Miguel Michel, un empleado de seguridad de 39 años, comía un asado con su hermano en su casa de La Tablada, en La Matanza, el 11 de febrero pasado cuando una moto se detuvo frente a la propiedad. El conductor esperó con el motor encendido y su acompañante descendió, y le preguntó: “¿Vos sos Miguel?”. Ante la respuesta positiva, el sicario desenfundó su pistola, lo baleó y escapó junto a su cómplice. Los habían contratado los compañeros de trabajo de su ex para que lo asustaran; lo mataron. Al autor material del crimen lo detuvieron en las últimas horas, según confiaron fuentes de la causa a Infobae.
El detenido por el crimen de Michel fue identificado como Cristian Lisandro Munini. Según supo este medio, cayó mientras circulaba a bordo de un Citroën C4 Lounge en Isidro Casanova. El acusado quiso atropellar a un policía que se interpuso su camino y dio la voz de alto, pero su intento de fuga no tuvo éxito. Fue el jueves pasado.
Para ese entonces habían pasado 104 días del crimen de Michel. Aquel 11 de febrero, la víctima fue inmediatamente trasladada al Hospital Ballestrini, pero murió: uno de los disparos le había perforado la arteria femoral y se desangró.
De acuerdo a la reconstrucción del caso, Michel y su ex pareja tenían problemas por la tenencia de su hijo; la mujer comentó esta situación en su trabajo, en la cooperativa Cimarrón de La Tablada, y al menos cuatro de sus compañeros decidieron, sin que ella estuviera al tanto, interceder y contratar a los sicarios con el fin de amedrentar al empleado de seguridad. Pero todo se les fue de las manos.
En consecuencia, el fiscal Marcos Borghi, titular de la UFI especializada en homicidios en La Matanza, dispuso la detención de los cuatro sospechosos como autores intelectuales del crimen. “Son todos malandras que solucionan las cosas de esa manera. Ya estuvieron presos. La vieron llorando (a la ex de Michel) dos veces y fueron a solucionarlo”, dijo una fuente del caso.
Munini fue atrapado la mañana del jueves pasado mientras iba en un coche por la calle Carlos Casares, a metros de la intersección con Lavallol, en el Oeste del Conurbano. Los investigadores llegaron al sospechoso tras tareas de inteligencias, entrecruzamiento de llamados y el análisis de los impactos de antenas de celulares. Entre las pruebas, incluso, figura una charla que habría mantenido con Gastón, uno de los compañeros de trabajo de la mujer detenidos.
Según se reveló en la investigación, previo al crimen, Gastón habló por teléfono con un tal “Muni” y le dijo: “Vos apretá Muni, apretá”. Ese diálogo lo aportó a la causa la ex de la víctima: ella fue quien lo escuchó. De esta manera, los investigadores sospechan que en esa conversación, el detenido dio el visto bueno para que se concretara lo que, en principio, iba a ser una amenaza a Michel.
Munini ahora está imputado por varios delitos: homicidio agravado por haber participado más de dos personas y por el uso de arma de fuego; portación de arma de guerra; y resistencia a la autoridad. El pasado lunes se negó a declarar ante el fiscal Borghi. Seguirá bajo arresto mientras avanza la causa.
El 31 de marzo pasado se conoció que un sospechoso apodado “Muni” había sido apresado, “pero finalmente corroboraron que no era el autor material del crimen sino que uno de los que estuvo involucrado”, explicaron las fuentes consultadas por este medio. Por ello, A. J. S, alias “Muni”, de 36 años, está también procesado en la causa.
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