El hallazgo de un hombre asesinado a tiros en una quinta de la localidad de Spegazzini fue la punta del ovillo para desbaratar una banda de seis delincuentes que había cometido siete secuestros extorsivos donde, incluso, entre sus víctimas había dos chicos. Todos los ataques fueron en un lapso de seis meses en la zona Sur del Conurbano. La Justicia los condenó y, en las últimas horas y por unanimidad, la Cámara Federal de Casación Penal les impuso severas condenas y puso en relevancia la crueldad con la que actuaron con las víctimas.
Según el fallo de 63 páginas al que pudo acceder Infobae, los jueces de la Sala IV, Mariano Hernán Borinsky, Gustavo Hornos y Javier Carbajo, rechazaron los recursos de casación interpuestos por las defensas y sostuvieron el fallo en primera instancia para los seis condenados a penas de entre 24 y 11 años de cárcel.
“La banda era particularmente cruel. Así se comprobó que a una de las víctimas de los últimos secuestros descubiertos le dispararon en su pie previo a su entrega, por lo que su pareja tuvo que llevarlo de urgencia al hospital ante el sangrado continuo y su dificultad para respirar”, indicaron fuentes judiciales a este medio la violencia con la que actuaron.
El juez Hornos, que lideró el duro fallo de Casación, entendió que actuaron como asociación ilícita: “Su propósito siempre fue continuar con la realización de secuestros extorsivos. Ello queda reflejado en la cantidad de secuestros efectuados en un lapso de seis meses aproximadamente”.
Los condenados fueron Carlos Pastor Orsi Gutiérrez (24 años y tres meses de prisión), Jonathan Emanuel Asat (22), Diego Leonel Narvaja (16), Axel Yoel Villagra (13 años y medio), y Luis Emanuel García y Facundo Fabiano, ambos a 11 años de cárcel.
Todos habían sido condenados en primera instancia por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de La Plata el 1° de febrero pasado. Pero, explicaron las fuentes consultadas, la investigación se inició cuando se descubrió crimen. Se llamaba Jorge Ramón Gómez y se había ido de su casa junto a otros tres sospechosos. Luego, apareció asesinado en la quinta de Spegazzini que, según declaró el propio Orsi Gutiérrez, había alquilado. Cuando fue a cerrar el trato lo acompañó Asat.
Ambos, junto a Narvaja, fueron condenados, aún sin sentencia no firme, por el homicidio agravado por alevosía de Gómez. Pero había más. Es que para la investigación de los secuestros esa quinta donde apareció asesinado Gómez era la “base de operaciones” de la asociación ilícita que había cometido los secuestros extorsivos entre junio y septiembre de 2016. Incluso, lograron cobrar rescates, en la mayoría de los casos, por sumas elevadas y varios en dólares. Además, les robaron a sus víctimas sus pertenencias.
Según la causa, interceptaban a las víctimas mientras manejaban sus autos por las calles de la zona Sur del Conurbano, para pedirles rescate a sus familiares. Incluso, fueron creciendo en violencia: los relatos de los secuestrados hablan de golpizas continuas hasta que lograron que los liberaran.
Durante la investigación, se encontraron varios de los vehículos usados por los secuestradores y en el allanamiento a la quinta se hallaron “pistolas, armas de puño y armas largas, había variedad de armamento”, dijeron los testigos que participaron del operativo, así como también guantes y handies.
Con la evidencia, más la declaración de las víctimas y de los familiares que pagaron los rescates (alguno de ellos hasta identificaron a varios de los sospechosos), y del análisis de las comunicaciones; se acreditó en el juicio que Orsi Gutiérrez se encargaba de efectuar las llamadas extorsivas y era el líder de la banda.
Uno por uno, los casos
El primer secuestro fue el 17 de junio de 2016, alrededor de las 21. Dos amigos iban en un Renault Clio por Monte Grande, cuando fueron capturados. Los delincuentes llamaron al padre de una de las víctimas y le exigieron 200.000 pesos para liberar a su hijo y su amigo. Se pagaron $150.000. Fue la mamá de uno de los jóvenes quien dejó el dinero en La Tablada. Allí, liberaron a uno. Al otro lo dejaron en San Justo.
El 21 de junio de 2016, alrededor de las 20.30, ocurrió el segundo secuestro: la víctima iba con su Toyota Corolla por Luis Guillon cuando lo capturaron. Fue el hijo del hombre secuestrado quien recibió el llamado extorsivo: pedían 100.000 pesos de rescate. Finalmente, pactaron la entrega de 2.600 dólares en Llavallol. Allí mismo lo liberaron golpeado y lastimado.
El tercer secuestro fue el 25 de junio de 2016, alrededor de las 21.15, y las víctimas fueron dos mujeres que viajaban en un Peugeot 3008. Las capturaron en Monte Grande. La hija de una de ellas recibió el llamado extorsivo: le exigieron la suma de 10.000 dólares que había en la casa de su madre ubicada en el country Campo Azul. La joven juntó el dinero, más 3.700 pesos y se los entregó a los secuestradores a cinco cuadras de Camino de Cintura, donde dejaron a una de las mujeres y se llevaron a la otra.
