Un macabro hallazgo conmocionó este fin de semana a los vecinos de la localidad de Virreyes, en el partido bonaerense de San Fernando: un hombre de 34 años fue encontrado atado y asesinado a golpes en su casa y hasta el momento no hay sospechosos ni detenidos por el crimen.
La víctima, un hombre identificado como Jonathan Emanuel Tanachwicz, fue encontrado este sábado alrededor de las 2 en una casa ubicada sobre la avenida Avellaneda al 4400, entre las calles Sargento Cabral y Rastreador Fournier, donde vivía junto a un amigo.
Fue precisamente su conviviente, según confirmaron fuentes policiales a la agencia Télam, quien llegó a la casa y encontró el cuerpo boca abajo de su amigo, tendido sobre un charco de sangre. Luego dio aviso al 911 y efectivos de la Comisaría 4ta, ubicada a apenas cuatro cuadras de la casa del crimen, se trasladaron hasta el lugar.
En la vivienda, los efectivos constataron que Tanachwicz, ya sin signos vitales, tenía una sábana dispuesta alrededor del cuello y la cabeza y tenía sus muñecas atadas. De acuerdo a las primeras informaciones que trascendieron sobre el hallazgo, junto al cadáver se encontraron además dos cascotes con manchas de sangre que, sospechan los investigadores, pudieron haber sido utilizados para cometer el crimen.
La investigación del crimen quedó en manos de la fiscal Cecilia Chaieb, del departamento judicial de San Isidro, quien dispuso la realización de la autopsia y la búsqueda de rastros y huellas a cargo de la Policía Científica en la escena del crimen.
También encargó al personal de la comisaría 4ta de San Fernando en Virreyes Oeste y la sub DDI del distrito el análisis de las cámaras de seguridad de la zona que permitan identificar al o las personas que ingresaron y salieron de la casa durante la noche del viernes al sábado, ya que, hasta el momento, la hipótesis principal es que se trató de un homicidio en el marco de una pelea y no un asalto.
Esta semana se produjo un hallazgo similar en la localidad de Banfield, al sur del Gran Buenos Aires, donde una mujer de 50 años encontró este martes a Tomás Pliego, su hijo de 21 años, muerto dentro de su casa ubicada sobre la calle Campos al 400, entre Pintos y Miguel Cané, en el barrio detrás de la cancha del Club Atlético Banfield.
La mujer se había acercado a la casa porque su hijo no respondía mensajes ni llamados desde la madrugada. Cuando llegó, encontró la puerta principal abierta, con las llaves colocadas del lado de afuera. En la cama de la habitación estaba el cuerpo sin vida de Tomás, que quedó acostado boca arriba, con marcas de golpes en el rostro y el cuerpo. Los muebles de la casa estaban revueltos y se encontraron restos de vómito en la habitación del joven.
La investigación del crimen quedó en manos del fiscal Ricardo Silvestrini, a cargo de la UFI N° 11 de Lomas de Zamora. La primera hipótesis de los investigadores apuntó que el joven podría haber sido asesinado en el marco de una entradera por delincuentes que luego escaparon con su auto, un Chevrolet Celta color gris.
Sin embargo, algunos de los elementos encontrados en el lugar junto a las declaraciones de testigos y vecinos del joven sugieren la posibilidad de que Tomás haya sido asesinado en una pelea ocasionada por una disputa entre comerciantes del narcomenudeo.
SEGUIR LEYENDO: