Una de las mellizas acusadas del crimen de Dylan Robledo, el joven de 20 años que fue asesinado el 18 de septiembre pasado en medio de una fiesta clandestina en Lanús, se entregó este miércoles a la mañana a la Policía y quedó a disposición de la Justicia, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Este martes, 24 horas antes de que una de las hermanas prófugas se entregara, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires ofreció una recompensa de hasta 5.000.000 de pesos a quien aportara datos fehacientes que permitieran localizar y detener a Brisa Ayelén Acebey, “imputada por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
Este miércoles, a 235 días del crimen, la prófuga y ex integrante del equipo de fútbol femenino de San Lorenzo, las “Santitas de Boedo”, decidió entregarse. Mañana será indagada por el fiscal Martín Rodríguez, de la UFI Nº6 del Departamento Judicial de Avellaneda.
En la causa también está acusada su hermana Priscila Nicole, quien continúa prófuga a casi diez meses del homicidio.
Según la reconstrucción del crimen, esa fatídica noche del 17 de septiembre Dylan había salido con las mellizas y su amigo Damián, apodado “El Papu”, que además era primo de Brisa y Priscila. Los cuatro llegaron a un encuentro en un galpón de la zona de Lanús. Pasada la madrugada, se fueron a otra fiesta en una casa de Talcahuano al 3.600. Allí sucedió el homicidio.
Durante el festejo, el joven recibió un tiro en la cara cuando, supuestamente, una de las mellizas tomó un arma y comenzó a disparar. Desde entonces, Brisa, al igual que su hermana Priscila, había permanecido en las sombras.
“‘Las melli’ empezaron a tirar gas pimienta mientras bailaban con el arma en la mano. Se armó lío y le dieron un culatazo a Dylan”, relató un testigo directo del hecho a Infobae.
De acuerdo a ese relato, tras el golpe, Dylan perdió el conocimiento. En ese momento, una de las hermanas habría disparado: “El tiro le dio en la cara y lo mató al instante”, detallaron. Esta versión, hasta el momento, es la hipótesis principal del expediente.
Según la autopsia, Dylan Robledo murió de un paro cardiorrespiratorio traumático “siendo la causa originaria un traumatismo cráneo encefálico secundario al paso de un proyectil que ingresó por la mejilla derecha”.
La hermana de Dylan, Gabriela Arrazola, dijo a este medio que la víctima conocía a las mellizas. “Más de una vez fue a ver jugar a la pelota a Brisa. Él era un pibe tranquilo y amoroso. Se ganaba la vida haciendo ‘changuitas’. Trabajó de albañil, en un lavadero de coches y también como revendedor de ropa. Nunca le hizo mal a nadie”, lamentó Gabriela en la última nota que dio a Infobae, en diciembre pasado.
El 23 de septiembre, cuatro días después del crimen, la familia de la víctima despidió sus restos en el cementerio municipal de Lanús. Horas después, con el apoyo de varios amigos, hicieron una marcha en una plaza de Valentín Alsina. Su temor era que el caso “quedara en la nada”.
Casi ocho meses después del crimen, la principal sospechosa e imputada por el delito ya está tras la rejas.
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