La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires condenó tras un juicio abreviado al conductor de un auto que destrozó este lunes con una barra de metal el parabrisas de un colectivo de la línea 109 en el barrio porteño de Recoleta. El ataque ocurrió el lunes por la noche en la zona de Paraguay y Jean Jaurés luego de un leve choque entre ambos vehículos y ante la atónita mirada de los pasajeros y del chofer, quien decidió filmar la agresión con su teléfono celular. El sospechoso fue sentenciado a un año y dos meses de prisión en suspenso, dos años y cuatro meses de inhabilitación para manejar y 200 horas de trabajo comunitario por el delito de conducción riesgosa, daño agravado y amenazas.
Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, se trata de Alejandro Baima, un joven de 28 años con domicilio en el barrio de Congreso, que fue detenido en la esquina de Córdoba y Bonpland, después de que detectaron que manejaba peligrosamente por varias calles de la Capital Federal apenas días después de protagonizar el salvaje ataque contra el colectivo. De hecho, indicaron a este medio, transitó por los carriles exclusivos del transporte público en algunas avenidas.
De acuerdo con las fuentes consultadas, personal de la División Investigaciones Comunales 2 de la Policía de la Ciudad comprobó que el sospechoso vivía en la calle Santiago del Estero, por lo cual dispuso una consigna de vigilancia encubierta. Finalmente ayer, en horas de la mañana, salió de su domicilio, subió a su viejo auto Dodge Polara estacionado a pocos metros y comenzó a circular.
Al observar que comenzó a realizar maniobras peligrosas, los efectivos que lo seguían solicitaron cooperación de otros móviles para interceptarlo hasta que lograron detenerlo en pleno barrio de Palermo. Por orden de la Unidad de Flagrancia Este se le iniciaron actuaciones por infracción al artículo 193 Bis del Código Penal por conducción peligrosa y lo detuvieron.
Al identificarlo, el joven no contaba ni con la documentación del vehículo ni el seguro obligatorio para circular. A partir de ahí, ordenaron el secuestro del auto, de las prendas que vistió el hombre en el momento de dañar el colectivo, de su teléfono celular y de un trozo de aluminio que se encontró.
Se presume que se trata del fierro con el que rompió el vidrio en su ataque de furia. Además, se le efectuó control de alcoholemia y narcotest, para luego ser trasladado a la Comisaría Vecinal 2A. Finalmente, el acusado acordó la pena en un proceso abreviado y no podrá conducir un auto al menos hasta el segundo semestre de 2024.
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