Los videos de las brutales cinchadas de caballos que el patriarca de Los Monos organizaba en el fondo de su casa

El histórico fundador de Los Monos, Máximo Ariel “El Viejo” Cantero, padre de “Guille” -el actual líder preso en Marcos Paz-, enfrentó su audiencia imputativa este miércoles en Rosario tras ser arrestado la semana pasada como jefe de una presunta organización dedicada a numerosos delitos que van desde “cobrar permisos” para la venta de droga, balaceras, reventa de entradas de partidos de Rosario Central, hasta peleas de gallos y cinchada de caballos.

Junto a “El Viejo” fueron acusados su pareja, Rosa Bibiana Montero, su ex y madre de “Guille” Cantero, Patricia Celestina Contreras, Nelson Alexis “Pandu” Aguirre –cabecilla de una estructura de barrio Triángulo– y otras 18 personas. La audiencia comenzó pasadas las 10 en el Centro de Justicia Penal y fue encabezada por los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone y Gastón Ávila, quienes entrecruzaron investigaciones para formular la acusación ante la jueza Valeria Pedrana.

Lo cierto es que este miércoles “El Viejo” enfrentó la audiencia que el martes se había suspendido por problemas de conexión. Para evitar que así vuelva a suceder, la de hoy fue presencial. La sala estaba colmada. Estaban 21 de los 22 imputados (una mujer fue llevada en la madrugada de este miércoles al hospital), sus defensores públicos y particulares, los fiscales y una veintena de policías fuertemente armados que rodeaban al presunto grupo delictivo.

Cerca del mediodía, tras la imputación, ingresó un llamado al 911 de una voz femenina que exigió la liberación de Cantero con advertencias intimidantes. Según confirmó Infobae, ya existe una investigación en curso por las amenazas telefónicas.

“El Viejo” Cantero llevaba el mismo camperón Nike de Rosario Central con el que fue detenido la semana pasada en Avellaneda al 4500, pero ahora sumó un chaleco antibalas. En medio de la imputación, los fiscales reprodujeron audios y también videos. Las primeras imágenes que mostraron fueron filmaciones de cinchadas que según la causa se hacían en un terreno trasero al domicilio de Cantero: en una de las filmaciones, incluso, se logra ver que mataron a golpes un caballo. Ahora, ilustran esta nota.

La casa de Cantero del boulevard Avellaneda había sido allanada en el momento de su arresto. Allí se encontró comida de planes sociales, ya que, supuestamente, funcionaba como merendero; pájaros enjaulados, gallos de pelea enjaulados y lo más llamativo: 18 caballos en pésimas condiciones de salud e higiene en el fondo de la propiedad.

Ser jefe de una mafia no sería suficiente para Cantero, también apodado “Pelo Duro”. La Justicia cree que organizaba estas cinchadas, donde los equinos eran latigados para correr. Las competencias ocurrían literalmente en el fondo de la casa, o en un predio aledaño.

Las imputaciones

En su alocución, el fiscal Franco Carbone afirmó que los jefes de la presunta asociación ilícita son Máximo Ariel “El Viejo” Cantero y su actual pareja. Agregó que un escalón por debajo de ellos está “Pandu” Aguirre, un preso de la cárcel de Coronda que se encuentra condenado por un crimen de febrero de 2015.

Según la acusación, “Pandu” Aguirre lideró desde noviembre pasado –al menos– hasta abril, “una célula o subestructura” que trabajó para “El Viejo” Cantero y Montero. Esa “pyme” delictiva está integrada, a criterio de los fiscales, por Brenda Jackeline Barboza (pareja de “Pandu”), Viviana Roxana Camejo, Ángel Manuel Villarruel, Jorge Barboza, Ailén Gisela Centurión, Jonatan Adrián Sánchez, Marcela Carolina Irma Aguirre, Esteban Rubén Stoppani, Ester Teresa Fuente, Romina Alejandra Berón, Rodrigo Gustavo Berón, Jésica Andrea Berón, Oscar Rubén Malagueño y Nazareno Uriel Gauna.

Las otras personas imputadas fueron Marcos Daniel Vera –para los fiscales, el nexo entre “El Viejo” Cantero y “Pandu” Aguirre–; su hijo Yair Agustín Vera; Sebastián Fernando Gómez; Leonardo Enrique Pucheta; y Ángel Gabriel Villarruel.

