Sandra, de 42 años y nacionalidad colombiana, llegó anoche, unos minutos después de las 23, a la Comisaría 2ª de Venado Tuerto, en Santa Fe, para realizar una denuncia por la desaparición de su hermano: Giovani Herrera León, de 44 años y también colombiano. La mujer estaba asustada y sospechaba que algo malo podía haberle pasado porque un rato antes había recibido un llamado extorsivo.
Según contó Sandra, Giovani había llegado a vivir a la Argentina hace tres meses. La mujer, que se dedica a realizar préstamos de dinero, le dio alojamiento en su casa y también trabajo: él se ocupaba de recorrer comercios y cobrarles a los deudores. En ese contexto, el martes por la tarde, cerca de las 16, salió a hacer sus diligencias con la moto de su hermana, una Honda Wave negra. Fue la última vez que ella lo vio con vida.
Casi cuatro horas más tarde, a las 19.55, la mujer recibió un llamado de WhatsApp desde el teléfono de su hermano, pero, al atender, del otro lado escuchó la voz de otro hombre. Tenía acento argentino y le dijo que Giovani había sido secuestrado, que no diera aviso a la Policía y que quería un millón de pesos por el rescate.
Sandra quedó paralizada. Su reacción espontánea fue cortar la comunicación. Luego pensó qué hacer. Al pasar las horas, la desesperación y los nervios crecieron porque Giovani no volvía. Entonces, la mujer comenzó a llamar al teléfono de su hermano, pero nadie contestó.
Ante su denuncia se inició una causa por secuestro extorsivo, con intervención del fiscal de turno Iván Raposo, de la Tercera Circunscripción de Venado Tuerto, y la Agencia de Investigación Criminal.
La búsqueda terminó esta mañana de la peor manera. Hacia las 7.30, el cuerpo de Giovani fue encontrado calcinado en las inmediaciones de la esquina de Chaco y Esteban Maradona. Los agentes del Comando Radioeléctrico llegaron hasta allí tras la captura de los sospechosos.
Antes, alrededor de la 1.30, la Policía de Santa Fe observó a un joven circular a bordo de una moto similar a la que utilizaba la víctima en una zona suburbana, camino a la localidad de San Eduardo. Lo retuvieron y le pidieron los papeles del vehículo: tenía una cédula verde a nombre de Sandra.
El sospechoso fue identificado como Nahuel Durán, de 22 años y, al ser indagado por el paradero del desaparecido dio la dirección de un domicilio ubicado a una cuadra de su casa, en el barrio Malvinas Argentinas. A partir de ello, el fiscal dispuso que se allane esa propiedad, y también la vivienda del detenido. En el primer lugar, fue aprehendido un hombre de 50 años al que, posteriormente, liberaron, ya que no guardaba relación con el secuestro.
En el otro operativo, en la casa de Durán, fueron detenidos su padre, Luis Marcelo Durand (49) y Aldo Joaquín Vergara (27). Allí los policías, además, incautaron tres celulares, $44.710 y un revólver calibre .32 largo, con cuatro cartuchos del mismo calibre intactos.
Según trascendió, uno de los acusados confesó el crimen y señaló el lugar donde había sido descartado el cuerpo de Giovani: un camino rural donde trabajó Criminalística y personal de la Morgue Judicial. Los detenidos serán convocados a indagatoria en las próximas horas, bajo la acusación de secuestro extorsivo seguido de homicidio.
Según contó Sandra, su hermano no tenía amistades en Venado Tuerto, dado el poco tiempo de su estadía en el país. Ella sembró sospechas en un hombre de nacionalidad colombiana que vivía en la ciudad y hace poco regresó a su país. Esta persona trabajaba con Sandra: se encargaba de la cobranza de los préstamos hasta que llegó Giovani y ocupó su lugar.
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