Detuvieron al jefe de la financiera Adhemar Capital, acusado de estafar a inversores en otro esquema Ponzi

Se trata del empresario Edgar Bacchiani, responsable de la empresa nacida en Catamarca que es investigada por una presunta estafa piramidal

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Edgar Adhemar Bacchiani mientras era detenido
Edgar Adhemar Bacchiani mientras era detenido

El empresario Edgar Adhemar Bacchiani, CEO de la financiera Adhemar Capital, fue detenido esta mañana en su casa de la capital de Catamarca por Gendarmería Nacional, acusado de perpetrar una estafa piramidal en contra de clientes que invirtieron dinero en su empresa, con la promesa de recibir ganancias exhorbitantes, un presunto esquema Ponzi en el estilo de Generación Zoe, con negocios con criptomonedas involucrados en la trama.

La orden de captura fue pedida por los fiscales federales Santos Reynoso y Rafael Vehíls Ruiz y ordenada por el juez Federal de esa provincia Miguel Ángel Contreras, quienes acusan a Bacchiani de delitos graves: asociación ilícita, lavado de activos, defraudación y de intermediación financiera no autorizada.

De acuerdo con la investigación, Adhemar Capital convenció a inversores y ahorristas de colocar su dinero para que fuera invertido en criptomonedas y, a cambio, les ofrecían tasas de interés que llegaban al 50% anual. Pero, como suele ocurrir, la pirámide comenzó a derrumbarse, los pagos se retrasaron y la posibilidad de recuperar el dinero era cada vez más remota. Fue entonces que las denuncias ante la Justicia aparecieron en la escena.

El CEO en su empresa
El CEO en su empresa

Las presuntas estafas no sólo ocurrieron en Catamarca, lugar donde nació la financiera. Las investigaciones contra Adhemar Capital también se dieron en las provincias de Tucumán y en Córdoba, lugares en los que la empresa tiene oficinas. Allí, recaudaron sumas millonarias. Además del CEO, también fueron detenidos José Armando Blas (42), socio de Bacchiani, y otras dos personas de la organización.

“Procédase a la inmediata detención de Edgar Adhemar Bacchiani, Sofía Esther Aylan, José Armando Blas, Franco Alexis Sarroca, quienes serán alojados en la división de unidad Operativa Federal Catamarca de la Policía Federal”, decía oficio emitido por el juez, y citado por el diario local El Ancasti. Ayer, cuando ya se sabía que el arresto era cuestión de tiempo, el abogado defensor del empresario, Lucas Retamozo, concedió a una entrevista a la radio Valle Viejo.

“Mi cliente me dijo que está trabajando para dar cumplimiento con todas las obligaciones de los inversores y que va a seguir haciendo eso para que todos puedan recuperar su dinero”. En ese sentido, planteó que fueron “factores internos y externos en la empresa que afectaron los pagos y que en los próximos días estará devolviendo los capitales de las inversiones que se hicieron en el mes de enero”.

El oficio del juez Federal de Catamarca menciona otros imputados y fijó fecha de declaración indagatoria. Se trata de Héctor Sagripanti Orellana, Pablo Antonio Sosa, Lucas Bernardo Barrera y María Lihue Banegas, quienes deberán presentarse el próximo jueves 28 de abril.

El empresario fue detenido esta mañana
El empresario fue detenido esta mañana

La empresa comenzó a estar en la mira de la Justicia en enero cuando el Banco Central le solicitó a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) que investigue a la firma Adhemar Capital S.R.L. ante la posibilidad de que estuviera llevando adelante una estafa piramidal con el pretexto de la inversión en criptomonedas.

Esa solicitud surgió a raíz de una denuncia de los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil y su par de La Rioja, Ricardo Quintela. Ambos dirigentes alertaron sobre la presencia de empresas dedicadas a captar fondos para invertir en criptomonedas pero con la promesa de ganancias que superan los límites del mercado. Según explica la empresa en sus redes sociales a quienes colocaban dinero les ofrecía tasas de entre 12% y 22% mensual y, de acuerdo a la cantidad invertida, podía llegar al 50%.

Según se dio a conocer, Adhemar Capital señaló que operaba bajo control de la legislación argentina y estableció que el ahorrista podía disponer libremente de su capital recién a partir del sexto mes desde la colocación de la inversión inicial.

Para citar un ejemplo de la cantidad de dinero que manejó la financiera, en febrero dos ahorristas tucumanos tienen US$620.000 y $8.950.000 de capital depositado, presentaron en febrero una querella penal. Las denuncias se fueron acumulando en los últimos meses. En Córdoba la fiscal de Delitos Complejos del 2° Turno de Córdoba, Valeria Rissi, recibió ya más de 35 denuncias contra la organización, cuya sede en la capital cordobesa está ubicada en calle Luis de Tejeda 4075. Las oficinas fueron allanadas y se secuestraron varios sobres con documentación.

El juez federal catamarqueño que ordenó la detención pidió también la unificación de todas las causas que se están tramitando. En el caso de Tucumán, la Justicia ya entregó la causa. Sin embargo, el poder judicial de la provincia de Córdoba, todavía no lo resolvió.

Escándalo y escrache

A mediados de febrero, el caso se tornó todavía más escandaloso cuando una serie de ahorristas increparon a Bacchiani en su domilio de Catamarca. Fue tal el nivel de desesperación y agresividad ante la falta de respuestas, que el empresario tuvo que salir escoltado por la policía.

Hace algunos días, la empresa volvió a genera preocupación luego de que trascendiera la intención de reestructurar los contratos con sus clientes. Esto, obviamente generó la preocupación de los inversores que reclaman su dinero.

El último posteo de la empresa en sus redes sociales
El último posteo de la empresa en sus redes sociales

Los escraches no pararon. De hecho, ayer, en horas de la noche, cuando ya era inminente la detención, clientes de Adhemar Capital se acercaron hasta el domicilio del CEO y comenzaron a insultarlo. La Policía actuó rápidamente y evitó que las agresiones se tornaran aún peores. Otros se acercaron hasta la casa del gobernador Jalil también para reclamar. Sin embargo, el enojo no cedió y muchos esperaron hasta la mañana a que la Gendarmería se lo llevara esposado y con la cara tapada con un barbijo y gafas de sol.

“¡Pagá, rata!”, le gritaron, además de insultarlo.

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