Brandon Bay, uno de los jóvenes capos narco que representan a la nueva generación del crimen organizado en Rosario, es descripto por los detectives como un jefe criminal sanguinario e impiadoso. Hoy preso en el penal de Marcos Paz, está encarcelado desde los 18 años. Fue detenido en 2017, tras iniciarse en la banda de Los Gorditos en el barrio Tiro Suizo. Lo condenaron a 5 años de prisión como líder de una asociación ilícita. En paralelo, fue imputado el año pasado por los fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y Aquiles Balbis por tres homicidios y la jefatura de una asociación ilícita.
Su familia entera es parte de su pyme de la violencia. Giuliana, su hermana mayor, fue condenada este martes por haber sido “cadete” de droga y de la recaudación de los búnkeres, y por ingresar estupefacientes para su hermano en Marcos Paz dentro de sus zapatillas. La hermana mayor de Brandon era la encargada de retirar droga de determinados domicilios donde se encontraban acopiados y de buscar la recaudación en efectivo de la venta. En las visitas a Marcos Paz, donde disimulaba droga en las zapatillas, Brandon recibía información “de calle” de parte de Giuliana y al mismo tiempo impartía directivas para su organización. La novia de Brandon también fue parte de la banda. Alistó incluso a su propia abuela. Otras dos hermanas suyas también tuvieron su rol en el negocio.
Anoche, le tocó a su sobrino, A. Tiene apenas 13 años. La Policía de Santa Fe lo detuvo anoche por uno de los delitos en auge en Rosario y su periferia: un ataque a tiros.
Según información del caso a la que accedió Infobae, personal de la Comisaría 7° de San Lorenzo llegó a las 21:30 del jueves, luego de que una mujer de 24 años, la víctima, reportara la balacera. Había sido herida, una bala le rozó la cadera. Dos sospechosos, según su relato, la atacaron desde un Volkswagen Gol Trend blanco mientras se dirigía a un kiosko. Dio la dirección por dónde se dirigían, calle Perú, al sur. Así, comenzó una persecución.
El auto fue interceptado: allí estaban A. y otro sospechoso, de 25 años. Los policías incautaron el auto, así como un celular. En su fuga descartaron dos teléfonos y un par de guantes, que fueron encontrados. El arma del ataque, sin embargo, no se halló. El mayor de edad quedó imputado en una causa a cargo del fiscal Aquiles Balbis, acusado del delito de abuso de armas y lesiones. A. quedó a cargo de la Justicia de menores. Por su edad, es altamente probable que regrese de inmediato a su familia.
Se descubrió en el fichaje la identidad del menor. Es hijo de Flavia Bay, otra hermana de Brandon. El nombre de Flavia resonó en los tribunales rosarinos esta semana. El suboficial Axel Rodrigo Teliz aceptó su culpa en un juicio abreviado, con una pena de tres años de prisión, por recibir una coima de 50 mil pesos el 9 de septiembre del año pasado para liberar a Flavia y a su novio, Luis Saucedo, de la Comisaría 32°.
Flavia y Luis habían sido aprehendidos en la madrugada de ese día por el Comando Radioeléctrico en boulevar Seguí al 5.900, en la zona Oeste, por desplazarse en un Chevrolet Corsa con pedido de captura. Sin embargo, minutos después, en la Seccional 32, Saucedo usó su teléfono para llamar a su suegra Érica Altamirano para pedirle que juntara 50 mil pesos para pagar la coima para la liberación. El celular de Saucedo había sido secuestrado por el Comando Radioeléctrico y entregado a la comisaría, por lo quedó comprobada la violación de la cadena de custodia del dispositivo.
Así, el suboficial Teliz fue acusado de haber recibido el dinero y un falso boleto de compraventa a las 6:35 del 9 de septiembre pasado de manos de la mamá de Brandon Bay, y de haber llamado luego al fiscal de Flagrancia en turno para decirle que el auto finalmente tendría mal colocado el pedido de captura, ya que estaba el documento de respaldo de la operación comercial del vehículo.
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