La esposa del fiscal federal de Salta Francisco Santiago Snopek, con quien tiene un bebé de cuatro meses, declaró ante la Justicia por los presuntos hechos de violencia de género que ocurrieron entre ella y su marido el último sábado en la casa que compartían en la capital de esa provincia. Sin embargo, y aunque la mujer se opuso a ratificar la denuncia, la Justicia de esa provincia seguirá la investigación.
Snopek, primo del senador nacional Guillermo Snopek, se convirtió en las últimas horas en un nombre incómodo para la vida social, política y judicial del noroeste. Luego de la crónica publicada el último miércoles por este medio la Justicia provincial ratificó que sobre el fiscal pesan dos denuncias radicadas por personal de Policía de Salta en su contra por amenazas y privación ilegítima de la libertad; y que también se lo investiga por “presuntos episodios eventualmente contemplados por el régimen protectorio contra la violencia familiar y de género”.
Desde el Ministerio Público de Salta se detalló que las acusaciones formales fueron radicadas por integrantes de la Policía de la Provincia, lo que, por el tipo de delito, en principio recayó sobre una fiscalía común. No obstante toda la cuestión alrededor del comportamiento de Snopek se terminó concentrando en la Fiscalía Penal 2 de Violencia Familiar y de Género, a cargo de Luján Sodero.
Tres días después de los hechos de violencia en los que, se presume, Snopek golpeó a su esposa y encerró a los tres policías que acudieron a la casa tras un llamado al 911, la fiscal convocó a declarar a la mujer en contexto de violencia de género del hombre. Según contaron fuentes judiciales a Infobae, la presunta víctima declaró durante más de dos horas sobre la relación con Snopek y detalló las agresiones que sufre y la personalidad violenta del fiscal federal.
“A pesar de la negativa de la posible víctima a radicar denuncia, igualmente se le brindó contención, asistencia y asesoramiento sobre distintos aspectos relacionados a la violencia de género y las medidas de protección”, detalla un comunicado del Ministerio Público de Salta. De acuerdo con lo que pudo saber Infobae, la mujer, nieta de una poderosa jueza de Jujuy, atraviesa un estado de shock en la casa de su madre junto a su bebé de cuatro meses. Tiene lesiones en un brazo y en la cabeza.
Una versión sobre lo ocurrido el sábado indica que el propio Snopek llamó al 911 cerca de la medianoche. Otra, que fue su pareja, también abogada, la que dio el alerta. Lo cierto es que al llegar los policías de la comisaría de Gran Bourg a la casa, ubicada en el interior de un barrio privado, el fiscal -presuntamente en estado de ebriedad- agredió a los agentes cuando certificaron que la víctima de la violencia de género presentaba una crisis nerviosa con lesiones. Antes, había intentado dar otra versión: les dijo que fue la mujer la que estaba con una crisis de violencia y que le había arrojado objetos.
Según la denuncia, Snopek insultó a los policías y los amenazó con tomar represalias dada su investidura de fiscal federal. Incluso, los mantuvo encerrados en su casa, los acusó de no tener una orden judicial y recién los dejó salir cuando llegó el comisario. Luego, su pareja se negó a ser revisada por los médicos forenses y a presentar la denuncia en la comisaría, pero la investigación penal se inició igual.
“La mujer está shockeada, lastimada y resguardada con su mamá y su hijo pero dentro de todo está bien”, comentó un allegado de la familia a Infobae. Por el relato de la mujer ante la Justicia, se sabe que mientras ella estaba en el primer piso de la vivienda, Snopek la llamó desde planta baja para que limpie algo y que cuando ella lo hizo fue empujada contra la pared y agredida físicamente. “Eso de llamar para denunciar él la violencia de género es algo que siempre ha hecho. Agrede y después se vale de su poder y su status para dar vuelta las cosas”, comentó una mujer que lo conoce y asegura que sufrió sus acosos.
La primera de las denuncias, la de los policías, fue efectuada el lunes 23 de mayo por tres agentes de la fuerza de seguridad provincial. Según relataron, mientras escribían el acta de procedimiento, el Fiscal General Federal los habría empujado, amenazado y cerrado la puerta de ingreso, impidiendo que los tres agentes salieran de la casa. La segunda denuncia, registrada también 23 de mayo, la hizo otro de los agentes policiales por amenazas en contra del Fiscal Federal.
Snopek es un apellido del poder del Noroeste argentino, especialmente en Jujuy. El fiscal acusado fue trasladado a Salta hace unos nueve años, luego de que fuera investigado también por violencia de género contra su ex esposa, con quien también tiene un hijo. En ese caso, la investigación disciplinaria de la Procuración General de la Nación se cerró sin ningún tipo de castigo o apercibimiento contra el funcionario. “Y el expediente penal misteriosamente desapareció”, comentó una fuente judicial de Salta. También tiene casos de violencia contra una empleada de la Fiscalía Federal de Salta, que por temor tampoco radicó la denuncia, y contra una defensora oficial de la provincia, que sí lo denunció en 2019 pero dentro del marco institucional del Poder Judicial, y tampoco prosperó.
Un allegado a la familia comentó a este medio que ya en el caso con su ex esposa “lo ayudaron a que ella no pudiera avanzar con la denuncia de violencia; desde la Justicia provincial de Jujuy le hacían desaparecer el expediente, y la hizo echar del Tribunal Oral de Jujuy, donde estaba contratada. La dejó sin laburo y luego la apretó para que se desdiga de la denuncia que le hizo a cambio de pasarle la cuota alimentaria sin que tenga que hacer juicio”.
Los que lo conocen dicen que Snopek tiene serios problemas de consumo de alcohol desde hace años, que en el mundo judicial y social del Noroeste se sabe y que siempre le dispara actitudes violentas. “Sabíamos que iba a pasar, era cuestión de tiempo, también ha tenido episodios violentos en asados con colegas o amigos”, comentó un allegado, quien lo describió como alguien “muy soberbio que no escucha nadie”.
Si todo sigue su curso formal, Snopek deberá ser investigado por la comisión disciplinaria de la Procuración General de la Nación en las próximas horas. El procedimiento disciplinario interno es largo, podría terminar en juicio político y tener como consecuencia sanciones de suspensión o apercibimiento hasta echar al acusado de su puesto en la Justicia. “Tiene protección desde hace ocho años. Debió haber sido investigado cuando lo denunció su esposa pero el expediente desapareció. ¿Qué pasó con esa denuncia de la Procuración General?”, se preguntó ante Infobae una de las mujeres que se animó a denunciarlo años atrás..
Infobae intentó comunicarse con el fiscal acusado a través de un familiar, pero no obtuvo respuesta.
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