En el mediodía de hoy, Roberto Patricelli, el empresario aduanero detenido por el feroz choque de Palermo, será trasladado desde la Comisaría Vecinal 14C a la Unidad Fiscal Norte del MPF porteño para ser indagado. Deberá responder, en principio, por los homicidios culposos de las dos víctimas, el pastelero Juan Márquez y su sobrina Jenismar, oriundos de Venezuela. Las pruebas lo complican, principalmente la pericia realizada por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales que determinó que Patricelli viajaba en su BMW M3 a 150 kilómetros por hora. También está su test de alcoholemia, realizado junto con una extracción de sangre: su aliento marcó 0,51 gramos por litro, un decimal por encima del máximo permitido.
Junto a él estará Diego Olmedo, uno de sus dos abogados defensores constituidos en el expediente. De cara a la indagatoria, Olmedo revela a Infobae un dato hasta ahora desconocido. Junto a Patricelli viajaban dos mujeres, según trascendió de fuentes policiales al comienzo del caso el domingo por la noche. El abogado confirmó sus identidades: son la hija y la hijastra de Patricelli. A su defensor, el empresario incluso le negó haber bebido antes de conducir.
“Hoy es un panorama incierto hasta para el propio fiscal. El expediente se está formando con distintos condimentos. Sobre el test de alcoholemia, estaba en los parámetros de la ley de tránsito prácticamente. Estaba a un decimal, pero la regla permite establecer un margen de error. Me gustaría ver el análisis de sangre, que le extrajeron en el momento. Roberto me dijo que no había tomado nada. No había cenado todavía. Él iba a cenar con la hija y la hija de su mujer. No había tomado. No es que volvía de parranda, para nada”, asegura el defensor.
Fuentes del caso aseguran que Patricelli se muestra “compungido” dentro de su celda: las muertes, supuestamente, le pesan. Sin embargo, la velocidad detectada por el CIJ es algo que no puede explicar, al menos por ahora.
Según fuentes del Ministerio de Salud, quedan dos víctimas internadas en hospitales porteños, con nueve heridos originalmente derivados a hospitales como el Pirovano, Fernández y Rivadavia. En el Hospital Fernández aún quedan dos de los heridos internados, según confirman las mismas fuentes. Uno de ellos es un varón 25 años con traumatismo de cráneo leve, que incluye una fractura. Hoy será evaluado para realizar una cirugía. Otro hombre de 39 años se encuentra en terapia intensiva con traumatismo de cráneo grave. Su estado es crítico.
Ayer por la mañana en el Hospital Rivadavia se dieron de alta tres adultos que no presentaban heridas graves. Un chico de seis años, fue derivado al Sanatorio Güemes, mediante su obra social: estaba fuera de peligro y se preveía su alta a la brevedad.
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