Un detenido por el crimen de la taxista: el antecedente peculiar del sospechoso con otro homicidio ocurrido en 2013

Tiene 27 años y lo apresaron en el marco del asesinato de Claudia Benítez, ocurrido en las afueras de Posadas. En ese mismo lugar, habían matado a otra joven hace nueve años y el apresado está acusado por el homicidio

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Un hombre de 27 años, con antecedentes penales por el homicidio de una mujer cuyo cuerpo fue hallado en un pozo de agua, fue detenido este jueves por el crimen de la taxista Claudia Benítez, la creadora de “Entre Nosotras”, una flota de taxis conducido por mujeres y para uso principalmente de chicas, con el fin de poder viajar por la ciudad tranquilas y sin miedo en Posadas.

El cuerpo de Claudia también fue hallado en un pozo de agua de una casa abandonada en las afueras de la capital de Misiones el 18 de mayo pasado, luego de que encontraran su taxi incendiado un día antes. Los detalles de cómo estaba el cadáver son espantosos: maniatado con nudos profesionales en sus manos, degollado y tenía una prenda en la cabeza.

“El motivo del crimen aún no pudo determinarse y tampoco si este detenido fue el autor material o tiene otro tipo de responsabilidad en el homicidio de Benítez”, dijeron fuentes de la investigación a Infobae y agregaron que se secuestraron teléfonos y prendas de vestir: “Llegamos al sospechoso porque habría vendido el celular de la víctima”.

El procedimiento policial para detener al hombre de 27 años se hizo este jueves por la mañana en el barrio Sol de Misiones, en la capital de la provincia. Según los voceros consultados por la agencia de noticias Télam, el detenido ya había estado preso por otro crimen cometido en esa misma zona donde mataron a Claudia. En ese caso, la víctima fue Marina Da Silva (19), quien en diciembre de 2013 fue asesinada cuchillazos y descartada también en un pozo de agua del barrio Nemesio Parma.

https://www.elterritorio.com.ar/
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De acuerdo a las fuentes, por el crimen de Da Silva el sospechoso de haber participado en el asesinato de la taxista de 35 años está imputado del delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y aguarda a ser sometido a juicio junto a otros tres acusados. El proceso tuvo fecha fijada en junio de 2019, pero fue suspendido por la pandemia de coronavirus.

Lo cierto es que ahora lo vinculan al crimen de Claudia, desaparecida el pasado 17 de mayo cuando su taxi fue hallado incendiado. La mujer fue encontrada un día después en el pozo de agua de una casa abandonada en Nemesio Parma. Igual que sucedió con el femicidio de Da Silva en 2013.

El cuerpo estaba a unos siete metros de profundidad, con la cabeza semi sumergida en el agua y cubierta con una prenda de vestir, las manos atadas hacia atrás y signos de haber sido golpeada. Según determinó la autopsia, la taxista fue asesinada de dos puñaladas en el cuello y presentaba una lesión en la mandíbula previa al crimen.

En tanto, el juez de Instrucción N°7 de Posadas, Miguel Mattos, ordenó detener al concubino de la mujer, quien se abstuvo de declarar, continúa preso como acusado de homicidio calificado. Sin embargo, los pesquisas estiman que si el estudio de ADN da resultado positivo con el sospechoso detenido este jueves, el nuevo sospechoso quedará acusado del femicidio de la taxista.

Un dato importante que llamó la atención de policías e investigadores fueron los nudos que tenía el cuerpo: estaban hechos por algún profesional, alguien que sabía como hacer ese tipo de amarres con una soga. Al mismo tiempo que esta información llegaba a manos del juez Mattos, un informe de la justicia local daba cuenta que la víctima, tenía varias denuncias de violencia de género contra su marido, que incluían perimetrales. A pesar de esto, seguían juntos.

En paralelo, en la ronda de testimoniales de allegados a la víctima, una amiga de Claudia aportó una serie de capturas de chat, en donde la taxista relataba hechos de violencia verbal por parte del marido, pocas horas antes de su asesinato.

Un dato importante que llamó la atención de policías e investigadores: los nudos que tenía el cuerpo en manos y pies estaban hechos por algún profesional, alguien que sabía como hacer ese tipo de amarres con una soga.

Al mismo tiempo que esta información llegaba a manos del juez Mattos, un informe de la justicia local, daba cuenta que la víctima, tenía varias denuncias de violencia de género contra su marido, que incluían perimetrales. A pesar de esto, seguían juntos.

En paralelo, en la ronda de testimoniales de allegados a la víctima, una amiga de Claudia aportó una serie de capturas de chat, en donde la víctima relataba hechos de violencia verbal por parte del marido, pocas horas antes de su asesinato.

La estoy pasando mal y me cansé de los maltratos que tengo que vivir. Es horrible que te saque tu medio de trabajo y tener que trabajar sólo cuando el quiere. La lengua es como un arma de doble filo, es peor que un golpe”, le decía Claudia a su amiga en los chats que constan en la causa que investiga su femicidio.

Pero la del femicidio no es la única hipótesis: hay una más que resuena con fuerza en la cabeza de los investigadores. En octubre del año pasado, a la salida de un boliche de Posadas un grupo de policías del Comando Radioeléctrico Oeste emboscó a unos jóvenes a los que golpearon brutalmente. Entre ellos estaba Tamara Fernández, que recibió una golpiza y balazos de goma en la pierna y en el pecho.

En la zona no había cámaras de seguridad y el hecho estuvo a punto de quedar impune, hasta que apareció un video grabado con un celular donde se veía toda la secuencia y la violencia policial quedaba expuesta. Esas imágenes fueron grabadas por una taxista que, de casualidad, estaba ahí. Era Claudia Benítez.

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