Las inmediaciones del country club Los Cardales, ubicado sobre el kilómetro 4 de la Ruta 4, en el partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, fue escenario de un crimen que todavía está muy lejos de ser esclarecido: dos desconocidos que se movilizaban en una camioneta mataron a balazos a un hombre que circulaba en su auto y escaparon con rumbo desconocido. Sin embargo, a pesar de que el hecho ocurrió en un horario en el que había mucho tránsito, lo más llamativo hasta ahora es que los investigadores no encontraron un solo testigo que permita reconstruir lo que pasó.
Según informaron altas fuentes con acceso al expediente a Infobae, el asesinato ocurrió entre la tarde y la noche de ayer, cuando la víctima, un hombre de 44 años identificado como Patricio Glave, volvía a su casa del barrio privado Parque Sakura, una urbanización ubicada a unos cuantos kilómetros de distancia, también en Exaltación de la Cruz.
En medio de una situación que todavía es confusa, Glave -quien se movilizaba en su Chevrolet Meriva- detuvo su marcha sobre la Ruta 4, algunos metros después de una camioneta utilitaria de color blanco, en la que viajaban los autores del hecho. Después de que se bajó, recibió dos balazos: uno en el tórax y el otro en el hombro. De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, los agresores dispararon cuatro veces, ya que se hallaron tres vainas servidas en el lugar.
“No hay todavía declaraciones testimoniales que reconduzcan ni siquiera a lo que pasó ni mucho menos la autoría del crimen de los sujetos que se retiraron del lugar. Él venía de Ingeniero Maschwitz de trabajar a su casa en Parque Sakura. Detuvo su camioneta después de que otro vehículo detuviera su marcha otros metros más atrás. Lo ultimaron ahí. No hay más detalles que eso”, indicó la fuente que conoce de cerca el expediente.
De acuerdo con medios locales, la esposa ratificó a la Justicia que su marido había salido de casa en horas de la tarde en su vehículo hacia Maschwitz para trabajar y que cuando estaba volviendo, en horas de las noche, ocurrió el crimen. Se trata de un camino que el hombre acostumbraba hacer todos los días cuando regresaba a su vivienda.
Según publicó la agencia de noticias Télam, los peritos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Zárate-Campana, secuestraron vainas servidas de un arma calibre .22 muy cerca del vehículo y el teléfono celular de la víctima. Otro dato que pudo saber este medio en base a fuentes policiales es que cuando las autoridades llegaron, la Meriva de Glave estaba con el motor en marcha y las luces encendidas.
Otro dato que complica la investigación es que las cámaras de seguridad privadas que pudieron captar el hecho fueron entorpecidas por un árbol. Las cámaras públicas de la zona apenas pudieron captar la camioneta utilitaria y el color, pero no mucho más.
Si bien la investigación recién comienza, las hipótesis que manejan en el expediente por estas horas son que pudo haber sido un robo (presuntamente hay un faltante de dinero) o un asesinato en medio de una discusión de tránsito. “La camioneta de la víctima no la tocaron”, señalaron a Infobae. Eso será algo que tendrá que dilucidar el fiscal Matias Ferreiros, integrante de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº2 del departamento judicial Zárate-Campana, quien quedó a cargo de la causa.
Luego del llamado de un vecino al 911, varios móviles policiales y una ambulancia se dirigieron hacia el lugar ubicado frente al barrio privado. Allí encontraron a un hombre tirado sobre el asfalto de la ruta 4, ya sin vida. En el lugar también trabajó personal de Policía Científica. El fiscal Ferreiros calificó el hecho, por ahora, como homicidio calificado por el uso de arma de fuego. De acuerdo con las fuentes, pudo hablar con algunos familiares de la víctimas para notificarles de lo ocurrido.
De acuerdo con registros oficiales, Glave se dedicaba como actividad principal al “servicio de asesoramiento, dirección y gestión empresarial”. Actualmente, pudo conocer este medio, trabajaba dentro del rubro de la construcción. De hecho, actualmente se desempañaba como colocador de aberturas de aluminio en un emprendimiento con otras dos personas allegadas, de acuerdo con lo que publicó la agencia de noticias, citando a uno de los investigadores asignados al caso.
Las fuentes por este momento lo único que tienen claro es que un móvil preciso no hay. Por eso buscan testigos. “No hay un sólo que diga lo que pasó antes. Es una zona donde hay muchos barrios cerrados, hay movimiento. Si hubo algún vehículo que advirtió algo, nunca se detuvo tampoco”, indicó la fuente.
La única pista por ahora: una señora que se movilizaba en bicicleta, contó lo que vio a la Policía pero no se identificó.
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