Lindor Alvarado, uno de los capos más temidos de Rosario, reveló detalles de la interna con Los Monos y de quién lo delató

El jefe criminal que enfrenta dos juicios que podrían terminar con una condena a perpetua y una multimillonaria multa rompe el silencio en diálogo con Infobae

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Lindor Alvarado en una histórica
Lindor Alvarado en una histórica foto policial.

Esteban Lindor Alvarado decidió hablar.

Contactó a Infobae hoy viernes por la mañana desde el penal federal de Ezeiza, donde se encuentra detenido mientras es juzgado por el fuero provincial por los delitos de asociación ilícita, balaceras, el homicidio del prestamista Lucio Maldonado y lavado. En esta causa, los fiscales pidieron una pena de prisión perpetua y una multa de más de 700 millones de pesos. En paralelo, en el fuero federal, también enfrenta un proceso por una causa por narcotráfico, iniciada en 2017 por casi media tonelada de porro encontrada en Río Negro. Desde el teléfono del penal, dice que en “cien allanamientos” que le hicieron no le encontraron “fierros, plata, y ni un gramo de cocaína o marihuana”.

Apuntó contra los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, los encargados de investigarlo. Incluso, sugirió que basaron parte de la prueba en su contra en testigos que integran la organización rival: Los Monos.

“Tengo una requisa día por medio. Vivo monitoreado las 24 horas”. “Hace dos semanas que no bajo al juicio. Hay testigos que presenta la Fiscalía que nada tienen que ver con la asociación ilícita y el homicidio. Es un show mediático. No le dan la importancia que se merece. No le encuentro la vuelta a lo que quieren hacer los fiscales. Yo ya me hice responsable de lo que hice. De lo que no, no me voy a hacer responsable”, dijo.

Ariel "Guille" Cantero, en uno
Ariel "Guille" Cantero, en uno de los juicios por narcotráfico. (Adrián Escandar)

Según aseveró Alvarado, en el juicio provincial iniciado el 21 de febrero “pasaron muchísimos testigos y pruebas y no está probada mi instigación ni el motivo que tengo para ser acusado por el homicidio. Después está la asociación ilícita, que se basa en que supuestamente produje millones de pesos, pero no me dicen el delito procedente, de dónde viene el dinero”.

También afirmó que dentro de la acusación en su contra están las balaceras contra el Centro de Justicia Penal y los Tribunales provinciales de diciembre de 2018, pero él se las atribuye a Los Monos. “Estoy por las balaceras de Guille”, en referencia al multicondenado capo de Los Monos.

“Yo sí me hice cargo de las balaceras a (Marina, empleada de la Fiscalía) Marsilli, cuando le tiraron la cabeza de un perro en su casa. Mi motivo era desviar la investigación”, expresó. Esa declaración está enmarcada en las maniobras que le atribuyeron los fiscales Edery y Schiappa Pietra que Alvarado hizo con policías para que en la investigación se creyera que esos atentados contra la funcionaria judicial los habían cometido Los Monos y no su organización.

Pero además, apuntó contra los principales testigos de la investigación por asociación ilícita, los hermanos Rodrigo y Mariana Ortigala. Dice que su bandera es otra, que militan para el clan Cantero, la otra sombra del hampa sobre Rosario. “Son los testigos protegidos, pero están en favor de Los Monos. Rodrigo tiene una causa en libertad por el ataque al casino (nota: el City Center, donde mataron a un gerente bancario en una balacera a comienzos de 2020). Y Mariana está mencionada en el homicidio de Rodrigo Sánchez y no está ni imputada”, sostuvo.

El penal de Ezeiza, donde
El penal de Ezeiza, donde se encuentra condenado Alvarado. (Maximiliano Luna)

Todo tiene que ver con todo en la grilla de la sangre derramada. La mención no es casual. Rodrigo Sánchez fue asesinado el 19 de marzo de 2020 en Wilde y Urquiza. Era, de acuerdo a fuentes policiales y judiciales, la “mano derecha” de Lindor. En dos causas provinciales paralelas diferentes se desprende que ese ataque habría sido en presunta venganza a una balacera contra Mariana Ortigala ocurrida en Roldán, cuando intentaron matarla.

