El domingo 31 de noviembre de 2021, Roberto Sabo (48) atendía su kiosco llamado “Drugstore Pato”, ubicado en Avenida de Mayo al 800, a tres cuadras de la Comisaría Seccional 2ª, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. Aquel día, después del mediodía, el comerciante fue sorprendido por una pareja de delincuentes armados que intentó asaltarlo, le disparó y lo mató. Segundos después y para escapar, los asesinos le robaron un auto a un remisero y, luego, una moto a un delivery: no llegaron muy lejos y los detuvieron. Una de las sospechosas tenía 15 años.
Tras el crimen de Sabo ocurrieron una serie de marchas en reclamo de seguridad y los hijos del kiosquero asesinado pidieron que se bajara la edad de imputabilidad, ya que una de las asesinas era menor de edad. También se hicieron colectas para ayudar a la familia. Sin embargo, la situación no parece haber cambiado demasiado en la zona.
Cerca de las 13 de ayer, a 200 metros de donde habían asesinado a Sabo, en avenida de Mayo al 1.000, la suegra de Nicolás, uno de los los hijos del kioskero, bajaba de su camioneta Hyundai Tucson. En ese momento, fue sorprendida por un hombre armado que, junto a dos cómplices que lo aguardaban, ingresó al vehículo con intenciones de robo.
Una vez adentro del auto, el ladrón intentó apoderarse de la cartera de la víctima, momento en que se produjo un forcejeo en el que el delincuente gatilló un arma, aunque no llegó a disparar.
Finalmente, el delincuente le sustrajo la cartera, el teléfono celular y dinero. Luego escapó junto a sus dos cómplices que lo aguardaban a bordo de un automóvil.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, la mujer persiguió a los delincuentes a bordo de su camioneta hasta la intersección de las calles Brandsen y Garay, donde los embistió, aunque de igual modo lograron huir.
“Mi suegra se encuentra bien, pero salieron a matar de nuevo. Uno intenta ponerle huevo y dice, vamos a seguir, pero ya no se puede laburar tranquilo. Uno le pone lo mejor por el honor del nombre de mi viejo. Pero te encontrás con estos que directamente salen a matar”, relató Nicolás, el hijo de Sabo a este medio.
Y siguió: “Hace seis meses que pasó lo de mi viejo y no cambió nada. Me gustaría que los políticos salgan a vivir en la calle, como nosotros. Se nota que le importamos poco”. Por otro lado, habló sobre medidas de seguridad en la zona del kiosco: “En la cuadra hay más presencia policial, pero se ve que no alcanza”.
Luego explicó en qué situación se encuentra la familia luego del crimen de su padre: “La idea es vender el kiosco, que hoy lo atiendo con mis abuelos y con la pareja de mi papá. En su momento, continuamos adelante porque obviamente había que seguir comiendo, seguir ganando guita, pero tenemos pensado laburar en otra cosa, siempre que no sea la atención al público”.
También, dijo que, junto a su hermano, planean irse del país: “La idea es irnos, no hay nada que nos ate acá. El pensamiento está más firme que nunca”. Nicolás también informó que están organizando una marcha para el 6 de mayo a las 19, en la puerta del kiosco: “Es en conmemoración a mi viejo”, dijo.
El robo a la suegra de Nicolás quedó en manos del fiscal UFI Nº13 de La Matanza, a cargo de José Luis Maroto, quien requirió medidas de rigor para dar con los delincuentes. Con respecto a la investigación, Nicolás, sostuvo: ”Por ahora, no encontraron a nadie y creo que va a ser un caso más y que va a quedar en la nada”.
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