Para soltar a la segunda víctima, le indicaron a la joven que fuera a la casa de su abuela a retirar un bolso cerrado con candado, donde había dinero y joyas. Así, hizo el segundo pago en las cercanías de una YPF del Camino de Cintura y logró que soltaran a su madre. A ambas las golpearon y les robaron lo que tenían encima.
Esa misma noche, pero a las 23.15, una pareja y sus hijos de, por entonces, 4 y 7 años, fueron secuestrados mientras se desplazaban por Monte Grande a bordo de un Ford Kuga. Con el celular del padre de la familia, los captores hicieron llamados extorsivos a su hermana. Pero ante la sospecha de que habían llamado a la Policía, separaron al hombre de su mujer e hijos. Así, fueron hasta la casa familiar de la Ciudad de Buenos Aires y les robaron 400 dólares, una PlayStation, una notebook y un celular.
“En la negociación se acordó el pago del rescate y se entregó la suma de 5.036 dólares y 3.200 pesos, lo que se materializó en Morón”, surge de la causa. Los liberaron en ese lugar, aunque antes el padre de la familia, a quien le robaron hasta la alianza, además de ser amenazado y golpeado, lo obligaron a arrodillarse en el piso del coche y le dieron culatazos en la cabeza.
El quinto secuestro fue el 16 de agosto de 2016, alrededor de las 15. La víctima fue una mujer que bajaba de su camioneta Toyota Hilux en Luis Guillon. Según la causa, Orsi Gutiérrez le exigió a su esposo la suma de 30.000 dólares para liberarla. El pago no se hizo y la dejaron en Morón más de dos horas y 20 después de haberla capturado, tras golpearla y herirla en la cabeza. Antes de soltarla, le robaron todo lo que tenía.
El 5 de septiembre de 2016, alrededor de las 19.30, se dio el caso más violento. Un hombre salió de su trabajo en una concesionaria de autos Villa Tessei y fue hasta la playa de estacionamiento de un hipermercado cercano donde había dejado su Volkswagen Saveiro. Cuando puso la llave para abrir el auto, lo interceptaron y le dijeron: “Alto policía, metete en la camioneta’. Y se lo llevaron cautivo, obligándolo todo el tiempo a mirar hacia abajo.
“Le dijeron ‘te vendieron, queremos los dólares, sabemos que compras y vendes dólares’, le mencionaron donde vivía y lo interrogaron sobre la cantidad de dinero en moneda estadounidense que tenía en su domicilio. Se los dijo y, en ese momento, Orsi ordenó a otro que le pegue un tiro en el pie: le disparó. Además, comenzaron a golpearlo en la cabeza y en el fémur con las culatas de las armas”, detallaron en la causa.
Durante una hora lo tuvieron cautivo hasta que desde su teléfono llamaron a su esposa. Fue la víctima la que habló con su mujer y le dijo: “Nena me agarraron, dales todo, dales toda la plata que tenemos en la cajita”. Luego, el secuestrador lideró la comunicación y por 20 minutos negoció con la mujer. Paralelamente, le seguían pegando a la víctima: le fracturaron dos costillas. A las 21.18, casi dos horas después, se pagó el rescate en Morón.
“La mujer dejó la bolsa rosa y blanca con la plata y se fue a dar una vuelta manzana, como le habían indicado. Cuando volvió, su marido había sido liberado. Estaba ensangrentado y con dificultad para respirar por lo que lo llevó hasta el hospital”, se describió en la causa.
El 19 de octubre de 2016, Asat, Narvaja, Orsi Gutiérrez, Villagra y García secuestraron a dos hermanos alrededor de las 16 mientras circulaban en la camioneta Hyundai Tucson por Monte Grande. Tras viajar con las víctimas por más de dos horas, uno de los hermanos les dijo a los captores que tenía dinero en su casa: les sustrajeron 80.000 pesos y 4.200 dólares. Pero no se quedaron contentos. Llamaron al hijo del corazón de uno de ellos y pactaron la entrega de 100.000 pesos como rescate. El pago se hizo en inmediaciones del Puente 12, en La Matanza, de ventanilla a ventanilla y los liberaron.
Por todos estos casos, los seis secuestradores fueron encontrados culpables como coautores del delito de secuestro extorsivo, en al menos un hecho, agravado por haberse logrado el pago del rescate y por la cantidad de intervinientes; en concurso ideal con robo doblemente agravado en poblado y en banda y por el uso de armas de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo acreditarse.
Orsi Gutiérrez, que estuvo en los siete secuestros, recibió 24 años y tres meses de prisión porque, además de los delitos mencionados, capturó a dos menores de edad.
Orsi Gutiérrez compartió con Jonathan Emanuel Asat, condenado a 22 años de cárcel por seis secuestros, el delito de lesiones graves a una víctima y el de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por haberse cometido en poblado y en banda.
Gutiérrez y Asat compartieron con Diego Leonel Narvaja, a quien le dieron 16 años de cárcel por dos secuestros, y con Axel Yoel Villagra (13 años y medio por un secuestro) el delito de asociación ilícita. En tanto Luis Emanuel García y Facundo Fabiano recibieron 11 años de prisión.
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