Guillermo Sosa, alias “Ojito” o “Chupa”, uno de los cabecillas de la barra brava de Newell’s, fue imputado este lunes por haber sido el presunto instigador del crimen de otro referente del paraavalanchas rojinegro, cometido en octubre pasado por un grupo de sicarios. La audiencia de rigor fue por mucho más. Allí, los fiscales del caso explicaron que la banda de Los Monos hoy comanda a los grupos violentos de la hinchada.
Los fiscales Luis Schiappa Pietra, Matías Edery y David Carizza acusaron a “Chupa” Sosa, detenido la semana pasada, por haber planificado el asesinato de Nelson “Chivo” Saravia, quien lideró la barra de Newell’s tras la caída de su anterior jefe, Diego “Panadero” Ochoa.
Saravia fue acribillado a tiros el 23 de octubre pasado dentro del dormitorio de su casa de la calle San Nicolás. De acuerdo a la mecánica identificada por los investigadores, entre ocho y diez personas –algunos con chalecos antibalas– rompieron a patadas la puerta de la propiedad y se dirigieron directamente al cuarto en el que estaba “Chivo”, a quien le dispararon con una ametralladora.
De acuerdo al preinforme de autopsia, la víctima murió por una “hemorragia torácica y destrucción cráneo encefálica por heridas de arma de fuego”.
Un dato no menor es que el brutal homicidio se dio frente a la pareja de Saravia, su hijo de ocho años y su sobrino de trece. Los sicarios en la huida se llevaron el teléfono de la concubina de la víctima con el objetivo de que no llamara rápidamente a la Policía.
El robo del celular de la pareja de Saravia fue una gran pista para la causa. Los gatilleros se fugaron en un Peugeot 308 blanco y se dirigieron a Garibaldi al 3300, según el recorrido que marcó el GPS del teléfono de la mujer. En ese lugar vive “Chupa” Sosa.
Sosa fue detenido el miércoles de la semana pasada en las inmediaciones de Vibras Bar, local de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez del que sería titular.
De vuelta a la audiencia imputativa, los fiscales -los mismos que llevaron a la cárcel a “Guille” Cantero, capo de Los Monos- explicaron que el asesinato se enmarcó dentro de una disputa por el control la barra brava de Newell’s. Y en ese contexto, afirmaron que el paraavalanchas rojinegro está comandado por cinco facciones, todas ellas lideradas por Los Monos.
Cada grupo es dirigido, a criterio de los fiscales, por cuatro presos: Ariel Máximo “Guille” Cantero; Leandro “Pollo” Vinardi –condenado por un crimen e imputado como miembro de la banda–; Pablo Nicolás Camino –también acusado por ser parte de la organización–; Marcos Jeremías “Pato” Mac Caddon –preso por regentear el narcotráfico en el cordón industrial de San Lorenzo en nombre de Los Monos– y Damián “Toro” Escobar, imputado por planificar el crimen del casino City Center, a comienzos de 2021.
Sin embargo, los investigadores sostuvieron que la conducción está principalmente centrada en “Guille” Cantero, el líder de Los Monos, que está preso en la cárcel federal de Marcos Paz. En tanto, Vinardi, Mac Caddon, Escobar y Camino son señalados como jefes de “células” que trabajan para la presunta organización.
Dentro de esa estructura, los fiscales ubicaron a “Chupa” Sosa como un presunto integrante de la “célula” que dirige Leandro “Pollo” Vinardi, y que opera principalmente en Villa Gobernador Gálvez.
Puntualmente, a Sosa, al que se le dictó la prisión preventiva, le atribuyeron “organizar y disponer de recursos humanos que realizan diversas actividades relativas a la organización interna de la barra”. Agregaron que “dispone de entradas para ingresar al estadio del club, administra los cuidacoches los días de los partidos y el dispendio de comidas y bebidas en los carritos en los alrededores de la cancha”.
“En ese rol, se encarga de organizar atentados contra las personas de organizaciones antagónicas, fundamentalmente en la zona de norte de Rosario y en San Lorenzo. Usted encarga los actos a diversas personas, a las que les indica los lugares donde tienen que ir a efectuar los atentados, o los ejecuta usted directamente”, concluyeron los fiscales.
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