Condenaron a perpetua a ‘Piguilli’, el ladrón que se hacía pasar por albañil y mató a golpes a una jubilada

Daniel Osvaldo Oro cometió el crimen en febrero de 2020. Anteriormente, había purgado una pena de más de 3 años por robo

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Oro fue condenado a prisión perpetua este martes
Oro fue condenado a prisión perpetua este martes

Daniel Osvaldo Oro tiene 40 años y es oriundo de la localidad de Munro, en el partido de Vicente López, donde se dedicaba a realizar trabajos de albañilería. Al menos, eso es lo que sabían en el barrio, donde es conocido como “Pigulli”. El lado B, el oscuro, el que se conoce por rumores, saltó a la luz hace dos años, cuando quedó detenido por el crimen de una jubilada y vecina. Este martes quedó claro que no saldrá libre por unos cuántos años: fue condenado a reclusión perpetua por el homicidio por un tribunal de San Isidro.

En un fallo unánime, el Tribunal en lo Criminal Nº5 del Departamento Judicial de San Isidro, integrado por los jueces Pablo Rolón, Marcela López Ramos, y Maximiliano Savarino, resolvió imponer la pena máxima para Oro por el asesinato de Lucía Ciarlitto, de 82 años, cometido la madrugada del 15 de febrero de 2020.

El homcidio ocurrió a doce cuadras del domicilio de Pigulli, en una casa ubicada sobre Esmeralda al 3.900. Unos minutos después de las 4, el ahora condenado irrumpió en la vivienda de la víctima tras saltar una reja, forzar otra que daba a la habitación de la jubilada -en la parte de atrás del terreno- y cortar un mosquitero. Ciarlitto, que vivía sola en la propiedad, fue sorprendida mientras dormía.

Oro golpeó a la mujer, le ató las manos y la amordazó con ropa hasta dejarla agonizando. Despuésm revolvió la casa en busca de dinero y objetos de valor. Tras un rato, se llevó una pulsera de plata y algo de efectivo que, por la fecha de cobro, luego se dedujo que sería de la última jubilación.

La investigación del caso, a cargo del fiscal Gastón Larramendi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Oeste, se inició a partir de un llamado al 911 que alertó a los policías, ya que la mujer no respondía a los llamados de sus familiares. Los agentes se dirigieron hasta la vivienda y, al ingresar, encontraron el cuerpo de Ciarlitto maniatado a un costado de su cama.

La causa fue caratulada como homicidio en ocasión de robo y Oro fue identificado gracias a las cámaras de seguridad de la zona, que lo mostraron realizando el recorrido a pie entre su casa y la de la víctima la noche del crimen. Así, los investigadores fueron hasta su domicilio, en la calle Carlos Tejedor al 2.700, donde los recibió la pareja del hoy condenado. El sospechoso se había escondido. La mujer fue clave para dar con Pigulli: contó que se había ocultado en una propiedad de Villa Rosa, en Pilar.

En consecuencia, personal del Comando de Patrulla de Vicente López y de la Jefatura Departamental Conurbano Norte, fueron a buscarlo a ese lugar, en la calle Chacabuco 1500. Allí, finalmente, lo encontraron y detuvieron dos días después del crimen.

La investigación posterior determinó que Oro actuó solo e hizo un trabajo previo de observación hasta concluir que la mujer vivía sola. Fue imputado por homicidio agravado criminis causa en concurso real con robo calificado por efracción, es decir, aquel hecho en el que, para cometer el robo, el autor rompe un objeto, perfora o fractura una pared, cerco, techo o piso, puerta o ventana de un lugar.

“Con el fin de procurar la consumación, asegurar su resultado y procurar su impunidad, le propinó fuertes golpes en su humanidad con la intención de darle muerte”, establecieron los investigadores.

Así, Oro recibió perpetua. No es la primera vez que es condenado por la Justicia: anteriormente, purgó una sentencia de 3 años y 4 meses por un robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa.

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