Dos hackers que se dedicaban a realizar estafas con criptomonedas y tarjetas de crédito clonadas fueron detenidos recientemente, luego de haber mantenido cautivo a un hombre para obligarlo a hacer compras online. El secuestro se produjo la semana pasada en un domicilio de Olivos, a pocos metros de la Quinta presidencial, donde uno de los acusados había montado un “laboratorio” desde donde cometían las maniobras ilícitas.
Según relató la víctima, de 35 años, todo comenzó a principios de este mes, cuando conoció a uno de los secuestradores, Amadeo Conrado Uberti, de 29 años. Se lo había presentado un conocido con el que suele jugar videojuegos online.
Fuentes del caso explicaron a Télam que Uberti convocó a la víctima a su casa de Olivos -ubicada sobre la calle Guillermo Marconi al 600, a una cuadra de la quinta presidencial- y le explicó que se dedicaba a “minar bitcoins” pero que, como tenía “problemas judiciales”, necesitaba “un cadete con vehículo” para que se ocupara de diversas tareas, como comprar placas o cambiar dinero. Así, en primer lugar lo envió a cambiar unos dólares y, a su regreso, le dio $10.000.
En los días siguientes, ambos se mantuvieron en contacto y el viernes pasado Uberti le encomendó un nuevo pedido: lo mandó a comprar, junto a su cómplice, placas de video a distintos locales del barrio porteño de Belgrano. Antes, le había advertido a la víctima que si no cumplía con cada uno de los mandados, sufriría una reprimenda. La pareja finalmente no consiguió lo que el acusado les había pedido y regresaron a Olivos. Eran cerca de las 19.30.
Ofuscado, Uberti reprochó al hombre de 35 años y le dijo de manera intimidatoria: “Te vas a sentar en la computadora y vas a hacer compras online. De acá no te vas y están viniendo dos pibes que te van a cagar a trompadas”. Las amenazas continuaron en las horas siguientes, más aún cuando el cómplice de Uberti le avisó que la víctima había tratado de escapar: ante esta situación, el dueño de casa se colocó un par de guantes de trabajo y lo amenazó con un atornillador: “¿Te querés escapar? Te vas a comer una puñalada”.
El calvario terminó casi tres horas después. La víctima escapó atravesando el cristal de un ventanal, lo cual le produjo algunos cortes en sus manos. Corrió por la calle pidiendo auxilio hasta que fue socorrido por personal policial que custodia la residencia presidencial.
La investigación recayó en manos del fiscal Martín Gómez, titular de la Unidad Funcional de Vicente López Este, quien dispuso el allanamiento a la casa de Uberti. El operativo fue llevado a cabo por personal de la DDI de San Isidro y la SubDDI de Vicente López.
Según precisaron fuentes policiales, los oficiales encontraron allí una máquina utilizada para contar billetes, recibos de compras por grandes cifras de dinero, rollos de facturación, tarjetas de crédito y débito, tarjetas prepagas, seis posnet, un CPU, dos teléfonos celulares, 18 placas de video, un pendrive, cuatro monitores, discos rígidos externos, un router, cinco notebooks y memorias internas. También había dinero en efectivo: una suma que ascendía a los $101.880.
Además, en el lugar fueron secuestradas dos consolas PlayStation 4 y 5, un par de guantes amarillos y un atornillador con mango azul, elementos que habrían sido los que utilizó el detenido para amedrentar a la víctima.
Uberti, que tiene antecedentes por hurto y amenazas coactivas, está ahora imputado por privación ilegítima de la libertad agravada. Ante el fiscal, negó la acusación y, al igual que su cómplice, seguirá bajo arresto mientras avanza la causa. Para los próximos días se esperan los resultados del peritaje a todos los dispositivos electrónicos hallados en su casa.
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