El misterio de las 5 toneladas del “porro del gorila”: ¿quién es el jefe del narco Riquelme?

Oscar Servián Riquelme, oriundo de Paraguay, fue arrestado por la Policía Bonaerense como el encargado de mover uno de los mayores envíos de marihuana de la historia reciente. Sin embargo, el logo en la droga y una libreta con contactos policiales plantean interrogantes más oscuros

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Servián Riquelme tras ser detenido por la Bonaerense.
Servián Riquelme tras ser detenido por la Bonaerense.

A comienzos de febrero de este año, un llamado anónimo llegó a la Justicia federal y a la Policía Bonaerense. Señalaba una casa en Monte Grande donde se vendía marihuana, con un traficante que había recibido un bulto de 200 kilos. Había mucho más, en realidad. El traidor que llamaba delató a las autoridades la mayor bajada de hierba paraguaya en la historia provincial reciente.

El caso quedó en manos del juez Federico Villena, con la Delegación Ezeiza de Investigaciones del tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense - el cuerpo de elite que capturó, por ejemplo al “Rengo” Pacheco, jefe narco de San Martín y desmanteló a su clan, así como operativos históricos contra “Mameluco” Villalba y su familia, a cargo del comisario Maximiliano Anauati. Así, irrumpieron en la casa de Monte Grande. El hombre en el teléfono no mentía. Encontraron 130 kilos dentro de un Peugeot 207. Luego, siguieron la pista hasta un campo en San Andrés de Giles, donde envueltos en fardos encontraron casi 4 toneladas y media.

En los últimos días, esa marihuana fue quemada en una incineración de rigor por personal de Drogas Ilícitas. Tras el humo, quedan varios enigmas.

El sticker del gorila en su versión roja.
El sticker del gorila en su versión roja.

Para empezar, era marihuana prensada de alta calidad, muy superior a la media del mercado dealer, con un contenido elevado de THC según análisis practicados y un precio que supera los 1500 pesos por 25 gramos. Tampoco eran panes anónimos. Tal como la cocaína boliviana, la marihuana incautada en San Andrés de Giles y Monte Grande estaba marcada con una imagen especial, un gorila de montaña congolés de espalda plateada, en dos versiones: gorila rojo y gorila negro. No es la primera vez que este porro aparece en el mercado narco local. En septiembre de 2021, otro buchón e informante delató al brasileño Carlos Biazuz, prófugo en su país, convertido en transportista de la Triple Frontera. El buchón aseguraba que Carlos vendría desde Misiones en su Scania con una megacarga de hierba. Así, la Policía de la Ciudad lo rastreó y le dejó encender el motor. Lo detuvieron en la ruta 14 en Entre Ríos. Le encontraron 2070 kilos marcados con el simio y lo arrestaron. El caso de Biazuz, inicialmente investigado en Campana, terminó en manos del Juzgado Federal de Gualeguaychú, con una serie de marchas y contramarchas por el cambio de jurisdicción.

Hubo varios detenidos al comienzo del caso tras el allanamiento inicial, seis arrestados sin historia en el narcotráfico bonaerense. Les encontraron armas 9 milímetros Bersa y Glock con la numeración limada, 101 balas, anotaciones varias y vehiculos. Con el tiempo, cayó un jefe, o una figura de mayor jerarquía.

Oscar Servián Riquelme, oriundo de Paraguay, fue detenido en Villa Fiorito con una bolsita de cocaína que intentó descartar en el inodoro y poco más de cuatro kilos de porro, 132 mil pesos en efectivo, dos teléfonos celulares,una balanza. También arrestaron a su pareja, que estaba en el lugar. Servián no parece un narco terrible. En los papeles de la AFIP, Servián Riquelme está registrado como albañil, con domicilio en la Villa 15 de Lugano. No tiene antecedentes penales, según su defensa, su nombre no figura en causas previas en fallos de la Justicia federal bonaerense. A comienzos del mes pasado, su pareja fue beneficiada con la prisión domiciliaria, pero Servián quedó en la cárcel luego de que su defensa pidiera su excarcelación y la apelara ante la Sala II de la Cámara Federal platense. Dijo que trabajaba como albañil, algo que no pudo comprobar.

Para la Bonaerense, Servián Riquelme es el encargado de acondicionar y mover esas cinco toneladas.

Video: los fardos de marihuana de la banda.

Servián Riquelme, según documentos judiciales, ingresa a la trama porque uno de los acusados lo señaló en su indagatoria como responsable de pagar 50 mil pesos por un supuesto mandado narco. Empleaba un alias. La pericia a un teléfono incautado delató su identidad. Así, lo detuvieron. Se negó a responder preguntas ante el juzgado federal del caso, se limitó a asegurar que su pareja no tenía nada que ver con la hierba.

Las pruebas no lo favorecían: Villena relató en su procesamiento que, desde su teléfono, Servián Riquelme le compartió la ubicación del campo de San Andrés de Giles a otro de los imputados. Esto, para el juez, es prueba de que Servián -apodado “El Paragua” dentro de la banda, un alias de escasa imaginación- se presentó en el campo para retirar la marihuana.

También le pincharon el teléfono. Villena destaca en su procesamiento, citado por la Cámara Federal platense. En una charla, un hombre le dice: ‘Sí, se llevaron toda la plata, el millón seiscientos mil que le tenía que dar al camionero. El tipo me golpeó todo mal con la pistola ¿Quién yo voy a saber quien más entra?’” Riquelme le respondió: ‘Si, yo te voy a llevar ahí, yo preparé todo”.

También, le encontraron un cuaderno con una agenda: detallaba la jerarquía de la Delegación Paso de Los Libres de la Policía Federal en Corrientes, un punto clave para cualquier movimiento de marihuana por tierra, con sus nombres y números de contacto. También, la de una comisaría de Bella Vista de la Bonaerense. Por lo pronto, se desconoce si Servián tenía trato fluido con policías. Solo está este cuaderno.

La agenda policial incautada a Servián Riquelme.
La agenda policial incautada a Servián Riquelme.

La duda es obvia: Servián Riquelme parece un intermediario, no podría ser el dueño de la montaña de marihuana. Los detectives del caso sospechaban del Primeiro Comando da Capital, el PCC, la banda brasileña que se adueñó del juego narco en Paraguay y amenaza la Triple Frontera, pero no hay una pieza de inteligencia que vincule a Servián al Comando.

También, queda la pregunta de quién sería su jefe. La Bonaerense tiene una pista al respecto.

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