COVID-19. Este míercoles, desde las 11, se hará una audiencia con las partes para fijar la nueva fecha de inicio del debate que tiene al vecino Nicolás Pachelo (45) y a dos ex vigiladrores del country Carmel de Pilar como acusados del homicidio de la socióloga, ocurrido en 2002.
La audiencia será a las 11 en la sala del entrepiso de los tribunales de San Isidro, ubicados en Ituzaingo 340, en el Norte del Conurbano, y allí se acordará con los jueces Osvaldo Rossi, Federico Ecke y Esteban Andrejin, además de la nueva fecha del comienzo del juicio; otras cuestiones organizativas, como la forma de participación de los imputados, el modo en que se recibirá la prueba testimonial y la estimación de la duración de las jornadas.
Pachelo es el único de los imputados que está detenido: permanece preso desde 2018 acusado por una serie de robos y hurtos en countries y será enjuiciado por el mismo tribunal una vez que finalice este juicio.
En tanto, Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45), ex vigiladores del barrio cerrado de Pilar donde ocurrió el crimen, llegan en libertad. A los tres les endilgan los delitos de “robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado”, que prevén prisión perpetua.
El tercer juicio por la causa García Belsunce se iniciará con un pleito entre los jueces y los fiscales. El mes pasado los miembros del Ministerio Público Fiscal de San isidro que participarán del debate recusaron al tribunal por su presunta “pérdida de imparcialidad” y pidieron una serie de nulidades para que se suspenda el juicio con estos magistrados.
La Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro emitió una resolución al respecto, pero resolvió que sean los jueces de los tribunales orales que nunca participaron del caso quienes definan o no la recusación de sus pares, con lo cual los fiscales esperan la intervención del Tribunal de Casación.
El fiscal general de San Isidro, John Broyad -uno de los cuatro fiscales que participó hace 15 años del primer juicio por el caso-, decidió reforzar el equipo que llevará adelante la acusación y a los tres fiscales que ya estaban designados, que son Andrés Quintana, Matías López Vidal y Federico González, les sumó a uno de sus adjuntos en Fiscalía General, Patricio Ferrari, y a Diego Callegari.
La defensa de Pachelo estará a cargo del abogado Roberto Ribas; la de Glennon, de los letrados Sergio Loto y Agustín Palladino; y la de Ortiz, de las defensoras oficiales María Ventresca y María Eugenia Nigro.
Por primera vez en la historia de la causa, el viudo Carlos Carrascosa (77) actuará como particular damnificado, con la asistencia del abogado Gustavo Hechem, tras casi 20 años en los que fue imputado, juzgado, condenado, primero por encubrimiento; y luego a perpetua como autor del homicidio. Tras estar preso entre 2009 a 2015 en un penal y un año más con prisión domiciliaria, recuperó la libertad y fue absuelto por la Corte Suprema en 2020.
Carrascosa será el primer testigo del debate y después de él desfilarán otros 144 a lo largo de 31 audiencias que se realizarán los lunes, miércoles y viernes hasta el 31 de agosto.
Tras la absolución del viudo fue que se encargó que se investigue una nueva línea que lleve a los asesino de García Belsunce. La fallecida fiscal María Inés Domínguez y Andrés Quintana lideraron esa misión y así decidieron acusar a Pachelo y los ex vigiladores: la hipótesis es que ese 27 de octubre de 2002 los acusados que entraron a robar en la casa del matrimonio de la víctima y la mataron cuadno los descubrió.
Según su hipótesis, el robo fue el móvil del crimen y está probado por el faltante de un cofre metálico de la asociación benéfica “Amigos del Pilar” donde la víctima era tesorera y que ella guardaba en su casa de Carmel con dinero, tres chequeras y la llave de una caja de seguridad.
La clave de la imputación fue la nueva hora del asesinato, fijada por un forense a las 18.30 y que ese día se ubicó a Pachelo en Carmel entre las 17.34 y las 18.59, es decir que se retiró 29 minutos después de cometido el homicidio.
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