El escándalo que rodea al fiscal federal de Salta Francisco Snopek entregó un nuevo y trascendental capítulo en las últimas horas: su colega provincial Luján Sodero finalmente lo imputó por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por la violencia de género, con privación ilegítima de la libertad agravada y resistencia a la autoridad.
Tal como adelantó Infobae la semana pasada, la Justicia había iniciado una investigación sobre el fiscal federal nacido en Jujuy tras un episodio de violencia doméstica entre el hombre y su esposa y en el que quedaron involucrados tres policías de Salta, quienes, al acudir a la casa de Snopek por un llamado al 911, fueron encerrados en la vivienda y amenazados por el propio funcionario del Poder Judicial.
Después de casi una semana de investigación, la fiscal Sodero tomó la determinación de iniciar un proceso penal contra Snopek quien, después de la publicación del caso en este medio, pidió licencia. Lo hizo a pesar de que la esposa del fiscal federal, una mujer de 32 años, desistió de denunciar a su marido.
En ese sentido, el Ministerio Público Fiscal de Salta comunicó que por las “particularidades del caso” el Estado está obligado a intervenir en el caso porque se trata de “una cuestión de interés público que amerita y exige la actuación oficiosa de los operadores jurídicos en su obligación de prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, a la par que deviene imperativa la protección integral de la víctima”.
Según informaron fuentes judiciales a este medio, Snopek declarará ante la fiscal el próximo jueves y estará representado por un defensor oficial. Su esposa, con quien tiene un hijo de cuatro meses, a pesar de que desistió de denunciarlo, declaró la semana pasada durante más de dos horas.
“Igualmente se le brindó contención, asistencia y asesoramiento sobre distintos aspectos relacionados a la violencia de género y las medidas de protección”, detalla un comunicado del Ministerio Público de Salta. De acuerdo con lo que pudo saber Infobae, la mujer, nieta de una poderosa jueza de Jujuy, atraviesa un estado de shock en la casa de su madre junto a su bebé de cuatro meses. Tiene lesiones en un brazo y en la cabeza.
Sodero además imputó a por privación ilegítima de la libertad y resistencia a la autoridad a su colega federal por el episodio que tuvo con los tres agentes (una mujer y dos hombres) de la comisaría de Grand Bourg, un barrio del oeste de la capital salteña.
Justamente, las primeras acusaciones formales contra Snopek salieron de los policías agredidos el 23 de mayo pasado. En un primer momento, por el tipo de delito, la causa recayó sobre una fiscalía común, pero luego de conocerse los presuntos hechos de violencia de género, todo el caso se concentró en la Fiscalía Penal 2 de Violencia Familiar y de Género, a cargo de Sodero.
Una versión sobre lo ocurrido el sábado indica que el propio Snopek llamó al 911 cerca de la medianoche de aquel sábado. Otra, que fue su pareja, también abogada, la que dio el alerta. Lo cierto es que al llegar los policías a la casa, ubicada en el interior de un barrio privado, el fiscal -presuntamente en estado de ebriedad- agredió a los agentes cuando certificaron que la víctima de la violencia de género presentaba una crisis nerviosa con lesiones. Antes, había intentado dar otra versión: les dijo que fue la mujer la que estaba con una crisis de violencia y que le había arrojado objetos.
Según la denuncia, Snopek insultó a los policías y los amenazó con tomar represalias dada su investidura de fiscal federal. Incluso, los mantuvo encerrados en su casa con la excusa de que no tenían una orden judicial para entrar en la vivienda y recién los dejó salir cuando llegó el comisario. Luego, su pareja se negó a ser revisada por los médicos forenses y a presentar la denuncia en la comisaría, pero la investigación penal se inició igual.
Por el relato de la mujer ante la Justicia, se sabe que mientras ella estaba en el primer piso de la vivienda, Snopek la llamó desde planta baja para que limpie algo y que cuando ella lo hizo fue empujada contra la pared y agredida físicamente.
El fiscal acusado fue trasladado a Salta hace unos nueve años, luego de que fuera investigado también por violencia de género contra su ex esposa, con quien tiene otro hijo. En ese caso, la investigación disciplinaria de la Procuración General de la Nación se cerró sin ningún tipo de castigo o apercibimiento contra el funcionario. “Y el expediente penal misteriosamente desapareció”, comentó una fuente judicial de Salta. También tiene casos de violencia contra una empleada de la Fiscalía Federal de Salta, que por temor tampoco radicó la denuncia, y contra una defensora oficial de la provincia, que sí lo denunció en 2019 pero dentro del marco institucional del Poder Judicial, pero tampoco prosperó.
Un allegado a la familia comentó a este medio que ya en el caso con su ex esposa “lo ayudaron a que ella no pudiera avanzar con la denuncia de violencia; desde la Justicia provincial de Jujuy le hacían desaparecer el expediente, y la hizo echar del Tribunal Oral de Jujuy, donde estaba contratada. La dejó sin laburo y luego la apretó para que se desdiga de la denuncia que le hizo a cambio de pasarle la cuota alimentaria sin que tenga que hacer juicio”.
Los que lo conocen dicen que Snopek tiene serios problemas de consumo de alcohol desde hace años, que en el mundo judicial y social del Noroeste se sabe y que siempre le dispara actitudes violentas. “Sabíamos que iba a pasar, era cuestión de tiempo, también ha tenido episodios violentos en asados con colegas o amigos”, comentó un allegado, quien lo describió como alguien “muy soberbio que no escucha nadie”.
El fiscal federal no sólo está investigado por la Justicia ordinaria. Fuentes judiciales también confirmaron a Infobae que se le inició un proceso disciplinario interno que podría terminar con su destitución y, de esa forma, Snopek perdería los fueros y podría, de ser hallado culpable, terminar en prisión.
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