El testigo Rodrigo Ortigala, al declarar en el juicio provincial, admitió haber formado parte de la organización de Alvarado hasta que se distanciaron. “Él estaba conmigo en la causa de San Isidro, donde me condenaron por delitos de 2012. Yo eso ya lo pagué. Pero ni Rodrigo, ni Mariana ni su esposo Sebastián F. fueron condenados conmigo. Mariana Ortigala ya reconoció que es visita en la cárcel de Guille Cantero, y que tiene una relación cercana”, indicó.

Lo que sigue en su discurso es grave: “En un momento tenía arreglado un juicio abreviado de doce años y seis meses por asociación ilícita y balaceras. Me dijeron que tenía que decir qué tenía que ver Armando Traferri con los puertos secos. ¿Y yo qué sé? Si declaraba contra él o inventaba me daban el abreviado y no tengo el quilombo que tengo hoy”.

Recordó también a Carlos Argüelles, testigo asesinado de dos tiros en la cabeza en 2021, imputado colaborador en una de las causas en su contra. Hubo cuatro detenidos por el crimen. Alvarado, hasta ahora, no fue vinculado al ataque. El capo, dice, no guarda rencores.

— Argüelles grabó su testimonio antes de ser asesinado. Dijo que vos usted quería secuestrar al hijo del ex ministro de Seguridad, Maximiliano Pularo.

–Eso es una locura. Lamentablemente, Carlos falleció. Era un amigo. Está todo armado. Fue para darle prensa, lo sacaron todo de una película de Netflix. Argüelles era un imputado, no un testigo.

Carlos Argüelles, asesinado en 2021.
Carlos Argüelles, asesinado en 2021.

Alvarado tiene una explicación de sí mismo algo colorida:

“No soy un seco”, afirmó. “En mi vida siempre tuve plata. Le esquivé a la AFIP. Lo mío es la AFIP. Toda la vida revoleé autos. En el círculo en el que nos manejamos es un toma y trae. Te vendo una chata, un auto y no se transfiere. Es de mano en mano. Conocí gente del tema autos, vendía cosas bien vendidas. Muchos años me dediqué a arreglar chocados. El chocado tiene un margen bárbaro. Soy heredero de campo, de plata. Lo tengo justificado. Tengo todos los papelitos guardados. Heredé un campo, una casa, plata. Mi viejo tenía mil hectáreas, no era un seco. Que no lo demostré y no lo saqué antes, bueno. Pero ahora se van a saber las cosas como son.

Hay una presencia constante en la conversación. “Guille” Cantero es un hombre que le preocupa, la única figura en el hampa rosarina, en términos de poder de fuego e infección en las estructuras de poder, que puede competirle, incluso superarlo. “En el juicio hablan de la guerra entre Alvarado y Cantero. Yo a Cantero no lo conozco de ningún lado, no tengo por qué chocar con él”, dice.

—¿No tenía motivos? Hay una investigación que indica que Cantero supuestamente intentó secuestrar a tu hijo.

–Bueno, ahí tenés una cuestión. Están las escuchas, vi la causa. “Guille” quiso secuestrar a mi hijo y nadie actuó. Nadie le avisó a la madre de mi hijo ni a mí. Lo mismo pasó con el homicidio de Rodrigo Sánchez y de (Nicolás) Fino Ocampo. Sabían que iban a matarlos y no actuaron. A Argüelles lo quisieron matar dos veces antes. Después salieron a los gritos a decir que fue Alvarado. Todo eso repercute acá. Tengo requisa día por medio. ¿Quién levanta la mano como yo? Me hago cargo de lo que hice. De lo que no, no.

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