Un nuevo ataque con sello sicario se registró este jueves en Rosario: un hombre de 28 años fue acribillado a balazos por cuatro sospechosos que se movilizaban en moto. En este caso, la víctima fue Cristian Leonel “Larva” Fernández, señalado por la Justicia como el responsable haber baleado dos comisarías rosarinas en febrero pasado. No es el primer crimen en la familia de “Larva”: dos de sus hermanos fueron asesinados en un caso de 2018 que se conoció como el Triple Crimen de Granadero Baigorria. El cuarto Fernández lleva desaparecido más de 3 años.
De acuerdo a fuentes de la investigación, el homicidio se produjo en las inmediaciones de la esquina de Gorriti y Campbell, en el barrio Empalme Graneros. Fernández estaba allí realizando arreglos mecánicos a una camioneta Kia 4WD bordó, cuando de pronto fue sorprendido por los atacantes, que circulaban en dos motos y dispararon sin mediar palabras. Larva recibió al menos 20 balazos. Murió en el acto. El caso es investigado por el fiscal del Homicidios Adrián Spelta.
Poco después de la balacera, la Policía encontró en el lugar del crimen diversas vainas servidas calibres 9 milímetros y .40 sobre el asfalto, y también un grupo de curiosos que se asomó para ver lo que había sucedido. El cuerpo acribillado de la víctima estaba en el interior de su camioneta, recostado sobre el asiento del conductor. Hasta ese entonces no sabían que se trataba de “Larva”.
Es que Fernández estaba mencionado por investigadores policiales como el autor de los ataques a tiros contra la Comisaría N°12, en el barrio Ludueña de Rosario, y de la Subcomisaría N° 24, ubicada en Empalme Graneros. Ambos hechos ocurrieron el 19 de febrero último, con horas de diferencia.
En primer lugar, dos hombres a bordo de una moto enduro negra se acercaron de madrugada a la Comisaría N°12, ubicada en Solís y Casilda. Eran cerca de las 4.15 cuando pasaron y el acompañante sacó un arma con la que realizó al menos 15 disparos: cinco de los proyectiles impactaron en la mampostería, cuatro en los vidrios blindados, uno en la puerta de ingreso y cinco contra un móvil del Comando Radioeléctrico.
Tras el ataque, la Policía inició una corta persecución contra los agresores, pero rápidamente los perdieron de vista y desestimaron la búsqueda para regresar a la Comisaría donde había cinco agentes trabajando, que no resultaron heridos.
Ese mismo día, a las 15.15, sucedió el ataque contra la otra dependencia policial, en la zona Noroeste de la ciudad. También fue protagonizado por dos hombres que circulaban a bordo de una moto azul modelo Rouser. Al pasar por el frente del edificio oficial, el acompañante ejecutó una serie de disparos. El accionar quedó registrado por capturas de las cámaras de seguridad.
Fuentes consultadas por Infobae precisaron que frente al edificio fueron encontradas al menos 10 vainas servidas de calibre 9 milímetros.
La investigación del primero de estos hechos, a cargo del fiscal Matías Edery, llevó a la detención de siete sospechosos, entre ellos Cristian Fernández, apuntado como uno de los autores. Pero, como luego no coincidieron las vainas recolectadas en la escena con el arma secuestrada a “Larva”, el acusado fue liberado hace tres semanas.
La familia de Fernández tiene un historial marcado por hechos de sangre. Dos hermanos de “Larva” fueron asesinados en un triple crimen ocurrido el 16 de abril de 2018 en el barrio Martín Fierro de Granadero Baigorria. Aquella vez, cuatro personas que viajaban en un auto Volkswagen Bora gris con vidrios polarizados llegaron hasta su vivienda y les dispararon: Ezequiel David “Parásito” Fernández, de 38 años, y José Horacio “Grasita” Fernández, de 30, fallecieron, al igual que Gerardo “Abuelo” Abregú, de 40. Según la investigación, “Parásito” y “Grasita” tenían vínculo con la organización narco Los Monos.
Por esos tres asesinatos está imputado Mauricio Laferrara, una de las siete personas acusadas en el juicio por homicidio, asociación ilícita y lavado que se realiza por estos días contra, entre otros, el empresario narco Esteban Lindor Alvarado, uno de los capos más temidos de Rosario que recientemente rompió el silencio en diálogo con Infobae desde la cárcel de Ezeiza donde se mantiene bajo arresto.
A Laferrara lo señalan como supuesto sicario y mano derecha de Alvarado. Está detenido en el penal de Marcos Paz y, además del triple crimen en Granadero Baigorria, está acusado de otros tres homicidios.
Además, un tercer hermano de “Larva”, llamado Nahuel Fernández, se encuentra desaparecido desde agosto de 2018 y se cree que también fue asesinado. El apellido Alvarado también sobrevuela esa investigación: su nombre fue vinculado por Carlos Argüelles, imputado colaborador en la causa contra Alvarado que fue asesinado de dos disparos en la cabeza.
Según había asegurado Argüelles, a Nahuel Fernández lo secuestraron, lo mataron a golpes y lo enterraron en un lugar que desconocía. Planteó que el responsable de la desaparición había sido Alvarado. Lo cierto es que, más allá de los dichos del arrepentido, el paradero del hermano de “Larva” sigue siendo incierto y no hay acusación judicial contra Alvarado.
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