Josías Ezequiel Galeano, de 15 años, era intensamente buscado desde el pasado 30 de abril, fecha en que salió de su casa en el barrio Villa Blanquita de Oberá, provincia de Misiones, para ir a cortarse el pelo. Jamás volvió. Luego de 34 días sin rastros del adolescente, este fin de semana, encontraron su cadáver sumergido en un pantano. Ahora, investigan las causas de su muerte.
A medida que pasan las horas se van conociendo más detalles del hallazgo, que se produjo este viernes 3 de junio en horas de la tarde en un bañado situado en el barrio San Miguel, a unos 6 kilómetros de donde vivía el joven. La consternación es total. No solo porque las inmediaciones de la zona habían sido rastrilladas previamente, sino también por el estado de avanzada descomposición en que se encontraba el cuerpo del adolescente.
“Estaba semihundido en el agua. El cráneo, la cara y el cuello carecían de partes blandas producto de la acción de la fauna regional. También le faltaban ambos pies. En un principio fue imposible confirmar si se trataba o no de Josías”, indicaron fuentes de la investigación a los medios locales. Por eso, a criterio del juez no fue recomendable la presencia de los padres en el lugar. Aunque si se les notificó del hallazgo y las presunciones.
Finalmente, durante la autopsia que se realizó en la morgue judicial de Posadas este sábado, se determinó que el cuerpo era el del joven desaparecido. “Fue gracias a la descripción de tres tatuajes que coincidían con lo denunciado por la madre: una palmera, una luna y un jugador de básquet con una pelota. Uno en cada antebrazo y otro en una pierna”, confirmó un vocero oficial a Oberá online.
Acerca de cuándo se produjo el deceso, un informe preliminar estableció que hace entre 20 y 25 días, aunque para obtener mayores precisiones se requerirá un estudio entomológico.
“No se puede determinar la data porque el cuerpo se encontraba en diferentes etapas de putrefacción por la acción conservadora del agua fría en los lugares que se encontraba semisumergido. Al estar en el agua se produce un proceso conservatorio del cadáver y la piel queda como jabón”, informó Oberá Online.
Un dato estremecedor señala que el cadáver fue encontrado con el pantalón y calzoncillos bajos, por lo que no se descarta un abuso.
Horas antes del hallazgo, según informa El Territorio, detuvieron a Andrés “Koki” T. (24), acusado de haber cometido el crimen. Estaba en un yerbal situado sobre la ruta provincial 13, en San Vicente, lo encontraron tarefeando. “El implicado fue alojado en la Seccional Tercera de Oberá, donde se permanece incomunicado y a disposición del juez”, detalló el comisario inspector Rubén Darío Duarte, jefe de la Unidad Regional II de Oberá. También señaló que no confesó la autoría del hecho ni dio pistas sobre donde se encontraba el cuerpo.
Al radicar la denuncia, la madre de la víctima, Carolina Cardozo Ramírez, sostuvo que en los días previos a su desaparición, Josías estuvo detenido en las comisarías 2ª y 4ª de la Unidad Regional II, lo cual fue confirmado por la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura. Este organismo solicitó al juez de instrucción Horacio Alarcón datos sobre la investigación y requirió medidas para garantizar que “su búsqueda y la investigación de eventuales responsabilidades se realice ajustada a los estándares internacionales en materia de desaparición forzada”.
“Para el 85 % de nosotros este hombre que detuvieron es un perejil”, dijo a Infobae un familiar de Josías que pidió no revelar sus datos.
El padre del menor es policía y venía colaborando intensamente en la búsqueda, al igual que su madre, que es empleada municipal. El último miércoles 1 de junio los progenitores del adolescente encabezaron una multitudinaria marcha en Oberá para pedir respuestas por la desaparición del menor.
“Ya no sabemos qué hacer ni a dónde ir. La angustia que tengo no se puede explicar con palabras. Mucha gente quiere ayudar, pero hay otros que parece que inventan porque dicen que lo ven y cuando vamos al lugar no hay nada. Cada día que pasa es un calvario, una pesadilla”, dijo entonces el papá de Josías, Cristian Galeano, que se mostró muy emocionado por el apoyo de la comunidad.
“No tengo palabras para agradecerles lo que están haciendo por nosotros, venir con este frío y ayudarnos. Pero hoy es por Josías y mañana puede ser por un hijo de ustedes. Nadie está libre. Lo único que pido es ni un Josías más. Ni un Josías más”, alcanzó a decir antes de quebrarse en llanto.
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