Una venganza, 13 vainas y un cartel que decía ‘con la mafia no se jode’: la trama detrás de un doble crimen en Rosario

Cuatro personas fueron imputadas por matar a un joven y a su amigo, que nada tenía que ver, como represalia por acribillar de 32 tiros a un vendedor de droga

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Los cuerpos de la venganza
Los cuerpos de la venganza narco tirados en una zona rural de Rosario

Cuatro personas fueron imputadas este domingo en Rosario por haber cometido un brutal doble crimen con trasfondo narco en octubre pasado. De acuerdo a la investigación, los sicarios solo buscaban a una de las víctimas para matarla, pero también ejecutaron al amigo que estaba con él, que nada tenía que ver.

Según la acusación del fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo, vengaron así el asesinato de un joven ligado a la venta de drogas que horas antes había sido acribillado de 32 tiros en la zona Norte.

El doble crimen ocurrió en la noche del 30 de septiembre pasado, pero fue descubierto por vecinos en la madrugada del 1° de octubre, cuando encontraron los cuerpos de Dylan Joaquín Valenti y Brian Ezequiel Molina en una zona rural de Uriburu y Las Palmeras, en jurisdicción de la ciudad de Pérez, pegada a Rosario en el extremo Oeste.

La escena del doble homicidio ya daba cuenta de que se había tratado de una ejecución de tinte mafioso. En el lugar en el que estaban los cadáveres había 13 vainas servidas y un cartel que decía: “Con la mafia no se jode”, acompañado por el dibujo de una corona. El cuerpo de Valenti tenía dos disparos en la cabeza y dos en el pecho; mientras que el de Molina tenía dos tiros en el cráneo y otro en el brazo derecho.

Los imputados este domingo por los crímenes fueron identificados como Alexis Daniel Zárate (18 años); Sebastián Ezequiel Romano (25); Denise Amancay Castro (23); y Jorge Andrés Castillo (27). Todos quedaron en prisión preventiva efectiva por el plazo de Ley, según la resolución de la jueza Valeria Pedrana.

La escena del doble crimen
La escena del doble crimen con tinte mafioso

El plan criminal fue trazado por el grupo liderado por Jorge Castillo, que se pasó buscando durante todo el día a Dylan Valenti para matarlo en venganza por el homicidio de Julián Zanier, familiar suyo, ocurrido en la mañana de ese mismo día. A Dylan lo encontraron mientras estaba con su amigo Brian Molina. Planificaron la ejecución en un lugar completamente aislado y mataron a Molina por haber estado en el lugar de forma fortuita, todo para procurar su impunidad por el homicidio de Valenti”, relató el fiscal.

El fiscal sostuvo que ese doble crimen fue el 30 de septiembre por la noche y fue la venganza de otro que había ocurrido horas atrás en barrio Nuevo Alberdi, en la zona orte de Rosario, donde acribillaron a Julián Manuel Zanier, de 23 años. La joven víctima estaba ligada al mundo de la venta de drogas, según investigadores policiales, y se desplazaba en silla de ruedas por dos balaceras anteriores de 2016 en las que sufrió una lesión en la médula espinal.

Zanier fue asesinado por cinco sicarios que irrumpieron en su casa de Fontana al 3.100 al grito de “Policía” y le dieron 69 disparos, de los cuales 32 impactaron en su cuerpo, según precisó en aquel entonces el fiscal Patricio Saldutti que intervino en esa investigación.

Más allá de las características mafiosas, el asesinato de Zanier enseguida generó sospechas de un trasfondo narco. El frente de su casa era muy precario y distaba mucho del interior de su domicilio, donde se encontraron pisos de madera flotante y de porcelanato, un televisor de 70 pulgadas, una ducha escocesa, un Volkswagen Scirocco y una heladera de doble puerta muy costosa.

En la propiedad del joven asesinado también se hallaron colgados cuadros del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria y de “Scarface”, la película interpretada por el actor Al Pacino, donde se relata la vida de un gángster dedicado al narcotráfico.

En la casa del joven asesinado el 30 de septiembre no se salvó ni su perro pitbull, al que mataron de siete tiros.

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