Abusó de tres mujeres en un boliche de Palermo la misma noche: cómo lo capturaron

Las víctimas lo denunciaron por manosearlas en el interior del Club Aráoz. Oriundo de Santa Cruz, estaba de paso por la Ciudad de Buenos Aires. La Policía lo arrestó en un hotel de San Telmo

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Un hombre fue arrestado por manosear mujeres en un boliche

Tomás Ezequiel G., de 22 años llegó a Buenos Aires desde su Santa Cruz natal para pasear. Pero sus intenciones eran otras. En las últimas horas, fue detenido en un hotel del barrio porteño de San Telmo: está acusado de cometer al menos tres abusos sexuales en un boliche de Palermo la misma noche.

Todo comenzó la madrugada del pasado 15 de abril en un boliche de Aráoz al 2.400. Cerca de las 4.30, agentes de la Policía de la Ciudad se acercaron hasta el Club Aráoz, tras ser alertados por un caso de abuso. Al llegar, se encontraron con una joven en estado de shock junto a su pareja, quien se entrevistó con los oficiales.

Según el relato del novio de la chica, mientras estaban en la disco, la joven fue hasta el baño. Mientras hacía la fila para ingresar, un hombre corpulento la manoseó, ante la mirada atónita de las otras mujeres. Al regresar, en medio de una crisis de nervios, ella le contó lo sucedido a su pareja y le dio una descripción del agresor.

El denunciante, entonces, fue a buscar al abusador. Recorrió el boliche pero no pudo localizarlo por lo que decidió retirarse del lugar, dado que la joven seguía bajo conmoción. Sin embargo, al salir del club nocturno se toparon con el abusador en las inmediaciones. La víctima lo reconoció e inmediatamente su pareja se comunicó con el 911.

Unos minutos más tarde oficiales de la Comisaria Vecinal 14A detuvieron a Tomás Ezequiel G. De acuerdo a fuentes policiales, el sospechoso no opuso resistencia a su detención y quedó a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº18, a cargo del juez Pablo Ormaechea.

El detenido fue trasladado a la alcaldía, donde se lo notificó de la causa en su contra. Pero, al no tener antecedentes penales, recuperó la libertad al día siguiente.

Dos días después, el 18 de abril, la situación judicial de Tomás Ezequiel G. se complicó aún más. Dos mujeres se presentaron, en forma separada, en la Comisaria Vecinal 14A y denunciaron que un joven había abusado de ellas en el interior del mismo Club Aráoz.

En casos, según las fuentes consultadas, se produjeron la misma noche que atacaron a la primera víctima pero en otros sectores del boliche, y en distintos horarios.

Las dos nuevas denunciantes aportaron rasgos fisionómicos del abusador y la ropa que llevaba puesta con el fin de identificarlo. Las características físicas y de vestimenta que brindaron, al igual que el modus operandi, coincidían con la descripción de Tomás G., por lo que el personal policial volvió a comunicarse con el juzgado de Ormaechea, quien ordenó su arresto.

Tomás Ezequiel G. tras ser
Tomás Ezequiel G. tras ser detenido

En este punto surgió un inconveniente: al momento de la primera detención, al acusado había dado una dirección de la provincia de Santa Cruz como domicilio legal.

Debido a ello los investigadores indagaron en sus redes sociales y otros sistemas de base de datos. Así, tomaron conocimiento de que se encontraba de paso en la Ciudad de Buenos Aires, y que estaba alojado en un hotel de la avenida Brasil al 700, en el barrio porteño de San Telmo.

Con esta información, Ormaechea libró una orden de allanamiento en el hotel, que se hizo el miércoles pasado y donde la Policía de la Ciudad detuvo a Tomás Ezequiel G.: luego lo trasladaron otra vez a la alcaldía. Quedó imputado por el delito de abuso sexual simple.

Este delito está tipificado en el artículo 119 del Código Penal y establece que “será reprimido con reclusión o prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que abusare sexualmente de una persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción”.

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