Un joven de 21 años fue detenido acusado de ser uno de los autores del crimen de Tomás Pliego (20), asesinado a golpes hace diez días en la localidad bonaerense de Banfield, en el partido de Lomas de Zamora.
Se trata de Ariel Alejandro Pusch, alias ‘Arielito’, quien fue aprehendido en su domicilio ubicado en José Vasconcellos al 400, a 21 cuadras de donde encontraron el cuerpo de la víctima. Por el crimen, todavía hay un prófugo.
La detención fue realizada por la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora junto a personal de la Comisaría de Villa Galicia, luego de un allanamiento solicitado por el fiscal Ricardo Silvestrini, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°11.
En el procedimiento, la Policía también apresó a los padres del ‘Arielito’, acusados de tenencia ilegal de arma de fuego y de estupefacientes. En el lugar se incautaron un revólver calibre .32; un arma de utilería; casi un kilo y medio de marihuana; cuatro teléfonos celulares y tres tarjetas SUBE, que serán peritadas.
Por la misma causa hay un prófugo, apodado ‘Stunt’, que es intensamente buscado. De acuerdo con la agencia de noticias Télam, los investigadores creen que participó del asesinato junto a ‘Arielito’. Por lo pronto, este lunes 2 de mayo, el fiscal Silvestrini le tomará declaración indagatoria a Pusch por el delito de “homicidio criminis causa en concurso real con robo agravado”.
Tomás Pliego fue asesinado a golpes dentro de una habitación de una casa familiar deshabitada, ubicada sobre General Campos al 400, entre General Pintos y Miguel Cané, donde el joven vivía y utilizaba para reunirse con conocidos y amigos para escuchar música hasta la madrugada.
Según indicaron fuentes de la investigación a Télam, Pliego, de 20 años, presentaba varios golpes en el pómulo derecho, la frente, hematomas en el lado derecho de la cadera y escoriaciones en los labios y en la espalda, aparentemente aplicados con un palo.
En base a dichos de testigos, que escucharon y vieron movimientos en la zona, todo comenzó el domingo 17 de abril a la noche, cuando Pliego realizó una fiesta en esa casa, a la que asistieron amigos y conocidos suyos. Allí, los investigadores hallaron una balanza de precisión y envoltorios que, en apariencia, serían de drogas.
Si los homicidas estaban entre los participantes de la fiesta o si irrumpieron en otro momento con fines de robo, es algo que hasta ahora los investigadores no pudieron determinar. Lo cierto es que la puerta de entrada no estaba violentada y tenía la llave del lado de adentro. “Se cree que las personas que atacaron al joven, luego se apoderaron del auto de la víctima, de su teléfono celular y de un televisor”, detallaron fuentes con acceso al caso a Télam.
La madre del joven fue la última persona de la familia que lo vio con vida, cuando cenaron juntos el domingo de Pascuas a la noche. Al no tener noticias suyas desde entonces, fue a buscarlo el lunes a la casa de Banfield y lo encontró asesinado.
El informe de autopsia sobre el cuerpo de Pliego arrojó que el fallecimiento se produjo por un “traumatismo encéfalo craneano grave, producto de un objeto contundente, como un palo o un caño, con data de muerte de 6 a 12 horas previas al hallazgo del cadáver”.
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