De acuerdo a la investigación que lleva seis meses, las 22 personas estuvieron involucradas en balaceras a dos estaciones de servicio (la Axion de San Martín y Saavedra y la YPF ubicada frente a la Jefatura de la Policía) en la semana previa a las elecciones legislativas del año pasado; a dos escuelas (Crisol y Santa Isabel de Hungría) el 14 de noviembre pasado, mismo día de los comicios generales legislativos; y una extorsión a una familia de la ciudad de Pérez.

De las personas sentadas en el banquillo de los acusados, Patricia Celestina Contreras –madre del líder de Los Monos “Guille” Cantero– y Cintia Macarena Berón fueron las únicas que no fueron acusadas por asociación ilícita.

A “El Viejo” Cantero y a Montero, además, los acusaron por administración fraudulenta y maltrato animal. El primero de los delitos es por los 8 mil kilos de alimentos a granel y las 137 cajas de alimentos del plan municipal Cuidar que fueron halladas en la casa del fundador de Los Monos. Según los funcionarios de la Fiscalía, todo ese material estaba destinado a la asociación civil “El Ceibo-Manos que trabajan”, cuyo presidente es Leonardo Enrique Pucheta y su tesorera es Cintia Macarena Berón, otros dos imputados.

El segundo fue por las actividades que hacían con los animales que fueron secuestrados en su domicilio. Según los fiscales, tenían cinco gallos de riña que eran sometidos a peleas clandestinas por apuestas; 21 caballos, 31 chanchos, dos terneros, cuatro ovejas y cuatro chivos que estaban en pésimas condiciones de salud. Los equinos eran usados, de acuerdo a la investigación, para cinchadas en las que eran

golpeados con caños, látigos, palos y hasta les proporcionaban descargas eléctricas con picanas.

Los fiscales Carbone y Haurigot, además, pidieron sacar del archivo una causa por abuso sexual contra “El Viejo” Cantero, que data de mayo de 2018 por una presunta violación a una adolescente de 16 años en el interior de la cárcel. La víctima resultó ser la sobrina del fundador histórico de Los Monos.

En tanto, el fiscal Gastón Ávila solo participó de la audiencia por una tentativa de homicidio por la que acusó a Nelson “Pandu” Aguirre, Nazareno “Anteojitos” Gauna y Brenda Barboza.

La balacera fue el 4 de diciembre del año pasado en Cerrillos al 3800, zona de influencia de “El Viejo” Cantero. En ese hecho, el fiscal aseveró que “Pandu” Aguirre pagó 100 mil pesos a Nazareno Gauna para que “ataque y mate al menos a una persona que se encuentre en el punto de venta de estupefacientes conocido como El Arco, perteneciente a Romina Berón, que trabajaba para una persona apodada como Marilú”.

El objetivo de la balacera, según la investigación, fue “intimidar a Marilú” para que salde la deuda económica que tenía con “El Viejo” Cantero y Montero. Ese ataque se perpetró desde una moto y resultó herido un joven que estaba por comprar droga. Recibió un disparo en el abdomen, cuya lesión provocó la pérdida de su riñón derecho, que fue extirpado en una cirugía.

El fiscal Ávila añadió que la persona que pagó esa balacera fue Brenda Barboza, pareja de “Pandu”, a Nazareno Gauna, quien a su vez le dio 50 mil pesos al gatillero, 25 mil a quien conducía la moto y se quedó con 25 mil por haber organizado el hecho.

La reventa de entradas

En la audiencia también se ventilaron comunicaciones de febrero y marzo pasado, donde los imputados se comentan que “El Viejo” Cantero había recibido entradas para partidos de Rosario Central “para vender”.

Se mostró también que el día previo al clásico entre Central y Newell’s que se jugó en el Gigante de Arroyito hubo una charla entre dos de los sospechosos, donde uno de ellos fija el precio de tres mil pesos para la comercialización.

La presunción de la reventa de entradas sumado al camperón de Central con el que fue detenido Cantero abonan a la hipótesis de que tiene fuertes vínculos con la barra brava de ese club. Incluso, al día siguiente de la detención del fundador de Los Monos se hizo una pintada en uno de los accesos a la ciudad que decía “Libertad a Ariel Cantero” en azul y amarillo, los colores característicos del Canalla.

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