Los cinco acusados -entre ellos un policía- de secuestrar y violar a un hombre de 30 años en la ciudad bonaerense de San Pedro se negaron a declarar y seguirán presos. Fueron detenidos a lo largo de esta semana y, tras el ataque, además obligaron a la víctima a entregarle una bala con un mensaje mafioso a un abogado. Se investiga un caso vinculado al narcomenudeo en la zona.
Ramiro Mansilla, Maximiliano Ramos, Lucas Ramos, Isaías Luppi y Carlos Devito están imputados por abuso sexual gravemente ultrajante, hurto y privación ilegítima de la libertad. En el caso de Devito, además, fue apartado de la Policía Bonaerense: era efectivo de la DDI San Pedro e integraba la fuerza desde hacía cuatro años.
De acuerdo a la investigación a cargo de la fiscal María del Valle Viviani, titular de la UFI Nº7 de San Pedro, todo comenzó el jueves de la semana pasada, cuando la víctima, cuya identidad se preserva, fue secuestrado por un grupo de al menos cinco personas que conocía. Estuvo cautivo durante dos días en una casa ubicada en Rivadavia al 1600 en esa localidad y, durante ese tiempo, fue abusado sexualmente.
El hombre de 30 años contó que el sábado siguiente, a 48 horas de comenzado el brutal ataque, los secuestradores le dieron una bala y le indicaron que fuera a la casa de un abogado de 54 años, conocido suyo y de los sospechosos, para entregarle un mensaje mafioso: “La bala es para tu hijo, danos los 6.000 dólares y las flores (de marihuana)”. Luego, la víctima fue liberada y se dirigió de inmediato a un hospital. Allí relató lo sucedido el personal médico alertó a la Policía y la Justicia.
A su vez, el letrado se presentó en una dependencia policial para radicar la denuncia por la amenaza y por el delito de robo: dijo que, junto a la víctima del secuestro, habían ido a su casa dos de los sospechosos y le habían robado un arma de fuego y su teléfono celular.
Tras las primeras investigaciones, Isaías Luppi y Lucas Ramos fueron detenidos la madrugada del lunes durante allanamientos dispuestos por la fiscal. Ambos negaron su participación en el hecho, pero se negaron a responder preguntas en la audiencia indagatoria.
Por su parte, el policía Devito, de 30 años, acordó su entrega al día siguiente. Había intentado quitarse la vida momentos antes de su detención, por lo que estuvo varias horas internado en un hospital. En su caso, su abogado defensor dijo que todavía no está en condiciones de prestar declaración y que lo hará más adelante.
En tanto, Maximiliano Ramos -señalado como el líder de la banda- se entregó el miércoles a la Justicia por sus propios medios, mientras que Ramiro Mansilla fue atrapado ese mismo día. Ambos sólo se limitaron a pronunciarse inocentes ante la fiscal.
Los investigadores manejan la hipótesis de un posible vínculo con el tráfico de drogas. Buscan determinar si el motivo del ataque fue por una deuda relacionada con el narcomenudeo o si bien existió otra motivación, como una venganza entre ellos. Por lo bajo, relatan que se trata de un grupo de conocidos que sufren graves problemas de adicción a la cocaína y se investiga qué fue lo que detonó para que la situación ocurriera.
Para un hermano de la víctima, “esto fue una cosa de mafia”. “Conozco a todos y sé lo que hacían, iban a cobrarle a la gente de mal manera en San Pedro, en Baradero, y han hecho cosas peores. Si investigan bien, están involucrados en varios homicidios”, afirmó el familiar del joven abusado a medios locales.
Según su testimonio, la banda vende droga “al menudeo” en la zona y a su líder lo tildó como “un Pablo Escobar sampedrino” porque “abastece a esas personas que son consumidores y vendedores”.
El hombre dijo tener “un poco de miedo” por su familia porque sufrió “amenazas” de muerte, ya que conoce a quienes atacaron a su hermano. De hecho, cuando se enteró con quiénes había sido visto por última vez, dijo que se puso en contacto con uno de ellos para preguntarle si sabía algo de él y le respondió: “‘Tu hermano sopló la bolsa y vos sabés cómo es esto’, como que lo iban a matar”.
“Agarré y le dije ‘que aparezca’ porque ya sabía que lo tenían ellos y entonces se asustaron y lo largaron, sino hubiese aparecido muerto”, teorizó.
“Estamos hablando de un círculo mafioso bastante grande. Sé lo que es capaz de hacer (el jefe de la banda), sé las cosas que ha hecho, es capaz de meterse con mi otro hermano, con mi mamá, con mis hijos”, concluyó el pariente de la víctima.
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