El rugbier baleado por policías está en shock y deberán ponerle una prótesis: “No para de llorar, no sabe si volverá a jugar”

Lo dijo la hermana del joven que recibió tres tiros. El fiscal que investiga el caso espera peritajes y que el chico se recupere para tomarle declaración

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Tomás Krüguer tiene 19 años
Tomás Krüguer tiene 19 años y juega al rugby en el Club Mariano Moreno

Tomás Lautaro Krüguer, el rugbier de 19 años baleado por policías tras una persecución que finalizó en la puerta del barrio cerrado de Moreno donde vive junto a su familia, continúa internado en la Clínica Modelo de Morón en estado de shock y a la espera de una prótesis para ser nuevamente operado del brazo. Por tal motivo, el fiscal Federico Soñora, titular de la UFI Nº4 de Moreno, no pudo tomarle declaración.

Es necesario que el chico esté en óptimas condiciones para hablar y todavía no lo está”, explicaron a Infobae fuentes con acceso al expediente los motivos por los cuales el fiscal aún no ha hablado con el rugbier.

Mientras tanto, el fiscal Soñora aguarda los resultados de varios peritajes, como el del test de alcoholemia al rugbier y la balística realizada por la Policía Federal para establecer desde qué arma partieron los disparos; la dirección, la distancia y la cantidad de tiros que se hicieron. Una vez que disponga de esa información y pueda tomarle declaración a Krüguer, llamará a indagatoria a los policías acusados.

Desde sus redes sociales, Bárbara Krüguer, la hermana de Tomás dio detalles de la salud del rugbier y dijo que va a necesitar una prótesis en el brazo.

“Les cuento que a mi hermano ya lo operaron. Pudieron limpiarle la herida del brazo, sacarle restos de plomo y pedazos de hueso que le quedaron astillados por el impacto de la bala. Tomás va a necesitar una prótesis en su brazo. Estamos muy angustiados: parece que le van a quedar secuelas por esta injusticia y mi hermano no para de llorar porque no sabe si va a volver a jugar al rugby”, escribió.

Loa posteos de la hermana
Loa posteos de la hermana de Tomás Lautaro Krüguer en redes sociales

En diálogo con la agencia de noticias Télam, la hermana del rugbier dijo que, si bien la vida del joven “está fuera de peligro”, se encuentra “muy dolorido y aún no puede levantarse”.

Tuvo que verlo un psicólogo, le van a quedar secuelas traumáticas por este evento. Está en shock. No habla de lo sucedido y eso se lo respetamos. Solo queremos que se recupere”, aseguró Bárbara, quien agregó que espera que la Justicia investigue lo ocurrido y lo esclarezca.

De momento, la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires realiza una investigación interna sobre lo sucedido, mientras mantiene separados de sus funciones a los dos policías involucrados, que penalmente están acusados de “lesiones agravadas”. Fueron sumariados.

El caso

Todo comenzó minutos antes de la 1 del domingo 29 de mayo, sobre la ruta provincial N°7, frente al barrio cerrado “Álvarez del Bosque”, en la localidad de Francisco Álvarez, en el partido de Moreno, donde el rugbier reside junto a su familia.

En las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas por los propios vecinos se observa una primera secuencia registrada a las 0.58 en la que una camioneta Toyota Hilux negra con los vidrios polarizados frenó frente al portón de ingreso al barrio y un patrullero sin la sirena encendida lo chocó por el lado del acompañante.

Ante esto, la camioneta dio marcha atrás y abandonó el lugar por la ruta, mientras que el patrullero quedó detenido allí.

Secuencia completa de la persecución en la que un rugbier de 19 años terminó baleado por la Policía Bonaerense.

En una segunda secuencia inmediatamente posterior se ve que, a unos 50 metros de distancia, siempre sobre la ruta, la camioneta se detuvo sobre la banquina y fue rodeada por cuatro patrulleros: de uno de los móviles chocó el coche del lado de conductor, a la altura de la trompa, al tiempo que un agente llegó corriendo y esgrimiendo su arma.

En ese instante, varios policías hicieron descender al conductor de la camioneta y lo redujeron en el piso.

Alertados de lo ocurrido por el personal de seguridad del barrio privado, los padres del rugbier salieron de su domicilio y se encontraron con los policías y su hijo esposado, y ensangrentado, sobre el suelo. El chico fue trasladado a un hospital de la zona, donde se constató que presentaba un balazo en cada pierna y un tercero en el brazo derecho, el más comprometido.

Por otro lado, el rugbier baleado fue acusado de “resistencia a la autoridad”, por lo que se inició una causa por ese delito ante el fiscal Emiliano Buscaglia, de la UFI N° 5 de Moreno.

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