“Ella era mi amiga. Cada vez que yo iba a la casa me hacía cosas. Me hacía que me agarren los chabones, y ella cobraba”. El relato lo hizo con una naturalidad que asustó hasta los propios policías: sólo tiene 12 años. Según sus propias palabras, a las que accedió Infobae de fuentes con acceso al expediente, la primera vez que la atacaron “fue en el 2017, cuando me violó mi tío”. La última, el 14 de marzo pasado: su supuesta amiga la vendió por mil pesos y una piedra blanca a un tal ‘Nene’.
La presunta entregadora tiene 19 años y el abusador, 52. Los dos están presos. A ella la acusan de promoción o facilitación de prostitución de una menor de 13 años. A él le imputan abuso sexual con acceso carnal. Y ambos comparten el delito de corrupción de menores. El fiscal que investiga, de la UFI N°12 de Lomas de Zamora, José Luis Suárez, pidió la prisión preventiva para los dos.
Todo comenzó con la denuncia de la madre de la nena de 12 años en el partido de Almirante Brown, al Sur del Gran Buenos Aires, el 14 de marzo pasado. No era la primera vez que la mujer iba a la comisaría porque no sabía nada de la nena.
Ese 14 de marzo la madre fue nuevamente a pedirle ayuda a la Policía. La chica había salido a hacer un mandado el día anterior a las 17, nunca volvió. La encontraron en una casa de Glew, donde vivía la presunta amiga junto a su mamá: “Le habían dado de fumar marihuana”.
Según reconstruyeron los investigadores, ese 13 de marzo la chica se fue hasta la casa de esta presunta amiga, “a quien conoció por su mamá, que una vez se la cruzó en una formación del ferrocarril Roca y la invitó a su casa a drogarse”, describieron las fuentes. Allí no sólo estaba la madre de la detenida sino también la ex pareja de la mujer: Nene.
“No bien la vio a la nena, le preguntó la hija de su ex cuánto le cobraba para tener relaciones con ella. La chica escuchó todo desde la cocina. Él se fue y la detenida la agarró y la arrastró 300 metros, hasta la casa del sospechoso: entraron y se bañaron”, dijeron las fuentes consultadas.
“La mayor la sacó del baño y la metió en una habitación, cerró las cortinas y puso música fuerte. Entonces, entró el detenido y la abusó”, ampliaron. La víctima dio detalles hasta de la frazada que había sobre la cama, tenía el logo de un club de fútbol.
Las fuentes consultadas agregaron que enseguida el abusador les pidió a las dos que se fueran de la casa porque llegaba su familia. Claro que, antes “le dio mil pesos a la detenida y un trozo de sustancia blanca”. Todo en presencia de la menor.
Tras el abuso, cuando la detenida llevó a la víctima de nuevo a su casa, le suministró marihuana. Fue en ese contexto que apareció la mamá de la nena con la Policía y la rescataron: el dato de dónde la podrían encontrar lo dio el hermano de la chica abusada.
SEGUIR LEYENDO