La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo en las últimas horas a tres hombres que integraban una organización criminal dedicada a falsificar documentaciones para facilitar el acceso a la visa de los Estados Unidos. Para ello, creaban perfiles socioeconómicos falsos de sus clientes y los preparaban para que pudieran aprobar la entrevista personal que exige la Embajada, alterando documentos y reclutando a mujeres que actuaban de esposas. Inventaban, así, historias de vida ficticias.
Según informaron fuentes de la PSA, todo comenzó a descubrirse hace un año, cuando un hombre pretendió ingresar a EEUU con una visa acompañada de documentación falsa y fue deportado. Al ser entrevistado por un agente migratorio, dijo que la había conseguido en la Ciudad de Buenos Aires de manos de un “gestor” al que le habría abonado la suma de 10.000 dólares por sus servicios.
La investigación recayó en manos de Sergio Mola, titular de la Fiscalía Federal Nº1 de Lomas de Zamora, y contó con la colaboración de la Oficina de Investigaciones del Servicio de Seguridad Diplomática de la Embajada de Estados Unidos en Argentina.
Mediante escuchas telefónicas y tareas de campo, los detectives de la PSA determinaron la existencia de la banda que operaba en un estudio contable del barrio porteño de Flores, donde se dedicaban a fabricar documentos falsos que eran utilizados para tramitar la visa en la embajada norteamericana. Determinaron también que eran tres los integrantes, y que cada uno tenía una función específica.
El líder de la organización, de 69 años, oficiaba de “gestor”, tomando entrevistas a sus clientes, informándoles el proceder, montos y formas de pagos por las prestaciones. “Su principal tarea era prepararlos para que pudieran aprobar la entrevista personal que exige la Embajada”, indicaron las fuentes.
De igual modo, el cabecilla les creaba perfiles socioeconómicos falsos. Para ello, usaba, por ejemplo, títulos de propiedades, presidencia de empresas, cuentas bancarias con grandes sumas de dinero, recibos de sueldos, monotributos, certificados de matrimonio y toda documentación apócrifa que aportase una falsa idea de solvencia.
Otro socio, de 31 años, se encargaba de conseguir clientes, asesorarlos y acompañarlos a realizar los trámites necesarios para obtener la visa, e incluso se hacía pasar por otras personas para conseguir turnos. También, reclutaba mujeres que actuaban en el “rol de esposas” al momento de la entrevista.
Un tercer hombre, de 33 años, se dedicaba a modificar o falsificar documentos o partes de los mismos, con el fin de que los clientes simularan tener las aptitudes exigidas para la obtención de la visa.
Con toda la información recolectada, efectivos de la PSA allanaron este miércoles el estudio contable y los domicilio de los involucrados, quienes resultaron detenidos. En los operativos, se secuestraron pasaportes, partidas de nacimiento, certificados de matrimonio, recibos de cobros y títulos de propiedad, entre otra documentación; 27 sellos; 10.109 dólares; 612.600 pesos; dos contadoras de billetes; un revólver y 50 municiones. También se incautaron tres autos; cuatro celulares; tres notebooks; y dos computadoras.
El director nacional de la PSA, José Glinski, destacó: “Es un aporte que hace la PSA, no sólo por el éxito de la investigación criminal, sino también desde una perspectiva preventiva. Cuánto más se difundan este tipo de acciones, menos riesgos hay de que familias llenas de ilusiones terminen deportadas y con problemas legales. Ingresar a un país como EEUU puede pasar de ser un sueño a una pesadilla”, expresó.
Glinski se refirió también a la ampliación del enfoque investigativo de la PSA “que no reposa solamente en delitos complejos tradicionales, como el narcotráfico, sino en otros ilícitos, como la falsificación de documentos, que demandan una planificación entre varios actores profesionales para llegar a estos niveles de operación”.
Y cerró: “El delito complejo tiene que ser abordado siempre con perspectiva empresarial. Son verdaderas empresas criminales que requieren de conocimientos jurídicos, administrativos, contables y financieros”.
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