El relato que hizo G., una sargento de la Policía de la provincia de Buenos Aires de 28 años, en la denuncia por violación que elevó ante la Justicia es impactante. No sólo por los detalles del abuso sexual que habría sufrido sino porque, además, reveló quién es el presunto culpable: el subcomisario de la seccional 5ª de la localidad de La Capilla, partido bonaerense de Florencio Varela, el mismo distrito en el que ella cumple funciones como policía.
La denuncia fue realizada este miércoles por la sargento ante la Comisaría de la Mujer y Familia de Florencio Varela. Según la declaración que brindó G., a la que accedió Infobae, la violación habría ocurrido el domingo pasado hacia las 8 en un departamento que la pareja alquilaba y que usó para encontrarse durante los casi 13 meses que mantuvieron una relación extra matrimonial.
Pero todo comenzó el sábado anterior, cuando la mujer había ido hasta la comisaría, donde supuestamente tuvieron relaciones sexuales consentidas. Después, la pareja se dirigió hasta el departamento y fue allí donde, al parecer, se desató la violencia. De acuerdo con lo que denunció, al llegar, el comisario la agarró del brazo, la llevó hasta el baño y le ordenó que se bajara los pantalones para tener sexo nuevamente. G. esta vez le dijo que no, y fue ahí que el jefe policial la sometió brutalmente.
En el medio del forcejeo, el arma reglamentaria del comisario cayó al suelo. Al finalizar, como si ya no fuera suficiente, el hombre le dio una palmada en la cola y luego le ordenó a la joven que se fuera a dormir. El hombre le avisó que se retiraría a su casa y se fue.
El relato de la sargento no concluyó ahí. Cuando el oficial que le tomó la denuncia le consultó si se traba de la primera vez que vivía un episodio violento, la joven le dijo que no y contó que supuestamente al subcomisario le gustaban las situaciones sexuales teñidas de violencia y salvajismo. Sostuvo que siempre le agarraba del pelo y le decía “hacémelo a lo Wanda”, para referirse al sexo oral.
Respecto a la relación, G. aseguró que mantuvo un vínculo sentimental con el jefe policial desde el año pasado pero que se trató de un vínculo también marcado por la violencia psicológica. Incluso, aprovechó para denunciar otro episodio grave. En julio de 2021, la sargento resultó embarazada, producto de la relación clandestina. Cuando el jefe policial se enteró, la habría obligado a abortar con la excusa de que “el bebé había sido un error” y que “si no se lo sacaba, él iba a matarse”.
Incluso -dijo la policía- cuando ya tenía dos meses y medio de embarazo, el subcomisario le dio dinero para que consultara a un médico amigo para que le brindara las pastillas abortivas. La joven aceptó e interrumpió el proceso.
Entre otros detalles, la víctima contó que durante el noviazgo, el hombre se mostró celoso, controlador y posesivo. De hecho, supuestamente él la había amenazado con matarla si se enteraba que ella estaba con otro hombre y que siempre la manipulaba psicológicamente. Si la encontraba “en línea” por Whatsapp, la mujer debía darle explicaciones. Pero de la misma manera, le advertía que si la veía con alguien se iba a “dar un tiro en la cabeza”. De acuerdo con el documento de la denuncia, la policía aportó capturas de los chats de las conversaciones amenazantes que tuvo con él.
Infobae dialogó con la joven policía, quien simplemente ratificó lo mismo que dijo en su denuncia. No quiso ampliar lo que declaró. Tampoco lo desmintió. Lo único que teme es a perder su trabajo luego de que el escándalo se desató. La mujer aseguró a este medio que por ahora está de licencia y que hasta ahora no habló ante Alejandro Ruggeri, fiscal subrogante de la Unidad Funcional de Instrucción Nº8 de Delitos Sexuales descentralizada en Florencio Varela, quien lleva adelante la investigación.
Su temor a posibles represalias luego de la denuncia no es en vano. Sostuvo ante la Comisaría y en su diálogo con este medio que además de ser personal jerárquico, el subcomisario además es familiar de un jefe policial de mayor jerarquía dentro del mismo Departamento Judicial de Florencio Varela. Supone que el presunto abusador cuenta con apoyo para salir impune dentro de la propia fuerza. Lo cierto es que la joven solicitó una restricción de acercamiento, en su domicilio, en los lugares que frecuenta y para sus familiares. Dijo que no posee testigos de los hechos pero resaltó que se siente amedrentada.
Denuncias cruzadas y un testimonio que podría ser clave
Según revelaron a este medio altas fuentes con acceso al expediente, la investigación está en sus comienzos. “Se va empezar con exámenes a la víctima y vemos para dónde seguimos”, indicó uno de los investigadores.
Una revisión médica fue practicada. La fuente señaló que a la sargento no le encontraron lesiones de ningún tipo, aunque sí hay un dato no menor que podría complicar al subcomisario: no es la primera vez que se ve involucrado en una denuncia de tipo sexual.
En 2021, el hombre fue acusado de darle un beso en la boca e intentar tocarle los pechos a otra oficial. La diferencia es que en esa oportunidad, no lo logró porque la víctima se fue. La policía hizo la denuncia pero el caso fue archivado en aquel momento por falta de elementos de prueba. “En la misma causa (la que se inició ayer) declaró ya esta agente”, agregó el investigador. Pero no dijo nada más.
El expediente se inició ayer y al parecer va a llevar tiempo conocer la verdad. De acuerdo con lo que pudo averiguar este medio, hace algunos días el subcomisario de la Seccional Nº5 -antes de ser notificado de que lo acusan de violación- había ya denunciado a su ahora ex amante por el delito de acoso, ya que aparentemente era él quien quería cortar la relación.
Desde la Justicia señalaron a este medio que quieren determinar si la acusación de la mujer fue como respuesta a que el hombre había dado por terminado el noviazgo clandestino. “Es como el huevo y la gallina. Ella lesiones no tiene. Faltan las entrevistas con la psicóloga y vamos a tirar del hilo para ver a dónde llega”, graficó la fuente.
Sobre la denuncia en su contra, la sargento reconoció a Infobae que efectivamente el subcomisario la acusó ante la Justicia antes de que ella expusiera lo que vivió el domingo pasado pero aclaró que todavía no fue notificada ni sabe por qué delito es. “No quiero hablar más porque tengo miedo”, resaltó.
Si bien la acusación de G. es por abuso sexual con acceso carnal y amenazas de muerte, desde la Justicia aclararon que por el momento se trataría de “abusos simples”.
Según informó Télam, la Dirección Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires intervino con un sumario administrativo para determinar si corresponde relevar del cargo al subcomisario.
SEGUIR LEYENDO: