La cultura de matar no se detiene en Rosario. Un joven de 23 años fue asesinado de varios disparos en la mañana de este lunes mientras llevaba a la hija de su pareja, de apenas cuatro años, a un jardín de infantes la zona sur de la ciudad. La menor presenció el brutal ataque que se perpetró desde un auto, según los primeros datos recolectados por la Policía de Santa Fe. Es el crimen número 78 en lo que va del año, de acuerdo al Observatorio de Seguridad Pública de la provincia, y el séptimo en la jurisdicción en seis días, menos de una semana, una tasa alarmante.
El cuerpo de Kevin Alejandro Leguizamón quedó tendido en medio de la calle pasaje Monteros al 6400. Por las declaraciones de testigos, vivía a unos cien metros de donde fue la fatal balacera. En el sistema policial se encontró otro domicilio de él, en Nuestra Señora de la Paz al 200, en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez.
Los primeros testimonios recogidos por la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) indicaron que Kevin iba de la mano con la menor, cuando pasó un auto y le disparó a corta distancia. El cuerpo tenía heridas de arma de fuego en la cabeza y en el tórax. En la escena del crimen se secuestraron siete vainas servidas calibre 9 milímetros que fueron enviadas a peritar.
“La familia es el mayor tesoro”, fue el texto que escribió Kevin Leguizamón el 8 de abril en su último posteo de Facebook. Esas palabras acompañaban una foto en la que se encontraba con su pareja, una nena y un bebé. En la investigación tomó intervención el jefe de la unidad fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, que en el turno del jueves hasta este lunes acumula cinco causas por asesinatos en el Gran Rosario, incluido el crimen de Ayelén González, la joven madre supuestamente asesinada por un chico de 14 años, hijo de narcos, al que le reprochó que no dispare al aire en su barrio. La madre del menor está condenada por asociación ilícita y también por narcotráfico; su padre está imputado y tras las rejas por ser el presunto jefe de una asociación ilícita dedicada al lavado de dinero proveniente del narcotráfico, según reveló Spelta en una entrevista realizada esta mañana.
En los primeros momentos del expediente no había una hipótesis clara sobre la motivación del violento ataque a Kevin. Algunos testimonios dados a la Policía santafesina sugerían que detrás del homicidio podría estar el padre biológico de la niña, que está preso y había amenazado a Kevin. Esa versión estaba sujeta a corroboración por la Justicia local y la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), según pudo saber Infobae de fuentes del caso.
El único registro que se tiene de la víctima es que trabajaba en una empresa de aluminio y solo tuvo un antecedente policial el 24 de febrero de 2017, cuando fue detenido en La Paz y Corrientes, en Villa Gobernador Gálvez, en el marco de un presunto robo.
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