Una familia fue asesinada a balazos en la noche de este viernes en la zona sur de Rosario. Las víctimas fueron un joven de 26 años, su pareja de 25 y la hija de ambos, de 6. En las últimas dos semanas es el segundo triple crimen con características similares que tiene lugar en la ciudad, que ya acumula en lo que va del año 100 homicidios, según datos del Observatorio de Seguridad Pública.
Rodrigo Tomás Morera, Ainara Altamirano y su hija Ámbar Auriazul Morera fueron acribillados en Garibaldi al 100, en barrio Tablada, al descender del Nissan blanco en el que se desplazaban para dirigirse a la puerta de la casa del abuelo del joven, según los primeros indicios que tiene la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro.
El dato de que no sean del barrio llamó la atención en los investigadores policiales, ya que eso hace presumir que los atacantes siguieron el auto familiar, o esperaron a las víctimas en ese lugar porque sabían hacia dónde se dirigían.
Rodrigo Morera fue hallado muerto dentro del auto por varios disparos. Su pareja, Ainara Altamirano, falleció en el hospital Roque Sáenz Peña por heridas de arma de fuego en el abdomen, tórax y brazos. En ese mismo centro de salud también se produjo el deceso de su hija, a quien se le constataron múltiples impactos de bala.
Por las actuaciones llevadas adelante por la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal en la escena del triple crimen, se determinó que los sicarios usaron al menos dos armas de fuego, ya que se secuestraron 16 vainas servidas calibre 9 milímetros y otras 5 calibre 40. También fueron incautados cuatro plomos, una munición intacta calibre 9 milímetros y otra calibre 40.
El auto de la familia fue requisado por Gendarmería luego del violento ataque y se secuestraron vestimentas de las víctimas y al menos un celular Samsung.
Los datos consultados al sistema provincial no arrojaron que la pareja acribillada junto a su hija haya tenido antecedentes o que esté bajo investigación por algún delito.
En la escena del triple crimen no había cámaras de vigilancia, por lo que la fiscal Marisol Fabbro ordenó que se amplíe el radio de búsqueda de imágenes de la zona para tratar de obtener indicios sobre el vehículo de los sicarios y la ruta de la fuga.
En el departamento Rosario, donde ya se registraron 100 homicidios, se dio una particularidad. En dos semanas hubo dos triples crímenes de características calcadas. El 23 de abril pasado mataron de 40 balazos a una joven pareja con su bebé de un año en la zona noroeste, también cuando estaban bajando de su auto marca Audi.
En ese hecho, las víctimas fueron Marcos Máximo Caminos -que contaba con antecedentes en la Justicia federal por estar investigado por venta de droga-, su pareja Micaela Bravo, quien tenía en brazos a Ciro, el bebé de un año.
La mecánica en ese triple asesinato fue similar. La pareja descendió del vehículo y en cuestión de segundos se hizo presente una camioneta blanca -según los testimonios de la causa- de la cual se bajaron entre dos y tres sicarios que descargaron una ráfaga de disparos sobre la familia.
Inmediatamente después, la fiscal de esa causa, Georgina Pairola, ordenó allanar la casa de las víctimas, ya que los antecedentes de Marcos Caminos podían ser un indicio del móvil de la brutal emboscada. En su domicilio de Colombia al 1300 bis se secuestraron luego ocho ladrillos de marihuana y 61 bolsitas de cocaína.
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